sábado 28 de enero de 2023
MIEL ESPAÑOLA VS MIEL CHINA
Los siropes invaden los mercados nacionales infiltrados por la falta de transparencia en los etiquetados, los apicultores piden al ministerio cambios en el etiquetado, para garantizar la calidad del producto.
El fraude en la calidad de la miel se da cuando el consumidor percibe que lo que está recibiendo no es lo que realmente la etiqueta le está indicando o le hace ver, ya sea de tipo nutricional o simplemente sensorial.
Se permite a los operadores etiquetar mieles con menos del 1% de miel de la UE como mezcla de mieles UE-no UE sin indicar los países en los que las mieles fueron recolectadas, o etiquetar como mezcla de mieles no UE sin indicar si la miel comercializada proviene de China, por ejemplo. Ahí está el fraude”.
La normativa europea lleva a que el etiquetado de las mieles sea muy difuso y por eso, mediante esta distinción “lo que pretendemos es que los compradores sepan diferenciar el producto que están adquiriendo”. Los apicultores pedimos que se revise la Directiva de la UE sobre la miel, reforzando el etiquetado sobre el país de origen de la miel en las mezclas, acompañado de normas sólidas de trazabilidad favorables a los apicultores para luchar contra el comercio de miel falsificada a granel. “Es esencial que la Comisión Europea proponga cambios legislativos y mecanismos de control que apoyen el sustento de los productores de miel, la búsqueda de los consumidores de alimentos genuinos y de calidad y la capacidad de los Estados miembros para luchar contra el fraude”.
El 62 por ciento de la miel que se consume tiene origen de China, un producto que tiene un coste menor ya que según sostienen los especialistas está mezclada con sirope de maíz y arroz, para lo cual ha sido sometida en origen a un proceso de sobrecalentamiento, por encima de de los 45 grados que lleva a perder las enzimas y se convierte solamente en un edulcorante, debería valorarse la calidad del producto por encima del precio e invitan al consumidor a consumir mieles nacionales.
Según los datos del Gobierno, las empresas españolas compraron a operadores chinos en 2022 un total de 4.851 toneladas de miel a un precio medio de 1’42 euros/kg y a operadores portugueses 3.642 toneladas a un precio medio de 2’08 euros/kg. “Nosotros no podemos ni queremos competir con esos precios, somos artesanos y defensores a ultranza del medio ambiente y de la sostenibilidad del mundo rural. Sabemos que el futuro de la biodiversidad de esta tierra está en nuestras manos, porque cuidamos de las abejas que lo conservan”.