Como señalamos en la edición anterior, en las últimas décadas la creciente expansión de la Varroa fue generando dificultades de diferente calibre en las distintas especies de abejas. A continuación nuestro medio presenta en versión periodísticas, más consideraciones a tener en cuenta.
Síntomas
Varroa destructor parasita a la abeja adulta y se fija fundamentalmente en la cara ventral del abdomen, en los espacio sintersegmentarios, donde la cutícula es más fina, perfora la membrana y el consumo de hemolinfa debilita al hospedador, reduciendo su vida productiva.
El período de latencia (ausencia de síntomas) varía considerablemente con la climatología y el sistema de explotación.
El desarrollo de las larvas parasitadas se demora, sufriendo un retraso la eclosión de las jóvenes abejas.
Las larvas fuertemente parasitadas mueren y al sufrirun proceso de putrefacción desprenden un olor desagradable.
Entonces los opérculos son retirados por las abejas limpiadoras, y en el fondo de las celdillas se observan los excrementos de los ácaros, que tienen forma filamentosa de color blanco.
El peso reducido de las pupas parasitadas, así como la pérdida de proteínas, tiene efectos inmediatos sobre las abejas, que no alcanzarán un tamaño adecuado, acompañado de malformaciones anatómicas, que se traducen en una reducción de la vida productiva de las abejas.
La presencia de parásitos provoca en las mismas una actividad más intensa, ya que intentan desembarazarse de sus huéspedes. En invierno, en los casos de infestaciones medias y fuertes, los «racimos» de abejas son menos densos, saliendo de las colmenas muchas abejas. La falta de vitalidad de las abejas parasitadas, y su muerte prematura, ocasiona un menor aporte de néctar y polen, que origina un debilitamiento de la colonia, y por tanto, puede producir su desaparición. Cuando la cría es parasitada por más de ocho ácaros, las pupas mueren y no terminan su transformación en abejas adultas, presentándose entonces en los cuadros unas características parecidas a las producidas por el Paenibacillus larvae productor de la enfermedad denominada
Loque americana.La presencia en invierno de varroas en la “piña invernal” hace que el consumo de alimentos aumente considerablemente, lo mismo que el calor producido por las abejas, lo que puede provocar un alargamiento del periodode puesta de la reina, que tiene como consecuencia un incremento en el periodo de reproducción del ácaro.
Es preciso tener en cuenta que la presencia de varroas  en una colonia puede tener consecuencias nefastas, nosolamente por esta parasitosis, sino también por su acción vectorial para ciertos agentes patógenos, que incrementan su virulencia cuando entran en la hemolinfa: virus de la parálisis aguda.
La colonia en fase terminal pierde prácticamente la población,la colmena aparece con reservas pero sin abejas.
Lesiones
En la abeja adulta, el parásito efectúa una acción mecánica que genera un efecto nocivo sobre sus movimientos, el vuelo y las actividades de la colmena. Por el consumo de hemolinfa se registra una disminución del número de hemocitos (elementos formes de la hemolinfa) y una variación ensu tasa de proteínas.
La importancia de esta acción depredadora está en relación directa con la tasa de infestación. Un fuerte parasitismo afecta a las glándulas mandibulares e hipofaríngeas (disminuye la calidad de la jalea real). Los cuerpos grasos, que actúan de modo importante en el metabolismo de la abeja, también degeneran.
Se ha observado que, cuando las larvas de abejas están infestadas por más de ocho ácaros, las pupas mueren antes de la eclosión.
Se ha constatado que, en una colonia débilmente infestada, la duración de la vida de las abejas era de 15, 6 días (media 9, bajando hasta 9,1 días en colonias medianamente infestadas y llegando a un mínimo de 8,3 días cuando la colonia está fuertemente infestada.
Diagnóstico
En la lucha contra la varroosis, el diagnóstico precoz tiene una importancia primordial. Un diagnóstico positivo y cuantitativo determinará la mecánica que ha de seguir el apicultor.
En una primera infestación de la colonia, es problemática su detección, dado el pequeño número de ácaros existentes.

Tratamiento
Una vez realizado el diagnóstico que revela la presencia del ácaro Varroa destructor en el colmenar, deben tomarse medidas terapéuticas rápidamente, con el fin de limitar la progresión del ácaro y salvar la colonia de abejas.
Los tratamientos se pueden clasificar en dos grandes grupos:
■ Los que se efectúan con moléculas químicas.

■ Los que preconizan métodos naturales.
Hay que constatar que en estos momentos, y a pesar de la investigación realizada en este campo, ningún tratamiento tiene una eficacia del 100 % y, por ello, no es posible erradicar la infestación por V. Destructor.
En los países en los que la climatología no es un factor limitante a la multiplicación de Varroa se necesita disponer de productos acaricidas cuya actividad acaricida permanezca en un soporte determinado durante largo tiempo, para que afecte a los ácaros que se pongan en contacto con el acaricida una vez terminada su fase de multiplicación en la celdilla operculada.
Existen varios productos con poder acaricida que, reúnen estas características, y como producto activo ya seestaba utilizando anteriormente en agricultura como acaricida fitológico. Los tratamientos con formularios químicos preparados de forma artesanal conllevan un gran peligro de toxicidad y de creación de resistencias de los ácaros.
Los llamados métodos naturales, aceites esenciales, ácidos orgánicos, etc. y los biotécnicos (cría de zánganos dirigida, enjaulado temporal de la reina, etc.) complementan y a veces sustituyen, a los tratamientos químicos, al mismo tiempo que limitan los riesgos de resistencia que puede presentar el ácaro varroa a ciertas moléculas químicas.