miércoles 13 de agosto de 2014
http://amqueretaro.com/2014/08/el-veneno-de-las-abejas-y-sus-propiedades-curativas/.html
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El veneno de las abejas y sus propiedades curativas
Martes, agosto 12, 2014
La apicultura no ha dejado de evolucionar y hoy ofrece nuevos usos en campos como la medicina o la selección genética
Algunos estudios indican que el hombre comenzó a controlar y manipular enjambres en el Neolítico y que fue en el antiguo Egipto cuando se consolidó la apicultura, una ciencia que no ha dejado de evolucionar y que hoy ofrece nuevos usos en campos como la medicina o la selección genética.
Si bien la miel fue en un primer momento la mejor y única manera de endulzar alimentos, pronto se descubrió su potencial curativo y paliativo de enfermedades. Las propiedades nutricionales de todos los productos que se extraen de una colmena (polen, jalea real o propóleo) han sido avaladas por rigurosos estudios clínicos.
Apiterapia, una alternativa médica
Hoy, la investigación va más allá; se trata de demostrar que el uso del veneno de las abejaspuede abrirle camino en el campo de la medicina alternativa, para el tratamiento de afecciones como el reúma, la artrosis, la psoriasis o, incluso, el cáncer.
Esta ciencia se ha venido a llamar apiterapia y en España existen ya apiterapeutas que la ponen en práctica en clínicas privadas; la técnica consiste en inyectar al paciente la apitoxina, o veneno de las abejas, sin dejar que se desprendan totalmente de su aguijón y, por tanto, evitar su muerte.
No obstante, estos estudios resultan muy costosos; “hacer un ensayo cuesta 800 mil euros (cerca de un millón 40 mil pesos mexicanos, al tipo de cambio de ayer) y las empresas no están dispuestas a arriesgar tanto”, ha señalado Miguel Ángel.
El veneno de las abejas
Las múltiples sustancias que contiene el veneno de abeja, como la melitina, la fosfolipasa o la apamina, se pueden emplear en el tratamiento de enfermedades musculares, circulatorias o cutáneas; se ha demostrado como un eficaz antídoto al envejecimiento, como antiinflamatorio, como cicatrizante o como vasodilatador.
Están desapareciendo
El abandono rural o la destrucción del hábitat de estos insectos polinizadores son solo una parte del problema; el uso generalizado y masivo de insecticidas y herbicidas en el campo es letal para las abejas y ha mermado su población en un 20 por ciento en los últimos 20 años.
Además, hongos, parásitos o ácaros atacan directamente al panal y contagian a enjambres enteros de enfermedades tan temidas como la Varroa, “que en el año 89 diezmó las colmenas y aún no hemos conseguido controlarla”, afirma Miguel Ángel, o la Nosemosis, en cuya erradicación “sólo sumamos algún pequeño logro”.
Agencias
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