domingo 18 de setiembre de 2011
http://www.elcomercio.es/v/20110918/aviles/miel-manos-20110918.html
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Con la miel en las manos
121 aficionados de la apicultura comienzan la recolección en 1.443 colmenas distribuidas por la comarca avilesina
18.09.11 - 02:40 -
¿Qué padre no recuerda a la pequeña y dulce 'Abeja Maya'? Sí, esa que nació en un país multicolor. ¿Y qué niño duda si le preguntan cuál es el alimento favorito de 'Winnie de Pooh', ese osito amarillo tan entrañable? Son dos dibujos animados de diferentes generaciones, pero además de tener en común las lecciones sobre la importancia de la amistad, tenían en común algo más: la miel. Por supuesto, es sabido que este manjar lo producen las abejas, ¿pero quién se dedica a recogerla?
En 1978 nació la Asociación de Apicultores de la Comarca Avilesina, que en la actualidad está formada por 121 aficionados a esta actividad. Como asociación sin ánimo de lucro, se dedica a conseguir materiales a buen precio y asiste a las jornadas apícolas y ferias que se celebran en las comunidades autónomas vecinas. También organizan cursillos de iniciación a la apicultura y charlas de apicultores profesionales. Además, la asociación se relaciona con FAPI, la Federación de Asociaciones de Apicultores del Principado de Asturias, integrada por seis asociaciones más de apicultores.
No se trata de una actividad que pueda tomarse a la ligera. Absolutamente todo está regulado: las distancias que deben separar a las colmenas de viviendas y caminos, todas deben estar registradas y marcadas con un número, e incluso el Principado de Asturias exige la entrega de un plano del terreno donde están instaladas las colmenas.
A pesar de todo el papeleo, los apicultores siguen con su trabajo, una labor que podría estar en peligro de extinción. José Ángel Villota, secretario de la asociación, lamenta que no haya una renovación generacional. «La gente joven siempre se da poco por las abejas, no hay mucho interés», explica. Pero la falta de interés de los jóvenes por la apicultura es solo uno de los muchos problemas a los que se enfrentan. El último de ellos, la llegada de la avispa asiática 'Vespa Velutina', una especie carnívora que secciona la cabeza de las abejas y su aguijón, transportando el resto del cuerpo al nido para alimentar al resto de la especie. Incluso en otoño, cuando las abejas se retiran a las colmenas, la avispa asiática es capaz de entrar en ellas en busca de alimento.
El temor a la 'Vespa Velutina', que ya ha causado estragos en País Vasco y Cantabria, se une a las enfermedades que las abejas pueden contraer como la varroasis, creada por el ataque de ácaros, o la ascosferosis producida por hongos que afecta a las crías.
Pero si algo amenaza seriamente a las colmenas, es el síndrome del despoblamiento. Ante el desconcierto de los apicultores, que aún no han encontrado un motivo para esta actividad, colmenas enteras aparecen muertas o abandonadas. No hay síntomas previos que prevengan a los apicultores de esta inusual enfermedad. Sin modo alguno de evitarla, «solo podemos esperar que no nos pase», desea Villota.
«Además de todas las enfermedades o la avispa asiática, no podemos negar que el invierno es duro», cuenta un miembro de la asociación. Ya en noviembre empieza la época de tratamientos para evitar las enfermedades, y si las temperaturas son realmente bajas, los apicultores se ven obligados a alimentar a las abejas. «Es, simplemente, intentar que no se mueran», explican. Con la llegada de la primavera, las colmenas se dividen y se crean nuevas familias, esperando con impaciencia a que llegue el otoño para realizar la única recogida de miel. Sin embargo, algunos apicultores que se dedican a la trashumancia sí realizan más extracciones de miel, que al ser fabricada en diferentes lugares tiene diferente propiedades, variando tanto en sabor como en textura y color.
Todos los apicultores están orgullosos de las 1.443 colmenas que, en total, aportan a la asociación, pero hay 6 ó 7 de las que presumen: las que están colocadas en terrenos cedidos por la multinacional norteamericana DuPont. Pero si de algo deben estar orgullosos los socios de la Asociación de Apicultores de la Comarca Avilesina es de recoger ese producto con el que tantas personas sueñan: la miel.
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