domingo 31 de julio de 2011
http://blogs.publico.es/libre/2011/07/31/una-puerta-de-entrada-al-mundo-de-las-abejas-por-guillermo-malaina/
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Una puerta de entrada al mundo de las abejas, por Guillermo Malaina
Opinión
El Museo de las Abejas de Urretxu (Guipúzcoa) es una puerta para adentrarse en un panal y ser testigo directo de cómo viven, se organizan y trabajan decenas de miles de abejas en perfecta armonía. Es una oportunidad para conocer mejor este insecto, ser consciente de su importancia en el equilibrio de la naturaleza y, por supuesto, dejar de temerlo como a una amenaza. “La gente tiene miedo a lo desconocido, y también a las abejas”, lamenta Josune Epelde, que dirige este centro junto a su marido, Elías Otegi.
En la primera planta de este museo el visitante puede hacer un recorrido por la mitología, la historia de la apicultura, la polinización y los productos que se obtienen: miel, propóleos y la preciada cera usada antaño para hacer velas: “Cuenta la historia que el rey Carlos I mandó construir panales por toda la Península para producir cera suficiente que permitiera hacer velas e iluminar las iglesias. La cera de las abejas era muy importante hasta que llegaron la parafina y la electricidad”, recuerdan.
La segunda planta del museo está dedicada ya a mostrar la vida de las abejas. El visitante puede observar a través del cristal la vida dentro de una colmena: cómo las abejas obreras rodean a la reina para protegerla, cómo una abeja hace vibrar continuamente sus alas y gira casi en círculo para enseñar a las demás que ha encontrado la floración, cómo están las blancas larvas en los nidos de cría, cómo está guardada la miel, o cómo entran al panal cargadas de polen. Constituye todo un mundo ordenado, imposible de ver de otro modo en un entorno natural por la propia necesidad de las abejas de trabajar en plena oscuridad, totalmente escondidas.
Epelde considera fundamental la divulgación acerca de las abejas para que, por un lado dejen de ser observadas con temor y por otro, se adopten medidas para su conservación: “Las fumigaciones son una amenaza. Hace cinco años murieron miles de enjambres en Estados Unidos. Y saltó la alarma cuando los productores notaron las consecuencias: no hubo frutos”.
Así, uno de los ejes de este museo se centra en el trabajo con jóvenes estudiantes para que conozcan el valor de las abejas y adquieran una cultura ecológica. El centro está integrado en la red Natur Eskola Bizia, cuya finalidad es precisamente acercar a niños y jóvenes a la producción natural de alimentos.
Así, uno de los ejes de este museo se centra en el trabajo con jóvenes estudiantes para que conozcan el valor de las abejas y adquieran una cultura ecológica. El centro está integrado en la red Natur Eskola Bizia, cuya finalidad es precisamente acercar a niños y jóvenes a la producción natural de alimentos.
En el caso del Museo de las Abejas, los estudiantes que lo visitan en excursiones, además de conocer el mundo de las abejas y cómo producen miel, aprenden por ejemplo a fabricar velas con su cera, como se hacía antiguamente. Esta red está integrada además por otros productores, que permiten a los niños conocer otros campos mediante el juego. “Hacen abarcas, quesos de Idiazábal, pan, mermeladas… Es importante que los niños sepan de dónde vienen las cosas”, cuenta Epelde.
Museo de las abejas
Camino de Santa Bárbara, urretxu (guipúzcoa)
Abierto los fines de semana de 11 a 14 h. Entre semana, visitas concertadas.
Entrada: 3 euros, 2 euros en grupo. www.aikur.com.
Camino de Santa Bárbara, urretxu (guipúzcoa)
Abierto los fines de semana de 11 a 14 h. Entre semana, visitas concertadas.
Entrada: 3 euros, 2 euros en grupo. www.aikur.com.
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