Mostrando las entradas para la consulta fauba ordenadas por relevancia. Ordenar por fecha Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas para la consulta fauba ordenadas por relevancia. Ordenar por fecha Mostrar todas las entradas

martes, 15 de agosto de 2017

Argentina. CABA. FAUBA. Curso HACCP 16 y 17 de Agosto de 2017 PCyT-FAUBA

martes 15 de agosto de 2017
Bandera de Argentina

viernes, 13 de noviembre de 2020

Argentina. La Niña se consolida en 2020 con más escasez de lluvias

  sábado 13 de noviembre de 2020


http://sobrelatierra.agro.uba.ar/la-nina-se-consolida-en-2020-con-mas-escasez-de-lluvias/

La Niña se consolida en 2020 con más escasez de lluvias

(Ver imágenes en el link)

Se espera que el fenómeno, que hasta el presente había tenido características neutrales, se intensifique hasta llegar a condiciones moderadas e intensas. Podría incluir el primer trimestre de 2021. En el país seguirían ocurriendo precipitaciones inferiores a lo normal.


(SLT-FAUBA) En un reciente comunicado difundido la semana pasada, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) alertó que, luego de más de un año de mostrar condiciones neutrales, entre agosto y septiembre de este año se produjo en el Pacífico Tropical una transición hacia condiciones características de La Niña. Al momento existe un 90% de probabilidades de que persista hasta finales de 2020, y un 55% de que lo haga hasta el primer trimestre de 2021. Adela Veliz, docente de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) explicó el fenómeno y profundizó en las consecuencias para nuestro país.


Estimación de la probabilidad de que ocurra el ENOS de noviembre de 2020 a enero 2021. Fuente: OMM

De acuerdo con un informe elaborado por la cátedra de Climatología y Fenología Agrícolas de la FAUBA, se espera que el episodio de La Niña de este año sea moderado a intenso. La última vez que se registró un episodio intenso fue en 2010/2011, seguido por un episodio moderado en 2011/2012.

“La Niña es un fenómeno que produce un enfriamiento a gran escala de la temperatura de la superficie del océano en las partes central y oriental del Pacífico ecuatorial, además de otros cambios en la circulación atmosférica tropical: los vientos, la presión y las precipitaciones. En general, tiene efectos en el tiempo y el clima contrarios a los de El Niño, que es la fase cálida del fenómeno denominado El Niño-Oscilación del Sur (ENOS) , explicó Adela Veliz, docente de la cátedra de Climatología y Fenología Agrícolas de la FAUBA y coautora del informe con María Elena Fernández Long y Liliana Spescha, docentes de la misma cátedra.

Veliz aclaró que “El Niño y La Niña no son los únicos factores que condicionan las características climáticas a escala mundial y regional, y no hay dos episodios de La Niña o de El Niño que sean iguales. Sus efectos en los climas regionales pueden variar según la época del año y otros factores. Por ello, las instancias decisorias siempre deben consultar los pronósticos estacionales más recientes para obtener la información más actualizada”.

¿Cómo impacta La Niña en nuestro país?

Según el informe de la cátedra de Climatología y Fenología Agrícolas, en una amplia región del sudeste de Sudamérica, abarcando Paraguay, Uruguay, el sudeste de Brasil y la región de secano de la Argentina —que incluye la Mesopotamia y la Llanura Chaco-Pampeana— se ha determinado una correlación directa entre el ENOS y las anomalías de precipitación.

“Es probable que durante el actual episodio de la fase fría del ENOS —es decir, La Niña 2020— en gran parte del Cono Sur ocurran precipitaciones inferiores a lo normal. En la Argentina, según información que brinda el Servicio Meteorológico Nacional, este año 2020 se ha reportado como el año más seco desde 1961, mientras que el mes de octubre resultó el más seco históricamente desde el ‘61”, comentó Veliz.


Mientras que el año 2020 es el más seco desde 1961 (figura de la izquierda), el presente mes de octubre es el más seco de ese mismo período (figura de la derecha). Fuente: SMN

En este sentido, el índice de sequía BHOA IMERG, desarrollado por Fernández Long y colaboradores, muestra las situaciones compatibles con sequía intensa a moderada en el extremo norte y centro de la Mesopotamia, el centro de la Región Chaqueña y el oeste de la Región Pampeana, entre otras.


A la izquierda, índice de sequía BHOA IMERG para toda la Argentina en el mes de octubre (fuente: CIAg-FAUBA). A la derecha, pronóstico de precipitación para los meses de noviembre y diciembre del 2020, y enero del 2021. Fuente: SMN

“Considerando la comunicación de la OMM y el pronóstico trimestral del Servicio Meteorológico Nacional, que indican precipitaciones inferiores a lo normal en gran parte del territorio, estamos ante una situación de alerta y monitoreo constante que contribuya a disminuir los riesgos. Por otro lado, si bien se ha consolidado el enfriamiento en el Pacifico ecuatorial, se está sosteniendo el calentamiento en el Océano Atlántico a lo largo de la costa del sur de Sudamérica. Ese calentamiento que se observa en el sur de Brasil es muy importante para la Argentina porque implica que seguirá habiendo ingreso de aire húmedo desde el norte”, señaló Adela.


Anomalías de la temperatura superficial del mar en octubre de 2020. Período de referencia 1981-2010. Fuente: NOAA-NCEP/CPC


Detalle del agua útil en la capa arable al 31 de octubre de 2020. Fuente: CIAg-FAUBA

Y, a modo de conclusión, hizo hincapié en que no se debe confundir este cambio de circulación regional con La Niña. “Estas lluvias nos dan una pauta de que los fenómenos de escala regional pueden atenuar o potenciar el efecto de La Niña en nuestra región. Estos episodios de lluvia han cambiado significativamente el contenido de agua del suelo en pleno inicio de la campaña gruesa, especialmente en el este de la Región Pampeana”, cerró.

jueves, 22 de agosto de 2019

Argentina. Encuentran agroquímicos en el aire en áreas urbanas de Entre Ríos

Jueves 22 de agosto de 2019
Fuente:
http://sobrelatierra.agro.uba.ar/encuentran-agroquimicos-en-el-aire-en-areas-urbanas-de-entre-rios/
Bandera de Argentina



Encuentran agroquímicos en el aire en áreas urbanas de Entre Ríos

Un estudio de la FAUBA y del INTA midió la presencia de glifosato en las partículas que desde la atmósfera se depositan en el suelo del Municipio de Oro Verde. Lo detectó en varios momentos del año, tanto en el área rural como en la ciudad. Además, se registró cómo la población percibe este problema.

Pese a que en 2015 se sancionó una ordenanza que regula la aplicación de agroquímicos en el Municipio de Oro Verde, provincia de Entre Ríos, un estudio detectó que el herbicida glifosato cae desde la atmósfera sobre el suelo urbano y rural. Foto: avisosentrerios.com.ar
(SLT-FAUBA) En varias localidades de la Argentina, el límite entre el espacio rural y el urbano es cada vez más difuso, ya sea por el crecimiento de las ciudades como por el avance de la actividad agrícola. Estos procesos originaron debates sobre la producción primaria y sus impactos ambientales; entre éstos, la aplicación de agroquímicos ocupó un lugar preponderante. En este contexto, investigadores del INTA Paraná y de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) analizaron la presencia del herbicida glifosato en las partículas de la atmósfera que se depositan en la superficie del municipio de Oro Verde, Entre Ríos. Lo detectaron en el campo y en el casco urbano, incluso en períodos en los que se considera poco probable que se lo aplique en campos agrícolas de la zona.

Al igual que en muchas localidades del país, en Oro Verde, las áreas urbanas y las rurales se encuentran cada vez más en contacto. A partir de esto, surgen conflictos ambientales
“Como en muchas localidades del país, hace algunos años, el municipio de Oro Verde comenzó a crecer y la frontera entre el área rural y la urbana se volvió difusa. Esta situación aumentó la preocupación social por los impactos de la producción agrícola. Puntualmente, los habitantes se enfocaron en los posibles efectos negativos de los agroquímicos sobre la salud y el ambiente”, explicó Mariela Seehaus, investigadora del INTA Paraná y Magister Scientiae en Desarrollo Rural en la Escuela para Graduados ‘Ing. Agrónomo Alberto Soriano’ (EPG-FAUBA).
“Entre los años 2012 y 2013, los vecinos de Oro Verde realizaron movilizaciones que salieron en medios locales, provinciales y hasta en documentales. Estos reclamos derivaron en la sanción de una ordenanza municipal en el 2014 para regular el uso de agroquímicos. Se prohibieron las aplicaciones aéreas en el ejido de la localidad y se definieron distancias de restricción para las aplicaciones terrestres”, contó Seehaus.
“Si bien la legislación abordó el conflicto, no resolvió los problemas. En mi trabajo de maestría relevé de qué manera la población local percibía el conflicto. También busqué determinar, como una medida indirecta de la calidad del aire, la depositación de glifosato desde la atmósfera hacia la superficie terrestre”, sostuvo la investigadora, cuya tesis dirigió María Carolina Sasal, profesional del INTA Paraná, y co-dirigió María Carolina Feito, docente de la EPG-FAUBA e investigadora del Conicet.

Seehaus monitoreó 15 sitios en el Municipio de Oro Verde, distribuidos en centro de la ciudad, en las zonas de contacto urbano-rural y en las zonas rurales. Mariela usó dispositivos de vidrio recubiertos de papel aluminio capaces de capturar partículas que caen al suelo desde la atmósfera
Seehaus realizó un monitoreo de glifosato y de AMPA —el principal producto de degradación del herbicida— en 15 puntos de Oro Verde distribuidos en zonas urbanas, en barrios periurbanos y en las cercanías de lotes agrícolas. Las fechas de muestreo fueron tres: dos en las que se usa el agroquímico en la región y una que se consideró libre de aplicación en cultivos de granos. Los resultados revelaron la presencia de uno o ambos compuestos en más del 60% de los puntos, en los tres momentos de medición y en las tres áreas mencionadas.
“Estos resultados nos llevan a indagar qué otros factores influyen sobre la dinámica del glifosato y el AMPA en la atmósfera, además de la cercanía a los campos agrícolas o las fechas de aplicación en cultivos de granos. Nuestro trabajo representó un aporte valioso a los escasos estudios sobre herbicidas en la atmósfera que existen a nivel nacional e internacional y, a su vez, nos permitió vincular las mediciones realizadas con la preocupación de los habitantes sobre la contaminación del aire”, afirmó Seehaus.

Escuchar a la gente para pensar soluciones

Seehaus y Sasal se contactaron con los habitantes del municipio entrerriano a fin de conocer cómo percibían los potenciales riesgos de la aplicación de agroquímicos en la zona. “En las encuestas, más del 60% de la población urbana consideró que es un problema que afecta al ambiente y, en particular, a la calidad del aire”, dijo Mariela.

La investigadora visitó hogares ubicados en diferentes partes de Oro Verde y encuestó a 358 personas
Asimismo, agregó que al entrevistar a aquellos vecinos que habían participado de los reclamos rescató opiniones diversas. Muchas personas consideraron que haría falta un mayor control estatal para destrabar el conflicto. Mariela también registró visiones contrapuestas respecto al grado de confianza o desconfianza en las instituciones a cargo de tratar políticamente esta cuestión.
En cuanto a las propuestas de solución, Seehaus destacó que mientras una parte de la sociedad expresó su conformidad con la legislación vigente, otra parte indicó que, además de esta medida, se deberían promover modelos de producción alternativos. De todas maneras, la gran mayoría de los consultados se manifestó a favor de planificar mucho mejor el crecimiento de la ciudad. La investigadora sugirió que para avanzar en la resolución de los problemas se deberían tener en cuenta estas percepciones.
“Esta investigación fue un estudio de caso, pero la situación también se da en muchas otras localidades de la Región Pampeana y de zonas extra-pampeanas. Hay una realidad más amplia, que es la tensión que existe cuando se encuentran próximos los usos residenciales y productivos de la tierra. Integrar la percepción de la gente con mediciones cuantitativas es imprescindible para abordar este tipo de problemáticas socio-ambientales”, reflexionó.

martes, 24 de mayo de 2016

Argentina. Desarrollan un test de detección de glifosato

martes 24  de mayo de 2016
http://sobrelatierra.agro.uba.ar/desarrollan-un-test-de-deteccion-de-glifosato/
Bandera de Argentina


Argentina. Desarrollan un test de detección de glifosato

El Glifotest es un sensor para detectar el herbicida de manera rápida y sencilla en muestras de agua, suelo y alimentos, mediante bacterias modificadas genéticamente.

La imagen es meramente ilustrativaLa imagen es meramente ilustrativa
Esta nota fue leída 37638 veces.
(SLT-FAUBA) Inspirados en el popular test de embarazo, un grupo de estudiantes y docentes de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) está desarrollando el Glifotest, un dispositivo que podría servir para detectar glifosato en muestras de agua, suelo y alimentos, entre otras, de manera rápida, efectiva y económica, sin la necesidad de utilizar equipamientos complejos y costosos que se encuentran en laboratorios.
IMG-20160310-WA0039
“Al poner una gota de agua o de una solución hecha a partir de muestras de suelo, alimentos o lo que queramos analizar sobre la tira reactiva, la bacteria se hidratará y se teñirá de un color azul intenso ante la presencia de glifosato”
La iniciativa se presentó recientemente en la competencia científica sobre biología sintética TECNOx, realizada en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, donde participaron distintas universidades de América latina. Allí, el proyecto de la FAUBA fue destacado con el “Premio al trabajo en comunidad y la colaboración”.
“La biología sintética es la ciencia y la técnica que se encarga de diseñar y construir bloques de genes que confieran a organismos características y funciones nuevas, que no existen en la naturaleza. Bajo este contexto se decidió desarrollar un test de detección de glifosato, en principio en muestras de agua, mediante una coloración diferencial de bacteriasEscherichia coli modificadas genéticamente. A este dispositivo lo llamamos Glifotest”, explicó Pablo Peralta Roa, investigador de la cátedra de Genética de la FAUBA.
Peralta Roa se embarcó en el proyecto en agosto de 2015 junto a Sergio Ghio, también docente de la misma cátedra, y a un grupo de siete estudiantes de las carreras de Ciencias Ambientales y de Agronomía de la FAUBA, quienes también contaron con el apoyo del jefe de cátedra Gustavo Schrauf. El equipo se completa con los estudiantes Evelina María Caparros Frentzel, Ximena Romano, Victoria de la Paz Bernasconi Torres, Daniel Franck, Luis Francisco Magni, Guillermo Saá y Lautaro Castro.
El grupo se conformó específicamente para participar de TECNOx, basado en la competencia internacional de biología sintética iGEM, donde se propone que un instructor graduado (docente o investigador) ofrezca un espacio, un marco institucional y contención a un grupo interdisciplinario de estudiantes de grado para que desarrollen un trabajo científico que aborde un problema regional. La idea es que los estudiantes sean quienes elijan el problema, diseñen el proyecto y lo ejecuten.
IMG-20160419-WA0007
El grupo se conformó para participar de la competencia TECNOx, con el objetivo de encarar una problemática con impacto social desde la biología sintética
“Queríamos encarar una problemática con impacto social desde la biología sintética”, dijo Castro. Al respecto, se refirió al “elevado uso y abuso del glifosato (ingrediente activo de varios herbicidas utilizados a escala mundial para el control de malezas en áreas agrícolas y urbanas), que generó polémicas en cuanto a problemáticas de tipo social y ambiental, y que preocupa a la población por su presencia no deseada en alimentos y por sus efectos sobre la salud humana, sin descartar la contaminación que conlleva en los ecosistemas edáficos y acuáticos”.
“Hay estudios que indican haber detectado glifosato en insumos sanitarios y de higiene personal masivo tales como gasas, hisopos, toallas femeninas, pañales, entre otros. Por eso quisimos hacer un biosensor de glifosato rápido, efectivo y económico”, agregó Peralta Roa, y señaló que la iniciativa permitiría obtener importantes ventajas frente a las técnicas actuales: “Para detectar glifosato hoy se necesita un equipo costoso de laboratorio y profesionales especializados. En cambio, con la bacteria modificada genéticamente y fijada a una cinta de plástico, cualquier persona puede realizar el test en su casa o incluso en el arroyo que le genera inquietud”.
“Al poner una gota de agua o de una solución hecha a partir de muestras de suelo, alimentos o lo que queramos analizar sobre la tira reactiva, la bacteria se hidratará y se teñirá de un color azul intenso ante la presencia de glifosato”, sostuvo, y advirtió que hasta ahora el proyecto se encuentra en la fase experimental: “Hemos aislado los genes necesarios a partir de otros microrganismos e insertado en nuestra bacteria para que cumpla con la función deseada. Pronto sabremos cómo se comporta la misma a distintas concentraciones de glifosato”, adelantó.
En primera instancia, las investigaciones apuntan a desarrollar un dispositivo para saber si hay presencia o no glifosato en una muestra. Sin embargo, en el futuro la iniciativa también podría permitir detectar diferentes concentraciones del herbicida, a partir de distintos colores.

viernes, 9 de marzo de 2018

Argentina. Herramienta satelital para predecir rendimiento de colmenas

viernes 9 de marzo de 2018

http://www.infocampo.com.ar/una-herramienta-permite-saber-los-rendimientos-de-las-colmenas-por-imagenes-satelitales/
Bandera de Argentina




La expansión de la frontera agrícola es un tema recurrente entre los productores apícolas del centro de la provincia de Buenos Aires, quienes afirman que ese proceso desplaza la actividad a zonas marginales y aumenta la incertidumbre en los rendimientos. Por ello, investigadores de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) analizaron por medio de satélites la relación entre la superficie de cultivos agrícolas, la disminución de la vegetación natural y la cosecha anual de miel. El estudio reveló una tendencia negativa en los rindes con apenas 10-15% de aumento en el área cultivada, y estableció el período clave para la producción apícola: el bimestre noviembre-diciembre. Con esta metodología, los apicultores podrán evaluar con mayor precisión la disponibilidad de recursos melíferos para las abejas y predecir con más certeza la producción final de miel de sus apiarios, según informó la Agencia de Divulgación Científica, Sobre La Tierra (SLT-FAUBA).
“Detectamos la ventana temporal y las necesidades de cobertura vegetal que determinan la producción de miel. La productividad de los pastizales en los meses de noviembre y diciembre define, en gran medida, la cantidad de miel que vamos a cosechar en meses posteriores. En este período las colmenas se fortalecen, para luego aprovechar mejor los picos de flujo de néctar”, sostuvo Carlos Muñoz, apicultor y reciente graduado de la Especialización en Teledetección y sistemas de información geográfica aplicados al estudio de los recursos naturales y la producción agropecuaria, de la FAUBA.
Por su parte, Gervasio Piñeiro, docente de la FAUBA y director de la especialización, resaltó el valor de brindarle herramientas a los apicultores: “A partir de estos resultados generamos una metodología que, basada en imágenes satelitales, les permite a los productores estimar sus cosechas anuales con varios meses de anticipación. Es un aporte interesante para planificar el manejo de las colmenas y las coberturas vegetales, en este contexto de incertidumbre que les genera el avance de la agricultura”.
demás, Muñoz agregó: “Si bien le damos mucha importancia a los cultivos de verano por su aporte de néctar, también vimos que se debe tener en cuenta a los cultivos de invierno. En noviembre o diciembre, con el trigo y la cebada madura o ya cosechada, los campos quedan con escasa o nula vegetación, cuando, justamente, este período es fundamental para el desarrollo de las colmenas”.

Agricultura y miel

Muñoz le comentó al sitio de divulgación científica Sobre La Tierra que decidió realizar sus estudios de posgrado para investigar los efectos negativos de la agricultura sobre su actividad. “Es un tema que inquieta a muchos apicultores. Estudiamos desde la campaña 2007 hasta la 2015 con herramientas satelitales y vimos que el rendimiento de miel cayó en todos los apiarios que sufrieron un aumento de la superficie agrícola a su alrededor. Si bien en Tapalqué la agricultura es incipiente, a partir de un 10 o 15% de cambio en el uso de la tierra ya se pueden ver impactos en la producción de miel”.
En este sentido, explicó: “Mientras más especies vegetales estén presentes alrededor de los apiarios, más flores habrá durante las etapas clave para el desarrollo de las colmenas. Los cultivos aportan flores y néctar, pero en períodos muy cortos y, además, muchas veces los suelos quedan desnudos luego de las cosechas. Claramente, la agricultura reduce la diversidad de flores y de néctar para la producción de miel”, según publicó SLT-FAUBA.

En el espacio, pero cerca

Piñeiro se refirió a las ventajas de este tipo de estudios: “Las imágenes satelitales son herramientas accesibles y de uso relativamente sencillo. La construcción de mapas a partir de imágenes satelitales ayuda a entender los mecanismos que afectan la ecología de los sistemas de producción”.
“Usando estas imágenes, detectamos y ubicamos las colmenas y, a partir de ellas consideramos un radio de 2000 metros de área de exploración de las abejas. Luego, superpusimos ese área con la superficie ocupada por cultivos de verano e invierno. A su vez, vimos los rendimientos promedios de miel por colmena. Así, pudimos analizar temporal y espacialmente la producción de miel y su relación con la cobertura vegetal circundante”, explicó Muñoz.
“Las imágenes satelitales tienen un campo de acción muy amplio. En la actualidad, estamos trabajando con proyectos de desarrollo agrícola relacionados con impactos ambientales y los abordamos con metodologías satelitales. En el caso concreto de esta investigación, abre un abanico muy interesante para la apicultura en la Argentina”, cerró.

jueves, 17 de octubre de 2019

Argentina. Glifosato y supervivencia de las abejas

jueves 17 de octubre de 2019
Fuente:
https://www.infocampo.com.ar/un-estudio-demuestra-que-el-glifosato-tiene-un-impacto-negativo-en-las-abejas-de-miel/?fbclid=IwAR3BYl7vnXSQmiqd-ZTC09fcPIKrDGKnHMY88o30orPWrjsD_StcmZslNeY
Bandera de Argentina
Marcelo Becerra ha compartido un enlace.


FACUNDO
MESQUIDA
PERIODISTA

Un estudio demuestra que el glifosato tiene un impacto negativo en las abejas de miel

El estudio en conjunto entre dos facultades de la UBA encontró que la presencia de este agroquímico en el alimento de las larvas impactó de forma negativa en su supervivencia al retrasar su crecimiento y disminuir el tamaño que alcanzan de adultos.
                 de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires(SLT-FAUBA),asegura que “la abeja de la miel es la polinizadora principal de muchos cultivos agrícolas. En los campos, el insecto debe convivir con una gran cantidad de agroquímicos en el ambiente. Sin embargo, existen pocas investigaciones que abordan los impactos de estos compuestos sobre el polinizador”.
En este contexto, un estudio de las facultades de Agronomía de la UBA (FAUBA) y de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA (FCEN) analizó el efecto del herbicida que más se usa en el mundo, el glifosato, sobre el desarrollo de las larvas de esta abeja.
×
“Para eso, criamos larvas de abeja en el laboratorio y les proporcionamos alimento con glifosato, una situación similar a la que podría ocurrir en un entorno agrícola. Lo que encontramos fue que las larvas se desarrollaron más lentamente; es decir, muchas de ellas tardaron más en convertirse en adultas y alcanzaron pesos más bajos que las que no ingirieron glifosato. Estos resultados muestran que, aun cuando las dosis que usamos no fueron letales, las consecuencias a largo plazo serían negativas para la supervivencia de las abejas”, advirtió Walter Farina, docente del Departamento de Biodiversidad y Biología Experimental de la FCEN e investigador del Instituto de Fisiología, Biología Molecular y Neurociencias(FCEN-UBA/IFIBYNE-Conicet).“El herbicida se aplica en los agroecosistemas para evitar que las malezas reduzcan los rendimientos de los cultivos. Cuando las abejas se alimentan de las flores, muchas veces llevan glifosato a la colmena. Entonces, en el momento que nacen las larvas dentro del panal, ingieren miel con trazas de este agroquímico. Nosotros quisimos ver cómo esto afecta su desarrollo”, explicó Jorge Zavala, docente de la cátedra de Bioquímica de la FAUBA e investigador del instituto INBA (UBA-Conicet) al portal de noticias científicas.
Sobre la base del estudio publicado en la revista Plos One, que surgió de la tesis doctoral de Diego Vázquez (IFIBYNE-Conicet), Walter señaló que al crecer más lentamente —hasta un 40%— algunas abejas podrían no llegar al estado adulto, y si lo consiguieran, lo harían con un tamaño pequeño —hasta un 30%—. Esto implica niveles de reservas menores y un sistema inmune empobrecido, lo cual reduce la probabilidad de que la colmena sobreviva a períodos de bajos recursos y puede alterar su dinámica poblacional.
SLT-FAUBA sostiene en su publicación que “de todas formas, Zavala aclaró que a pesar de que la información genética dentro de la colmena era la misma, las abejas respondieron diferente a los efectos del glifosato. Esto se relacionó con la ocurrencia (o no) de situaciones previas de estrés de exposición al glifosato. El efecto tóxico de este herbicida también fue evaluado mediante el análisis genético de los insectos”.

Detox

Zavala afirmó que todos los animales tenemos la capacidad de reducir el impacto de ciertas sustancias tóxicas que contienen los alimentos. “Por ejemplo, estos mecanismos nos permiten detoxificar la cafeína del café. Podemos detectar cuándo están funcionando al mirar la ‘actividad’ de ciertos genes. Los insectos también tienen esos genes, que les sirven para reducir la toxicidad de los insecticidas”.
El científico añadió a SLT-FAUBA que hasta hace un tiempo se creía que el glifosato sólo afectaba a las plantas, pero que en su investigación observaron los genes de las abejas para confirmar que resultó tóxico para ellas. “Pudimos detectar efectos negativos a pesar de que usamos dosis de glifosato más bajas, incluso, que las que encontramos en las colmenas a campo”.

¿Hay futuro?

“A partir de investigaciones similares a la nuestra sabemos que las abejas expuestas al glifosato pueden tener dificultades para percibir el dulzor de un néctar y también para aprender la relación entre un olor floral y la recompensa. Esto agrava la situación de las polinizadoras, ya que la flora nativa en los agroecosistemas está empobrecida y cada vez se deben esforzar más para hallarla”, contó Farina.
Además, para concluir, Farina indicó que las colmenas sufren impactos negativos más complejos que los que hallaron en sus estudios en laboratorio, ya que en los campos existe una complejidad mayor. “Se aplica más de un agroquímico y las colmenas sufren muchos otros estreses que producen respuestas diferentes en las abejas. Por ello, a futuro vamos a continuar y profundizar estas investigaciones conjuntas en lotes productivos”, concluye la publicación de Sobre La Tierra.
Print Friendly, PDF & Email
15.10.2019 |Por Facundo Mesquida