martes, 17 de abril de 2018

Argentina. Bees for Hope. Alianza sustentable de Coopsol y Laurent Marais para exportar miel con comercio sustentable basado en Comercio Justo y Protección del medio ambiente

martes 17 de abril de 2018
Bandera de Argentina

 Coopsol indicó que le gusta
Bees for Hope, una hermosa alianza por un comercio sustentable basado en los principios del Comercio Justo y la protección del medio ambiente.



La Cooperativa de Trabajo (COOPSOL) se ubica en la provincia de Santiago del Estero, Argentina y ha comenzado su actividad apícola desde 1992. Antes de la creación de la organización la miel se comercializaba a acopiadores a precios bajos y se perdía la trazabilidad de la misma ya que se mezclaba con miel de diversa calidad y origen.
COOPSOL es una cooperativa cuyos colmenares son gestionados por la población local. Los y las apicultoras miembros de COOPSOL entienden que es necesario agregar valor para poder sostener económicamente una red de productores (as).
Solo con la miel convencional no se puede lograr una diferencia en favor del productor (a) y sostener los costos de logística, capacitación, asistencia técnica y mejora de los / las productores (as). Entonces, pensaron en una estrategia diferente. A partir de esta idea la organización ha venido trabajando en producción de miel orgánica, miel certificada Fairtrade y mieles monoflorales.
Hoy en función de esto han creado una marca “Bees for Hope” con la cual piensan vender directamente desde Francia al norte de Europa. Bees for Hope es una iniciativa que surge de la cooperación entre la cooperativa y un socio estratégico, Laurent Marais. Como parte del proyecto, ambos socios crean valor mutuo bajo la base de compartir una visión del trabajo y un objetivo: el comercio sustentable.
Además, los / las pequeños (as) apicultores (a) comparten recursos, equipos y conocimientos para mejorar los rendimientos y aumentar su influencia en el mercado.
COOPSOL es el primer proveedor de Bees for Hope y está integrado en todos los niveles del proceso de toma de decisiones, incluyendo un puesto en la junta directiva. En cada frasco de la iniciativa aparece la cooperativa que produjo la miel y la comunidad local que la recolectó. De esta forma se empodera la miel de calidad y las manos de aquellas personas que la cultivan, pagando un precio justo y trabajando de forma colaborativa.


La Cooperativa de Trabajo (COOPSOL) se ubica en la provincia de Santiago del Estero, Argentina y ha comenzado su actividad apícola desde 1992. Antes de la creación de la organización la miel se comercializaba a acopiadores a precios bajos y se perdía la trazabilidad de la misma ya que se mezclaba con miel de diversa calidad y origen.
COOPSOL es una cooperativa cuyos colmenares son gestionados por la población local. Los y las apicultoras miembros de COOPSOL entienden que es necesario agregar valor para poder sostener económicamente una red de productores (as).
Solo con la miel convencional no se puede lograr una diferencia en favor del productor (a) y sostener los costos de logística, capacitación, asistencia técnica y mejora de los / las productores (as). Entonces, pensaron en una estrategia diferente. A partir de esta idea la organización ha venido trabajando en producción de miel orgánica, miel certificada Fairtrade y mieles monoflorales.
Hoy en función de esto han creado una marca “Bees for Hope” con la cual piensan vender directamente desde Francia al norte de Europa. Bees for Hope es una iniciativa que surge de la cooperación entre la cooperativa y un socio estratégico, Laurent Marais. Como parte del proyecto, ambos socios crean valor mutuo bajo la base de compartir una visión del trabajo y un objetivo: el comercio sustentable.Además, los / las pequeños (as) apicultores (a) comparten recursos, equipos y conocimientos para mejorar los rendimientos y aumentar su influencia en el mercado.
COOPSOL es el primer proveedor de Bees for Hope y está integrado en todos los niveles del proceso de toma de decisiones, incluyendo un puesto en la junta directiva. En cada frasco de la iniciativa aparece la cooperativa que produjo la miel y la comunidad local que la recolectó. De esta forma se empodera la miel de calidad y las manos de aquellas personas que la cultivan, pagando un precio justo y trabajando de forma colaborativa.

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