La Semana de la Miel empezó en San Juan y desde el sector oficial remarcaron los números positivos que alcanzó el sector apícola en los últimos años, pero también quedó en claro que los productores locales podrían abarcar más sectores del mercado. Hay dos áreas en las que se puede mejorar en la provincia: el alquiler de colmenas y la exportación de productos afuera de la provincia.
La realidad de la apicultura en San Juan tiene como mayor fortaleza la cantidad de productores que se han sumado a la actividad. En la actualidad son 256 los productores que están inscriptos en el Ministerio de Producción, la mayoría de ellos pequeños y que trabajan en asociaciones. Entre todos suman 15.000 colmenas produciendo alrededor de 300.000kg al año de miel.
Esta producción, si bien no es pequeña, todavía no es suficiente como para que la apicultura sanjuanina dé el salto a otros mercados. Es que los sanjuaninos consumen toda la producción local, ya que es la provincia con mayor consumo per cápita de miel: 400g al año, frente a los 250g de la media nacional. Para alcanzar nuevos mercados, los productores de miel de San Juan deben incrementar su producción como primera medida.
Generar una identidad
Pero hacer más miel no es la única medida necesaria, sino que los especialistas apuntan también a recategorizar este producto sanjuanino. Hay antecedentes de exportación de miel tanto al mercado argentino como a otros países, pero ese modelo de negocios no prosperó, sobre todo porque se vendía a granel. El problema mayor de los productores es muy similar al de otros sectores como es el viñatero: las ventas de grandes volúmenes para que luego lo fraccionen genera pocas ganancias al inicio de la cadena productiva en comparación con lo que reciben los distribuidores y fraccionadores.
Para esto el objetivo es posicionar la miel sanjuanina como un producto con identidad y calidad que la distingan. Para eso el INTA y la UNSJ se han puesto en campaña para hacer un estudio profundo de las características de la miel sanjuanina. Los investigadores realizarán un informe de cuáles son las características de cada miel que se produce en la provincia y ya cuentan con un primer estudio alentador: en San Juan hay una paleta completa de colores y sabores gracias a las diferencias de la flora en diferentes zonas.
Las colmenas, un oportunidad inmediata
La construcción de una "marca San Juan" demorará mucho, pero los productores tienen una posibilidad más cercana en el tiempo de crecer: el alquiler de colmenas. Esta actividad es uno de los pasos fundamentales de la producción de miel y beneficia tanto a apicultores como a agricultores, que necesitan la presencia de las abejas para polinizar.
Según los primeros cálculos, en la provincia se necesitan cerca de 30.000 colmenas para favorecer la floración, pero los productores locales están aportando menos de la mitad. Esto significa que los agricultores están alquilando colmenas a otras provincias, como Córdoba y Mendoza.
El alquiler de abejas para la polinización es una actividad que beneficia a los apicultores en dos formas. Es que cada productor debe dejar a los insectos en algún lugar con plantaciones para poder producir la miel y los campos sembrados son una buena opción. Pero además el dueño de las tierras paga por cada colmena que utilizan para su producción.
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