jueves 19 de setiembre de 2019
Fuente:
http://api-cultura.com/las-desventajas-del-azucar-invertida-para-las-colmenas/
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Las desventajas del azúcar invertida para las colmenas
Desde hace ya un tiempo considerable se puso de moda el uso de azúcar invertida para la alimentación
de las colmenas. Se trata de una sacarosa, azúcar blanco, sometido a un proceso de acidificación y
temperatura para trabajarla industrialmente. Contiene la enzima beta-fructofuranosidasa, que desdobla
la sacarosa en sus dos componentes, glucosa y fructosa.
Los vendedores de ese producto descubrieron ya hace tiempo un nuevo sector de mercado al utilizarlo
como alimento apícola, y entraron en él con un argumento de venta: “está desdoblado por lo que es
más fácil de asimilar“. Efectivamente, la abeja y nosotros tenemos que desdoblar la sacarosa en glucosa y fructosa, y luego la glucosa en fructosa, para poder fragmentarla y usarla en otros compuestos o quemarla para producir energía. Para eso
tenemos unas enzimas en la saliva, ellas y nosotros. Pero el organismo no va a dejar de fabricar esas
enzimas y de ponerlas en la saliva entre el azúcar que entre. Y las enzimas no se “gastan”, son una
especie de mamporreros que llevan a una molécula a su posición de reacción y quedan libres para
volver a actuar; aunque evidentemente hay una cierta pérdida de moléculas con el tiempo. O sea que
darles la sacarosa “desdoblada” es más un argumento de venta que una ventaja, señaló el especialista
Gómez Pajuelo en un artículo que nuestro medio presenta periodísticamente.
Un dato clave es que el proceso de calentamiento de la sacarosa para “desdoblarla” produce HMF, en
cantidades variables según cómo se haya hecho, y éste es totalmente tóxico para las abejas. Aunque no
hay acuerdo en la bibliografía sobre cuál es el nivel de toxicidad, hay datos bibliográficos de toxicidad
para abejas enjauladas en laboratorio a partir de unos 50 mg/kg de HMF, y según Gómez Pajuelo las
cifras más realistas son a partir de 150 mg/kg, lo cual habla a las claras de una enorme desventaja.
El azúcar de remolacha invertido se usa también para adulterar la miel, por ello hay en el mercado
técnicas analíticas muy avanzadas, que se usan habitualmente, para detectar su presencia.Por ello, si
hay un almacenamiento de parte del azúcar invertido en los panales, puede haber subida de HMF en la
miel si se ha invertido caseramente, restos del ácido utilizado. Y, sobre todo, cuando se usa azúcar
invertido industrialmente y en cantidad, hay presencia de sustancias no propias de la miel, que inhabilitan esa partida para el mercado.
de las colmenas. Se trata de una sacarosa, azúcar blanco, sometido a un proceso de acidificación y
temperatura para trabajarla industrialmente. Contiene la enzima beta-fructofuranosidasa, que desdobla
la sacarosa en sus dos componentes, glucosa y fructosa.
Los vendedores de ese producto descubrieron ya hace tiempo un nuevo sector de mercado al utilizarlo
como alimento apícola, y entraron en él con un argumento de venta: “está desdoblado por lo que es
más fácil de asimilar“. Efectivamente, la abeja y nosotros tenemos que desdoblar la sacarosa en glucosa y fructosa, y luego la glucosa en fructosa, para poder fragmentarla y usarla en otros compuestos o quemarla para producir energía. Para eso
tenemos unas enzimas en la saliva, ellas y nosotros. Pero el organismo no va a dejar de fabricar esas
enzimas y de ponerlas en la saliva entre el azúcar que entre. Y las enzimas no se “gastan”, son una
especie de mamporreros que llevan a una molécula a su posición de reacción y quedan libres para
volver a actuar; aunque evidentemente hay una cierta pérdida de moléculas con el tiempo. O sea que
darles la sacarosa “desdoblada” es más un argumento de venta que una ventaja, señaló el especialista
Gómez Pajuelo en un artículo que nuestro medio presenta periodísticamente.
Un dato clave es que el proceso de calentamiento de la sacarosa para “desdoblarla” produce HMF, en
cantidades variables según cómo se haya hecho, y éste es totalmente tóxico para las abejas. Aunque no
hay acuerdo en la bibliografía sobre cuál es el nivel de toxicidad, hay datos bibliográficos de toxicidad
para abejas enjauladas en laboratorio a partir de unos 50 mg/kg de HMF, y según Gómez Pajuelo las
cifras más realistas son a partir de 150 mg/kg, lo cual habla a las claras de una enorme desventaja.
El azúcar de remolacha invertido se usa también para adulterar la miel, por ello hay en el mercado
técnicas analíticas muy avanzadas, que se usan habitualmente, para detectar su presencia.Por ello, si
hay un almacenamiento de parte del azúcar invertido en los panales, puede haber subida de HMF en la
miel si se ha invertido caseramente, restos del ácido utilizado. Y, sobre todo, cuando se usa azúcar
invertido industrialmente y en cantidad, hay presencia de sustancias no propias de la miel, que inhabilitan esa partida para el mercado.
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