La muerte de las abejas deja al descubierto un nuevo escenario que le plantea desafíos a los apicultores, exportadores y a las autoridades del Gobierno. En respuesta a esto, el Ministerio de Ganadería reactivó una comisión honoraria apícola que reúne a todas las partes para buscar soluciones.
El MGAP pidió al INIA que investigue cómo el uso del herbicida glifosato está afectando a las abejas y la producción de la miel.
Alemania, que es uno de los principales compradores de la miel uruguaya, aumentó sus exigencias y peligran las exportaciones.
Julio Pintos, integrante de la comisión honoraria, aclaró que se trata de una traba comercial y que la calidad de la miel no está en discusión y es apta para el consumo.
“Es un proyecto de investigación que se hace en seis lugares diferentes del Uruguay, con distintos paisajes. Se han hecho 36 análisis de glifosato y solo cuatro dieron por encima de lo que requiere Alemania, que son 50 ppv. Esta exigencia es la misma que el resto de la Unión Europea, y esos países siguen importando la miel”, explicó Pintos.
A su vez, los exportadores están preocupados por la baja en la compra de los alemanes. Desde la Asociación de Exportadores de Miel dicen que ello se debe a una medida especuladora para deprimir los precios del producto.
Uruguay pasó de exportar unos 11 millones de kilos de miel en el 2012 a exportar poco más de 7,5 millones de kilos de miel.
En el 2017 los destinos fueron Estados Unidos, que compró el 47 % de la producción, Alemania, que compró el 18 % pero pagó el 30 % menos que lo habitual. A estos le siguen España, Francia, Bélgica, República Checa, Italia y el Reino Unido.
En la Unión Europea deciden a fin de año si prohíben o no el uso de glifosato. Respecto a ello, Julio Pintos del MGAP, que aclara que hay dos visiones en la UE en donde hay quienes dicen que esas cantidades de herbicida son perjudiciales y quienes no comparten eso.
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