En términos generales los datos de la cosecha de este año son datos subjetivos porque cada acopiador
cada uno tiene una mirada distinta, pero desde enero y hasta fines de septiembre se exportaron 5700 tn
 por un total de US$ 12.200.000, a un promedio de  US$ 2,15   FOB.  La variación fue entre 2,25 y 1,97
 US$, los precios más bajos  se pagaron en septiembre.
Siendo los principales destinos de la miel:
-España 35%    -Alemania 17%      – EEUU   15%
-Austria 13%     -Polonia 6 %          -Italia y Rep. Checa 2,5%
Hubieron otros destinos  como: Dinamarca, Suiza, Bélgica y Francia, que  si bien son menos
 importantes pero   muestran que se están buscando nichos de mercado, con lo que significa eso,
porque son difíciles de mantener y conformar pero demuestra lo que ha avanzado Uruguay en la
búsqueda de nuevos mercados.
Los mercados tradicionales  de Uruguay en Europa son Alemania y España, que la compran por estar
 libre de residuos, porque tiene buen sabor, por tazabilidad, por confiar en los exportadores, porque
cada tambor refleja el trabajo individual de un productor al que hasta se le podría poner nombre (de ser
necesario), saben que no salió de una fábrica, que no fue mezclada. Alemania siempre pidió que no
fuera homogeneizada.
En tanto que el mercado de EEUU está dominado por muy pocos importadores  y además son muy
prácticos, las mieles claras van para envasadores y las oscuras a la industria alimenticia.
Buscan asegurarse la miel por eso defienden algunos mercados, buscan orígenes de volumen importante
 como Argentina, Canadá, India, Ucrania y Vietnam. La calidad no es un factor de decisión importante,
el precio sí.
Cosecha
La cosecha fue mediocre, menos de 7000 tn, menguada por distintos factores:
 -un clima adverso
– se hizo menos trashumancia debido a las dificultades económicas y financieras que está sobrellevando
 el sector apícola con motivo del precio de la miel, y por esto mismo
– menos manejo: menos visita a los apiarios, menos incentivación y alimentación. En definitiva, un
manejo más económico (barato) para rebajar los costos y poder seguir dentro de la actividad.
También se puede decir que se deja más miel en las colmenas, porque al no saber si se va a vender o el
 precio, al menos se lo deja como alimento.
Todos esos conceptos fueron vertidos por Christophe Lhéritier en el marco de la Jornada Apícola
“Mercados y Estrategia de Futuro”, realizada el pasado 5 de octubre de 2019 en INIA La Estanzuela.