Por Adalys Pilar Mireles
Pinar del Río, Cuba, 6 jun (PL) Científicos cubanos amplían hoy las investigaciones sobre la abundante y diversa flora melífera de la península de Guanahacabibes, con variedades favorecidas por los proyectos conservacionistas de esa Reserva de la Biosfera.
Los especialistas de la Casa de la Miel del territorio, única de su tipo en Cuba, lideran esos estudios en una zona distinguida por su rica tradición apícola, que data de la época colonial.
Conocida también como El Cabo, en la demarcación crece más de un centenar de especies melíferas, libres de agentes contaminantes por su ubicación en un sitio de máxima preservación, aseguró a Prensa Latina Lázaro Márquez, director del Parque Nacional Guanahacabibes.
Tenemos el sueño - añadió- de poder establecer una denominación de origen o marca para las mieles de la región, con fines comerciales.
En su opinión se trata de un producto exclusivo, obtenido en un área altamente conservada, que abriga a la mayor reserva forestal de la isla.
La Casa de la Miel constituye un espacio peculiar el cual rebasa las fronteras del recinto expositivo para impulsar proyectos de investigación sobre la vegetación local, explicó.
Suerte de viaje por la historia de la apicultura, el museo exhibe reliquias de ese renglón económico, entre las que sobresale una colección de equipos y herramientas empleados en el trabajo con las colmenas.
La instalación reverencia también el legado de Francisco Varela "Fico", figura emblemática de la cultura apícola en la localidad, hábitat de una de las últimas selvas del Caribe.
Situado en el límite occidental del archipiélago, el paraje cobija a tres de las siete especies de tortugas marinas que existen en el orbe, aves migratorias, iguanas, venados y jutías.
Este privilegiado escenario, recuperado ya de los embates de devastadores huracanes, atesora un colmenar de valores excepcionales, aseveró Márquez.
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