jueves 8 de setiembre de 2011
Bruselas dice que prohibición de miel contaminada tendrá un impacto en las importaciones desde Argentina y China
BRUSELAS, 7 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europea ha reconocido este miércoles que la
prohibición de comercializar miel fabricada a partir de organismos
transgénicos tendrá un impacto en las importaciones de miel a la UE
desde Argentina y China, los dos proveedores principales, después de que
el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TUE) haya dictaminado este
martes que la miel contaminada de polen derivado de un organismo
transgénico no puede comercializarse sin autorización previa.
"Es muy probable que la sentencia del tribunal tengan impacto en
las importaciones de miel en la UE de Argentina y China, donde hay algo
de producción de organismos transgénicos", ha explicado en rueda de
prensa el portavoz de Salud y Protección al Consumidor, Frédérik
Vincent.
El portavoz comunitario ha dejado claro sin embargo que "no
existe riesgo" sanitario y que a priori Bruselas descarta pedir la
retirada de "miles de tarro de miel" comercializados en la UE bajo la
etiqueta de miel de tercer país. "La miel no es peligrosa, sólo que
tiene un organismo transgénico", ha insistido.
La UE produjo el año pasado 200.000 toneladas de miel e importó
unas 145.000. Sus principales proveedores fueron Argentina, con cerca de
39.000 toneladas y China, con 33.000 toneladas, aunque también tiene
otros proveedores menores como México, Chile, Uruguay, Brasil y Ucrania.
Fuentes del Ejecutivo comunitario reconocen que puede haber más
implicaciones a priori para las importaciones de China que de Argentina.
"Argentina y China producen organismo transgénicos. Argentina produce
OMG que están autorizados en la UE para alimentación animal y humana e
importamos productos GM de Argentina. En China tenemos productos GM que
no han sido aprobados en la UE. Esto podría implicar que los
importadores tengan que comprobar la miel que importan", han explicado.
La sentencia del tribunal con sede en Luxemburgo, de 50 páginas,
se refiere al caso de un grupo de apicultores alemanes, cuya miel se vio
contaminada por el polen de maíz genéticamente modificado de la
compañía Monsanto. El maíz estaba siendo cultivado en terrenos próximos
por el Estado de Baviera con fines experimentales. El tribunal ha
determinado que el nivel la miel fabricada a partir de cultivos
transgénicos superiores al 0,9 por ciento deben ser etiquetados.
Vincent ha reconocido que Bruselas analizará con expertos
sanitarios de los Estados miembros el próximo 22 de septiembre si es
necesario revisar la legislación comunitaria de 1998 que regula el uso
de los organismos transgénicos para alimentación humana y animal tras
recordar que "cuando se aprobó (el maíz) Monsanto 810 en 1998 se aprobó
para alimentación animal y humana. Para alimentación humana se aprobó la
harina de maíz, el gluten de maíz, la sémola de maíz y el almidón de
maíz, la glucosa de maíz y el aceito de maíz aceite".
Aunque el portavoz ha dejado claro que el etiquetado de productos
derivados de transgénicos es obligatorio en la UE, "en la lista no
estaba aprobado el Monsanto 810 para la miel", ha recordado,
reconociendo por tanto que una de las posibles consecuencias del
dictamen del Tribunal de Justicia europea sea la necesidad de que
Monsanto solicite autorización para utilizar este transgénico para
fabricar miel y comercializarla en la UE.
"Desde el punto de vista legal, Monsanto, según el análisis
preliminar de la Comisión, debería hacer una petición para la miel para
que Monsanto 810 se pueda utilizar (para fabricar) miel", ha precisado,
al tiempo que ha reconocido que la sentencia "invita a revisar el nivel
de contaminación en el polen".
"Si tenemos que enmendar la legislación o si los Estados miembros
tienen que adoptar algunas medidas específicas todavía no se sabe", ha
explicado.
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