Desde casi una década el declive en la población de abejas a nivel mundial crece cada año en distintas partes del mundo y en consecuencia a nivel estatal se viene realizando relevamientos periódicos.
En varios países europeos y en Estados Unidos se efectúan encuestas anuales para conocer el índice de pérdidas y realizar estudios comparativos, tratando de detectar los problemas principales y buscando reducir el número de pérdidas, que por ejemplo en Estados Unidos llega a alcanzar hasta el 40 % anual. Algo similar se desarrolló en China, donde se hicieron relevamientos por espacio de dos años y cuyos datos fueron sumamente favorables, siempre en relación con otros países.
Los resultados mostraron que las pérdidas de colonias fueron generalmente bajas (en promedio 10.1%), en comparación con los resultados publicados en Europa y Estados Unidos. Sin embargo, hubo variaciones entre años (que van del 8,5 al 12,0%), entre provincias (que van del 2,5 al 19,0%) y entre diferentes tamaños de explotaciones apícolas (que van del 7,6 al 12,1%).
Los autores del estudio especulan que los motivos de las menores pérdidas en comparación con los de otros países pueden deberse a una gran diversidad genética en sus abejas melíferas, el reemplazo regular de las abejas reina por los apicultores y porque el tamaño promedio de la operación apícola es pequeño, lo que significa que los apicultores pueden prestar mucha atención a sus colmenas, en particular a la forma en que controlan el ácaro Varroa.
Sin embargo, ahora enfocaron sus estudios a la diferencia significativa que existe entre una región y otra dentro del país y próximamente se darán a conocer más resultados al respecto.