domingo 14 de agosto de 2011
http://ocio.farodevigo.es/gastronomia/noticias/nws-27193-hay-anos-abejas-miel.html
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"Hay años de abejas; este es de miel"
El benigno clima del pasado invierno y primavera propició una buena cosecha
F.M. Pontevedra
"Hay años de abejas y años de miel; este año es de miel porque las abejas estuvieron en la colmena, trabajando", explicaba el apicultor Emilio Ramírez al alcalde, Miguel Lores, durante la inauguración de la "Feira do Mel" de Pontevedra. El certamen, que llega a su vigésimo primera edición, se celebra en la Praza de Ourense (al lado de A Ferrería) hasta el domingo 21.
Uno de los mayores productores del país, Rogelio Outeda, recordaba al alcalde que si desaparecen las abejas se extinguiría la humanidad, porque de la actividad de estos insectos depende la germinación de muchísimas plantas. Sin embargo la "especie" de los apicultores está en peligro de extinción. De los 6.000 profesionales que había en Galicia hace solo diez años, hoy quedan poco más de 3.000.
La caída es proporcional en la Feira do Mel de Pontevedra. Si hace unos años congregaba a una veintena de apicultores en la plaza de Méndez Núñez, ahora el pequeño vial situado ante el convento de San Francisco es espacio suficiente para acoger a los 9 profesionales que acuden a la muestra. Pero el producto sigue siendo "de primera calidad" –explica Claudio Fraga–, porque en esta actividad es casi imposible introducir técnicas artificiosas. Siguen siendo las abejas las que producen la miel y no hay otra forma de fabricarla, recuerda. Sin embargo el sector aqueja la falta de vocación de los hijos de los apicultores y los "embates" de los enemigos de las abejas, como el cambio climático en general, los incendios forestales, la contaminación ambiental, y ahora un nuevo avispón llegado de Francia, que mata a las abejas. Aún así los apicultores de Pontevedra pueden presumir de que su producto tiene demanda en países como Estados Unidos, Reino Unido, o Suiza, y de que sus mieles mantienen un consumo local fidelizado. Sus distintas variedades se podrán degustar durante toda esta semana en la feria de Pontevedra.
Uno de los mayores productores del país, Rogelio Outeda, recordaba al alcalde que si desaparecen las abejas se extinguiría la humanidad, porque de la actividad de estos insectos depende la germinación de muchísimas plantas. Sin embargo la "especie" de los apicultores está en peligro de extinción. De los 6.000 profesionales que había en Galicia hace solo diez años, hoy quedan poco más de 3.000.
La caída es proporcional en la Feira do Mel de Pontevedra. Si hace unos años congregaba a una veintena de apicultores en la plaza de Méndez Núñez, ahora el pequeño vial situado ante el convento de San Francisco es espacio suficiente para acoger a los 9 profesionales que acuden a la muestra. Pero el producto sigue siendo "de primera calidad" –explica Claudio Fraga–, porque en esta actividad es casi imposible introducir técnicas artificiosas. Siguen siendo las abejas las que producen la miel y no hay otra forma de fabricarla, recuerda. Sin embargo el sector aqueja la falta de vocación de los hijos de los apicultores y los "embates" de los enemigos de las abejas, como el cambio climático en general, los incendios forestales, la contaminación ambiental, y ahora un nuevo avispón llegado de Francia, que mata a las abejas. Aún así los apicultores de Pontevedra pueden presumir de que su producto tiene demanda en países como Estados Unidos, Reino Unido, o Suiza, y de que sus mieles mantienen un consumo local fidelizado. Sus distintas variedades se podrán degustar durante toda esta semana en la feria de Pontevedra.
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