miércoles, 23 de octubre de 2019

España. El nuevo etiquetado del origen de la miel, pendiente de la burocracia de la UE

miércoles 23 de octubre de 2019
fuente:
https://www.lavozdegalicia.es/noticia/somosagro/2019/10/16/nuevo-etiquetado-especifica-origen-miel-sigue-pendiente-burocracia-bruselas/00031571216971476311581.htm
Bandera de España

El nuevo etiquetado del origen de la miel,  pendiente de la burocracia de la UE

El Gobierno tiene en marcha un proyecto de modificación del decreto actual en el que se deberá especificar el país o países de origen donde el producto haya sido recolectado, una demanda que el sector apícola planteó hace dos años para defender a los consumidores y que todavía está sin resolverse



SANTIAGO DE COMPOSTELA 

La normativa en vigor en España sobre el etiquetado de miel no obliga a especificar de forma precisa su procedencia. Puede mencionarse el país o países de origen, pero en la gran mayoría de los casos, como se trata de envases que contienen producto de diferentes territorios, el marco legal establece que el etiquetado puede incluir tres tipos de menciones: «Mezcla de mieles originarias de la UE», «mezcla de mieles no originarias de la UE» y «mezcla de mieles originarias y no originarias de la UE».  Desde hace ya dos años, el sector apícola español, y también el gallego, vienen demandando un cambio normativo que obligue a identificar el producto de forma mucho menos ambigua para que el consumidor sepa lo que está comprando. El Gobierno tiene ahora en marcha un proyecto de modificación del decreto que incluye dos importantes novedades; primero, la obligatoriedad de mencionarse en la etiqueta el país o países de origen en los que la miel haya sido recolectada, en orden decreciente de peso, e indicando además el porcentaje de miel de cada país que representa en la mezcla final. Y segundo, establece que cuando una miel haya sido sometida a tratamiento térmico, debe indicarse en el frasco. Esto es así porque pierde muchas de sus propiedades. Este cambio, según explica el ministerio, se encuentra aún en fase de tramitación, y está pendiente de un informe en Bruselas
A día de hoy, un consumidor puede adquirir en un lineal de venta un frasco que contenga producto que provenga de hasta tres países diferentes, como pueden ser Polonia, China y España. «Levamos denunciando a situación do etiquetado dende hai máis de dez anos: temos un marco legal anómalo, que fai que un territorio punteiro en calidade, como é o noso, teña que afrontar unha competencia con producto de baixa calidade que fai tirar os prezos á baixa», explica Esther Ordóñez, presidenta de la Indicación Xeográfica Protexida Mel de Galicia. Tal y como insiste esta portavoz, en la actualidad, solo los tarros envasados con la etiqueta de esta denominación garantizan que se está comprando un producto de alta calidad y de procedencia cien por cien gallega. Esta autonomía cuenta con 4.000 productores de miel, de los que 150 viven de esta actividad y están profesionalizados. Se trata de un sector que produce dos millones de kilos a un precio medio de cinco euros, lo que deja unos ingresos en el medio rural de diez millones de euros. 

La UE es el segundo mayor productor mundial de miel después de China. Hay alrededor de 600.000 apicultores y 17 millones de colmenas, con España encabezando el ránking, un país que genera anualmente 250.000 toneladas. A pesar de estos volúmenes, el viejo continente no cubre su propio consumo: la UE importa 200.000 toneladas de miel, de las que casi la mitad proceden de China. Debido a los altos costes de producción, los apicultores apenas pueen competir con el producto importado. Los apicultores, en este escenario, consideran que es determinante que los consumidores sepan qué es lo que están comprando, algo que, a su entender, no sucede ahora. Tal y como denuncian, es una practica habitual en el mercado (sobre todo en el eslabón que envasa la miel) que se caliente el producto por encima de 45 grados para mejorar su fluidez. Cuando esto sucede, se queman azúcares esenciales, se destruyen la mineralización, las enzimas, las vitaminas, las sustancias grasas, y se desnaturaliza el producto hasta convertirlo en un edulcorante nuevo, que es muy difícil de distinguir sensorialmente de la miel. El sector también demanda que se prohíba la práctica del microfiltrado en las líneas de envasado y distribución, que genera una importante eliminación de polen, lo que impide diferenciar luego el producto de mayor y menor calidad.

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