Apicultores trabajando con colmenas en Álora (Málaga). Foto: Alex Zea
La miel andaluza, una de las mejores de España y de las más codiciadas en los países del norte de Europa, atraviesa uno de sus peores momentos.
A la lucha de los apicultores por conseguir un etiquetado que permita a los clientes saber la procedencia del producto que consumen, se han unido esta campaña la falta de lluvias y un verano adelantado que amenazan con reducir a la mitad la producción de la región.
Desde COAG Andalucía describen la situación como "bastante mala": "este año tenemos una sequía terrible en el campo andaluz y las colmenas son las más afectadas porque viven de las floraciones naturales en primer lugar y de los cultivos en segundo lugar. Hay muy pocas abejas porque la primavera ha sido muy corta", explica a "el Economista Andalucía" Ángel Díaz, responsable de Apicultura de la asociación agraria.
Producciones de miel andaluza como las de romero, sierra, azahar y cantueso ya han sufrido pérdidas considerables con cosechas inferiores al 50% con respecto a un año normal. A esto se suma que las altas temperaturas registradas en las últimas semanas de la primavera han provocado un avance en el estado fenológico de cultivos como el girasol, lo que puede provocar adelantada y muy corta. Las provincias de Cádiz y Almería son las zonas más afectadas por esta situación.
Los apicultores confían en que el inicio del verano sea suave y traiga algunas pequeñas precipitaciones que puedan salvar floraciones como las de eucalipto, retama o tomillo.
Andalucía cuenta actualmente con más de 4.500 explotaciones y cerca de 600.000 colmenas, el 63% de los pueblos andaluces tiene actividad apícola. La producción en una campaña normal ronda las 7.000 toneladas de miel, 300 de cera y unas 100 de polen, lo que aporta a la PFA más de 61,5 millones de euros. Todas esas cifras este año se verán reducidas a la mitad.
Sin embargo, la principal rentabilidad del sector apícola no económica sino medioambiental. Los expertos aseguran que el impacto económico es muy difícil de calcular, porque los apicultores ganan muy poco en comparación con lo que generan para el Medio Ambiente, ya que lo que polinizan las abejas tanto en flor natural como en cultivo otorga un gran beneficio a la naturaleza.
"Si los apicultores tenemos una mala campaña y nos cuesta recuperar las colmenas eso va en detrimento del medio ambiente", lamenta Díaz.
Desde COAG explican que esta merma en la producción de miel no se notará en el precio del mercado andaluz, ya que, la mayor parte de miel que se consume en Andalucía procede de China.
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Precisamente ese es otro de los hándicap del sector, que lleva años pidiendo al Gobierno central mayor información en el etiquetado para que los consumidores sepan el verdadero origen de la miel que consumen.
"Nosotros solo queremos que todo el mundo sepa de donde viene el producto que toman porque ahora solo pone mezcla de la UE y de fuera de la UE", señala el experto apícola
A esta situación se une un problema que asociaciones como Ecologistas en Acción llevan años denunciando y es la notable merma en el número de abejas viene padeciendo Andalucía a causa del uso de fuertes pesticidas en la agricultura que acaban con la mayoría de los insectos polinizadores.
"La culpa no la tiene el agricultor, porque la UE ha permitido que dentro de su territorio se autoricen productos químicos para matar insectos que son bombas atómicas que lo matan todo, nosotros lo que pedimos es que se regulen estos tratamientos químicos y que las grandes multinacionales hagan estudios para que no sean indiscriminados y no maten a todos los polinizadores", concluye el experto.
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