domingo 13 de mayo de 2012
http://www.lmneuquen.com.ar/noticias/2012/5/13/el-imperio-de-las-abejas_147330
El imperio de las abejas
La última temporada, sin embargo, estuvo lejos de los valores estimados. La cosecha de miel se mostró un 40% por debajo de lo previsto, con 355 toneladas. La principal causa fue la ceniza, que atentó contra las abejas.
Aún así, la tendencia es positiva. La actividad representa apenas algunas décimas del PBG neuquino, pero genera más valor año a año, apuntalada por la intervención del Centro Pyme, a través de diversos mecanismos. Esta temporada, por caso, dejó alrededor de 800 mil dólares en la zona. La gran mayoría de la producción terminó en mercados internacionales.
Infraestructura
Según detallaron desde el Centro Pyme, en la provincia se cuenta con 9 asociaciones, 11 salas de extracción y 5 más en obra. La sala de extracción es al circuito de la miel lo que el empaque representa para la fruta: en este punto las condiciones sanitarias son claves cuando la venta es al exterior.
Por estos días, dentro de diversas acciones dirigidas al sector, el Centro Pyme desarrolla dos líneas de acción de investigación macro: una junto al INTI, destinada a la caracterización de las mieles de todas las regiones de la provincia y a la capacitación para la diferenciación. La otra busca, justamente, caracterizar ese mercado de mieles diferenciadas.
http://www.lmneuquen.com.ar/noticias/2012/5/13/el-imperio-de-las-abejas_147330
El imperio de las abejas
La producción de miel creció tres veces y media en la última década. De 3.800 colmenas que había en la provincia en el 2000, se pasó a 20 mil este año. Aunque la ceniza atentó contra la actividad esta temporada, el sector tiene potencialidades de desarrollo. Buscan resolver los problemas de costos y de mercados.
Por Roberto Aguirre
aguirrer@lmneuquen.com.ar
aguirrer@lmneuquen.com.ar
Argentina es un uno los primeros países productores y exportadores de miel del mundo. Con esos antecedentes, la apicultura en la provincia avanza a pasos agigantados: aunque aún muy lejos del volumen que se obtiene en otros distritos, la cosecha de miel creció 3 veces y media en la última década. Según datos del Centro Pyme, desde el 2000 a esta parte, se pasó de 3.800 a 20.000 colmenas. Los productores pasaron de ser 70 a 250; el 90% de ellos son pequeños y se volcaron a la apicultura como una actividad secundaria, para complementar ingresos.
La última temporada, sin embargo, estuvo lejos de los valores estimados. La cosecha de miel se mostró un 40% por debajo de lo previsto, con 355 toneladas. La principal causa fue la ceniza, que atentó contra las abejas.
Aún así, la tendencia es positiva. La actividad representa apenas algunas décimas del PBG neuquino, pero genera más valor año a año, apuntalada por la intervención del Centro Pyme, a través de diversos mecanismos. Esta temporada, por caso, dejó alrededor de 800 mil dólares en la zona. La gran mayoría de la producción terminó en mercados internacionales.
Un ciclo complejo
La apicultura representa todo un mundo en sí mismo, reglado, en buena medida por la propia naturaleza de las abejas, que aportan su “mano de obra”. También depende de la floración del entorno y de la distancia con otras colmenas. Además de la miel, puede producirse polen, propóleos o bien realizar la venta de material vivo, es decir las propias abejas.
El otro gran “mercado” es el servicio de polinización, escasamente valorado en la región. Los productores trasladan las colmenas hacia las chacras, un servicio que mejora la calidad de la fruta. Sin embargo, en la provincia, la actividad es marginal.
Si bien cada región de Neuquén tiene su particularidad, los productores locales sufren por estos días un aumento en los costos de producción. Según afirmó la coordinadora del programa apícola del Centro Pyme, Nancy García, “la ecuación económica se complica por el impacto que tienen el combustible y la alimentación artificial, entre otros rubros”. El precio que se paga a cada productor por la compra de miel a granel ronda los 2 dólares el kilo. Se vende a más de 3 en el mercado externo. Mientras que el precio a los productores apenas tuvo variaciones en los últimos años, desde 2009, por caso, el precio de la azúcar, un insumo clave para la alimentación, se duplicó.
La apicultura representa todo un mundo en sí mismo, reglado, en buena medida por la propia naturaleza de las abejas, que aportan su “mano de obra”. También depende de la floración del entorno y de la distancia con otras colmenas. Además de la miel, puede producirse polen, propóleos o bien realizar la venta de material vivo, es decir las propias abejas.
El otro gran “mercado” es el servicio de polinización, escasamente valorado en la región. Los productores trasladan las colmenas hacia las chacras, un servicio que mejora la calidad de la fruta. Sin embargo, en la provincia, la actividad es marginal.
Si bien cada región de Neuquén tiene su particularidad, los productores locales sufren por estos días un aumento en los costos de producción. Según afirmó la coordinadora del programa apícola del Centro Pyme, Nancy García, “la ecuación económica se complica por el impacto que tienen el combustible y la alimentación artificial, entre otros rubros”. El precio que se paga a cada productor por la compra de miel a granel ronda los 2 dólares el kilo. Se vende a más de 3 en el mercado externo. Mientras que el precio a los productores apenas tuvo variaciones en los últimos años, desde 2009, por caso, el precio de la azúcar, un insumo clave para la alimentación, se duplicó.
Mercado exterior
Más allá de los problemas estructurales, la última temporada tuvo sus propias dificultades. Según explicó García, la ceniza que emanó el complejo volcánico Cordón Caulle y que el viento arrastró a toda la provincia, generó una gran mortandad de abejas. “Actuó como un insecticida”, señaló.
A los problemas ambientales se sumaron los comerciales. La Unión Europea, un mercado clave para la producción argentina, cerró sus puertas con medidas para-arancelarias. La argucia que esgrimen es la presencia de polen transgénico en los productos argentinos.
Si bien Estados Unidos actuó como colchón y comenzaron a abrirse mercados emergentes, como los Emiratos Árabes, las ventas de miel a granel al exterior son el principal negocio. El mercado interno, en tanto, es fácilmente abastecido por un bajo porcentaje de la producción. La razón obedece más a temas culturales que económicos: el consumo de miel de los argentinos es muy bajo en comparación con el de otros países. Mientras que en Europa demandan 2,5 kilos por año por habitante, en este país la cifra cae a menos de 200 gramos.
Más allá de los problemas estructurales, la última temporada tuvo sus propias dificultades. Según explicó García, la ceniza que emanó el complejo volcánico Cordón Caulle y que el viento arrastró a toda la provincia, generó una gran mortandad de abejas. “Actuó como un insecticida”, señaló.
A los problemas ambientales se sumaron los comerciales. La Unión Europea, un mercado clave para la producción argentina, cerró sus puertas con medidas para-arancelarias. La argucia que esgrimen es la presencia de polen transgénico en los productos argentinos.
Si bien Estados Unidos actuó como colchón y comenzaron a abrirse mercados emergentes, como los Emiratos Árabes, las ventas de miel a granel al exterior son el principal negocio. El mercado interno, en tanto, es fácilmente abastecido por un bajo porcentaje de la producción. La razón obedece más a temas culturales que económicos: el consumo de miel de los argentinos es muy bajo en comparación con el de otros países. Mientras que en Europa demandan 2,5 kilos por año por habitante, en este país la cifra cae a menos de 200 gramos.
Según detallaron desde el Centro Pyme, en la provincia se cuenta con 9 asociaciones, 11 salas de extracción y 5 más en obra. La sala de extracción es al circuito de la miel lo que el empaque representa para la fruta: en este punto las condiciones sanitarias son claves cuando la venta es al exterior.
Por estos días, dentro de diversas acciones dirigidas al sector, el Centro Pyme desarrolla dos líneas de acción de investigación macro: una junto al INTI, destinada a la caracterización de las mieles de todas las regiones de la provincia y a la capacitación para la diferenciación. La otra busca, justamente, caracterizar ese mercado de mieles diferenciadas.
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