La forma de combatir la Varroa dentro de las colmenas y tratar de dejar la menor cantidad posible de residuos en la misma es uno de los grandes desafíos que los investigadores tienen por estos tiempos.
Al respecto, el estudio aquí presentado de manera periodística por nuestra redacción pretende mostrar una metodología para criar abejas sin uso de químicos  para la misma se presenta como una hipótesis que puede ser probada por científicos y apicultores para confirmarla o rechazarla.
Metodología
Se recopiló documentación que describe experiencias y pruebas relativas al éxito en la cría de abejas que no necesitan tratamientos, o casi ninguno, contra el parásito Varroa destructor. Estos documentos dan soporte a la hipótesis planteada, pero también se pretende que estas experiencias exitosas puedan probarse en otros puntos del mundo. ¿Es posible usarlos en nuestra zona? ¿Puede esta hipótesis ser apoyada con más experiencias positivas realizadas en otras condiciones climáticas? Al respecto se ha intentado presentar la esencia de los diferentes métodos y posibilidades intentando realizar un “manual”.
Algunos aspectos básicos
Las dos primeras partes de la lista de documentación tratan sobre el hecho de que las colonias de abeja melífera presentan un sistema de defensa consistente en diversos aspectos, desde un nivel de microorganismos (sistema inmunitario) hasta el nivel de colonia (y hasta el nivel del apiario). Las colonias de abejas difieren en su habilidad para combatir diferentes tipos de enemigos. También los apicultores influencian dicha habilidad de defensa con su sistema de manejo, en algunos casos en un sentido negativo, como cuando se aplican tratamientos a la colmena. Es importante tener esto en cuenta a la hora de escoger el sistema de cría y de manejo. Por ejemplo, las colonias que no son tratadas con químicos contra la varroa (pesticidas, ácidos y aceites) de cualquier tipo pueden inducir una mayor presión del ácaro y de virus. El objetivo no es el de salvar las colonias débiles, sino el tenerlas identificadas, así como también las que sean más resistentes.
Lograr que el ácaro no afecte nuestras colmenas y tratar de utilizar la menor cantidad de químicos posibles es uno de los grandes desafíos de la apicultura actual.
Tamaño de las celdillas
Muchos estudios afirman que un tamaño menor de celdilla que el usual en la mayoría de cera estampada contribuye a una mejor supervivencia de la colmena. La celdilla pequeña fue utilizada en los inicios de la fundición de cera, siendo el tamaño de celdilla más común inferior a 5,1mm.
El doctor Eric H. Ericsson afirma que las colonias de abejas sobreviven mucho mejor en celdillas de tamaño de 5,1mm de ancho, en comparación al tamaño de 5,45 mm. Él especuló sobre si la fertilidad del ácaro podría verse influenciada.

En tanto que otros especialistas han recuperado el manejo ecológico de las colmenas empleando celdillas de 4,9mm y sin tratamientos químicos. En algunas colonias parece que la población de ácaros es un poco superior una o dos veces al año. Al respecto Dennis Murrell estableció sus colmenas con celdillas de 4,9mm. Estas colonias forzadas a vivir en celdillas de 4,9 mm no presentan problemas, conviven con un nivel muy bajo todo el año.
Micro fauna y residuos de acaricidas en la cera
En Alemania, no se tienen experiencias positivas con celdilla pequeña en lo que respecta a la supervivencia de las abejas como en otros sitios. Este hecho es interesante, y si se confirma en los próximos años (todavía algunos que trabajan con celdilla pequeña en Alemania afirman que hay ventajas evidentes también en lo que respecta a la supervivencia) puede que sea debido a que en Alemania hay algunas condiciones ambientales “especiales” en comparación con otros puntos del planeta.
Se han encontrado un par de diferencias posiblemente relevantes que pueden ayudar a explicar este hecho. Durante 25 años ha habido un intenso uso de químicos (incluyendo cada vez más ácidos) en todas o casi todas las colonias de abejas en Alemania. Esto probablemente ha eliminado la micro fauna de la colmena, que de forma natural está presente en las colonias de abejas. También ha causado la acumulación de residuos de acaricidas en la cera. La microfauna en las colonias de abejas consiste en diferentes organismos, y se han descrito más de 40. Uno de ellos se alimenta de micelios de hongos, y ¿quién sabe qué papel juegan todos ellos en el sistema inmunitario de la colonia? Los residuos de acaricidas en la cera influencian negativamente en el sistema nervioso de la abeja. 
Consideraciones importantes
Algunos aspectos generales parecen ser importantes para lograr buenos resultados, los cuales se enumeran a continuación:
1. Manejar todas las colmenas de un mismo apiario del mismo modo.
2. Mantener las colmenas de un apiario los más alejadas posible las unas de las otras para evitar la deriva.
3. No mantener demasiadas colmenas en un apiario.

4. También intentar asegurarse de que cerca de nuestros apiarios no haya otros con niveles altos de infestación de ácaros.

5. No utilizar químicos, o al menos utilizar muy pocos.

6. Si las poblaciones de ácaros han de mantenerse bajas para evitar la reinfestación de otras colmenas, esto es posible por otras vías, por ejemplo, retirando toda la cría operculada en dos fases en un intervalo de por ejemplo nueve días.

7. Asegurarse de que la microfauna está lo menos alterada posible.

 8. Utilizar panales de cera estampada hechos de cera lo más libre de químicos posible.