lunes, 21 de noviembre de 2011

Colombia. Se prepara para exportar miel

lunes 21 de noviembre de 2011
http://www.unperiodico.unal.edu.co/dper/article/colombia-se-prepara-para-exportar-miel-2/index.html
Noticia enviada por Telmo Martinez a lapisada
Bandera Colombia

Colombia se prepara para exportar miel
Con esta nariz electrónica se realizan análisis sensoriales de la miel y se extraen los rasgos característicos o “huellas” de cada aroma. - Andrés Felipe Castaño/Unimedios

Por: Elizabeth Vera Martínez, Unimedios
La definición del perfil aromático de la miel a través de una nariz electrónica, le permitirá a este producto de las abejas colombianas tener una denominación de origen. Así, el país se prepara para tener un sello de calidad de exportación, similar al del café colombiano. Mieles procedentes de Santander, Cundinamarca, Boyacá y Magdalena, son analizadas por investigadores para dar el primer paso hacia este registro de calidad.




Unimedios
Colombia es un país productor de miel por naturaleza. La variada vegetación de las regiones apicultoras es el ingrediente que le permite a esta sustancia tener cualidades específicas que la clasifican entre las mejores del mundo.

No es solo su sabor, textura y aroma. También a este subproducto de las abejas, se le han descubierto propiedades antibacterianas, con potencial para contrarrestar enfermedades en el ser humano. Al menos así lo señalan investigadores de la Universidad Nacional, que, a pasos agigantados, están avanzando en la búsqueda de una denominación de origen de las mieles colombianas con miras a su exportación. 

Para determinar sus rasgos, diferenciarlos y analizar la forma cómo se produce la miel en las regiones del país, especialistas del Instituto en Ciencia y Tecnología de Alimentos, Icta, utilizan una herramienta sofisticada llamada nariz electrónica.

Este equipo consta de diez sensores que perciben diferentes compuestos y permiten obtener una huella olfativa parecida a la huella digital, única y propia. Luego, no solo se puede grabar, sino comparar y caracterizar para clasificar la miel.

Así será posible monitorear el aroma de las mieles con fines de exportación, vida útil en estantería, tipo de empaque, estandarización de tiempos y modos de producción, además, control de calidad en líneas completas de producto.

“Las muestras hasta hoy estudiadas arrojan perfiles diferentes. Cuando se agrupen por regiones se podrá evidenciar también la diversidad de gérmenes, lo cual será de gran impacto”, explicó Judith Figueroa, microbióloga de la Facultad de Medicina Veterinaria y de Zootecnia, quien asegura que con esta información los productores podrán avanzar hacia el sello de calidad de la miel colombiana, así como el logrado por el café.

Y es que esta investigación, desarrollada en el Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos, ICTA, con el apoyo del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural y algunas asociaciones de apicultores del país, apunta no solo a caracterizar este sector de la apicultura sino a  proteger la miel de las imitaciones.

El trabajo mancomunado entre el sector académico y las asociaciones campesinas ha permitido compartir experiencias y habilidades que desembocan en el mejoramiento de la cadena productiva. Esto se ha logrado a través de actividades enfocadas a la validación de metodologías que permiten medir en forma confiable las propiedades fisicoquímicas de las mieles, y a partir del desarrollo de mecanismos que conducen al conocimiento de las características propias del producto.

Por la misma ruta del café

Mucho se habla del sabor, delicada textura e infinidad de propiedades nutricionales, terapéuticas y cosméticas que tiene la miel. Esta sustancia es protagonista en aplicaciones que van desde acciones cicatrizantes, irritaciones de garganta, gripes, asmas, inflamaciones, úlceras gástricas, males del corazón, hasta su influencia positiva en enfermedades reumáticas y metabolismo hepático, por su contenido mineral y oligoelementos, sustancias naturales que el cuerpo necesita para crecer y desarrollarse en forma normal.

A pesar de su gran potencial, en Colombia hay pocos estudios científicos sobre el sector apícola, que bien podría representar un renglón productivo importante. A ello se suma la carencia de laboratorios certificados para la valoración de la calidad de los subproductos de la colmena.

Pues bien, lo que busca el proyecto Selección de indicadores fisicoquímicos mediante aplicación de nariz electrónica para la catalogación de productos apícolas, es reconfirmar estas cualidades pero a partir de estudios biológicos, químicos, físicos y palinológicos o análisis de su morfología externa. Esta información comprobada en laboratorio, es un estímulo suficiente para que los apicultores demanden un sello de calidad, como el obtenido por el café, hasta hoy único en Colombia, pues en el camino se quedó la denominación internacional del chocolate Santander.

El proyecto involucra cuatro de las regiones apícolas más importantes del país como son Cundinamarca, Boyacá, Santander y Magdalena. También tiene entre sus objetivos caracterizar las abejas nativas. Para ello cuenta con una de las investigadoras que más ha estudiado a estos insectos en el país, la bióloga Guiomar Nattes.

Como lo explicó la profesora Martha Quicazán, encargada de la parte química, “Además de establecer herramientas técnico–científicas para que los apicultores conozcan las propiedades de sus mieles, el programa apunta a que los consumidores sepan datos importantes como fecha de producción de la miel, lotes y reporte de las propiedades benéficas”.

Por buen camino va este producto que busca deleitar los paladares internacionales. Paso a paso, “se están juntando las características de sus propiedades, requeridas por la Superintendencia de Industria y Comercio, entidad que se encargará de aprobar la solicitud del sector apícola”, señala Consuelo Díaz, investigadora del Icta.


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