Whole Foods ha cesado su campaña en contra de los alimentos genéticamente modificados. Foto José E. Maldonado/Miprv.com
    Por Miprv.com
    Después de 12 años de lucha para impedir que los cultivos genéticamente modificados de Monsanto contaminen los campos de agricultura orgánica en los Estados Unidos, los minoristas más grandes de alimentos “naturales” y “orgánicos” en la nación, incluyendo Whole Foods Market, Organic Valley y Stonyfield Farm, han acordado dejar de oponerse a la comercialización masiva de los cultivos transgénicos, como la polémica alfalfa “Roundup Ready” de Monsanto.
    A cambio de abandonar su oposición, Whole Foods ha pedido una “compensación” que se pagará a los agricultores orgánicos por “cualquier pérdida relacionada con la contaminación de sus cultivos”.
    Bajo las leyes actuales, los organismos genéticamente modificados (GMOs, por sus siglas en inglés) no están sujetos a ninguna prueba de seguridad antes de su comercialización o etiquetado.
    Whole Foods abandona su lucha con las empresas de biotecnología en parte debido a que dos tercios de los productos que vende no son certificados como orgánicos de todas maneras, pero en realidad son productos convencionales, con químicos, y alimentos que pueden contener organismos modificados genéticamente y que se mercadean como “naturales” a pesar de ello.
    La mayoría de los consumidores no sabe la diferencia entre “natural” y “certificados orgánicos”. Los productos “naturales” pueden provenir de cultivos y los animales alimentados con nutrientes que contienen organismos genéticamente modificados. Los productos certificados como orgánicos son productos libres de GMOs
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