- Elige un bowl que sea resistente al calor del microondas, en él coloca las pastillas de jabón de glicerina y ponlas a derretir. Esto te puede tomar aproximadamente 4 a 5 minutos, recuerda estar pendiente.
- Cuando ya tengas todo derretido, añade las cucharadas de miel y laralladura del limón junto a la pulpa de aloe vera.
- En un bowl aparte, calienta el aceite de oliva, evitando que se recaliente pues puede perder sus propiedades.
- Cuando ambos estén listos, mezcla todo con ayuda de una batidora de mano a la potencia mínima.
- Bate hasta que obtengas una mezcla brillante y con buen aroma.
- Cuando ya esté listo, viértelo en los moldes especiales para jabón o en un recipiente de plástico limpio.
- Pon el jabón en el refrigerador por un día, hasta que logres que se solidifique bien.
- Eso es todo, ya tienes el producto listo para usar.
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