Supongo que hay cientos de formas de vender una miel: vendida directamente por el apicultor en un mercado local, a granel para que otros envasadores se encarguen de la comercialización, en las gasolineras (sí, sorprende, pero se encuentra en muchas de sus tiendas), en el comercio del barrio, en un supermercado, en una página de Internet...
Y en otros países europeos y asiáticos, en las tiendas franquiciadas, al menos es lo que hemos observado nosotros...
Estas pequeñas tiendas, atendidas por entre uno y 3 empleados, suelen estar situadas en el centro de grandes ciudades, donde lo locales y el turismo pueden acceder fácilmente para comprar sus productos.
Otro punto a destacar es la gran variedad de referencias de productos apícolas de que disponen: decenas de mieles monoflorales, tanto del país como de fuera, bebidas producidas con miel, helados, caramelos cuyo principal ingrediente es la miel y no podía faltar su cosmética apícola, donde casi seguro, obtendrán los mejores márgenes.
En nuestro artículo de mieladictos.com hemos analizado 3 de estas franquicias en Japón, Francia y Bélgica, destacando los productos que más no han llamado la atención y algunas peculiaridades de su modelo de negocio.
Para leer el artículo en http://bit.ly/franquiciasmiel
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