miércoles 23 de noviembre de 2011
http://www.sintesisagraria.com/paginas/apicultura/completa.php?codigo=185604
La cantidad de colmenas cayó el 40 por ciento en La Pampa
¿En La Pampa, como en Río Negro, hay menos abejas por las cenizas del volcán Puyehue? La respuesta de la Dirección de Agricultura y Ganadería fue un contundente no. En ese organismo oficial calcularon que la caída de la población, en los últimos cinco años, fue entre un 30 y un 40 por ciento, y la adjudicaron al llamado "síndrome de despoblamiento".
La radiografía que trazaron técnicos de la dependencia oficial incluyó una serie de factores desencadenantes de ese fenómeno: la sobreexplotación de las colonias, años de sequía, inadecuada alimentación, ampliación de la frontera agrícola y una deficiente sanidad. "No hay una sola causa", dejaron bien en claro.
Los datos no son antojadizos, sino que están basados en las propias declaraciones de los productores ante Agricultura, que a su vez las envía al Registro Nacional de Producción Apícola (Renapa). Paralelamente, también se produjo una disminución en la cantidad de apicultores. Estimativamente bajaron de 1.300 a 900. "Quedaron los apicultores de pedigreé, los que siempre se dedicaron a esto y no los que sólo buscaron un beneficio cuando se produjo una expansión de la actividad en los 80 y 90", agregaron. Y destacaron que también influyó en la merma los controles más estrictos que empezaron a aplicarse en el sector.
A la hora de desmenuzar cada una de las causales, en Agricultura expresaron que históricamente los apicultores, al concluir una temporada, siempre dejaban miel para que se alimenten las abejas, pero que por la sobreexplotación esa miel fue sustituida por jarabes y azúcares y que ello no es lo mismo. Esa alimentación deficiente -o no natural- provoca un debilitamiento de las colmenas y así los insectos quedan expuestos a nuevas enfermedades y terminan muriendo.
- ¿Cómo es la cuestión de la frontera agrícola?, se preguntó.
- En los 80, cuando se produjeron las inundaciones en Buenos Aires, hubo apicultores que se vinieron a La Pampa y después, con el avance de la soja, se terminaron quedando. Hoy, con el avance de la soja y el maní en La Pampa, esos productores buscan otros lugares. Por eso eligen el jarillal en el monte pampeano.
Los técnicos detallaron que existe un circuito interprovincial en crecimiento que abarca Río Negro, Mendoza y La Pampa. A comienzos de la primavera arranca el traslado de las colmenas a las dos primeras provincias para aprovechar los pólenes de diversos frutos y en diciembre el regreso a la provincia.
Una contra para la miel pampeana es que la Unión Europea prohíbe la presencia de transgénicos en la miel y el polen para consumo humano y que Alemania no acepta los pólenes de maíz y trigo. "Por eso La Pampa está haciendo hincapié en que la miel del monte es un producto natural. Además, acá el polen es de girasol más que de trigo y maíz", indicaron en Agricultura.
Las expectativas oficiales son buenas para esta temporada y con precios convenientes. Un dato interesante es que los apicultores mantienen en la provincia 85 salas extractoras en buenas condiciones.
http://www.sintesisagraria.com/paginas/apicultura/completa.php?codigo=185604
La cantidad de colmenas cayó el 40 por ciento en La Pampa
¿En La Pampa, como en Río Negro, hay menos abejas por las cenizas del volcán Puyehue? La respuesta de la Dirección de Agricultura y Ganadería fue un contundente no. En ese organismo oficial calcularon que la caída de la población, en los últimos cinco años, fue entre un 30 y un 40 por ciento, y la adjudicaron al llamado "síndrome de despoblamiento".
La radiografía que trazaron técnicos de la dependencia oficial incluyó una serie de factores desencadenantes de ese fenómeno: la sobreexplotación de las colonias, años de sequía, inadecuada alimentación, ampliación de la frontera agrícola y una deficiente sanidad. "No hay una sola causa", dejaron bien en claro.
Los datos no son antojadizos, sino que están basados en las propias declaraciones de los productores ante Agricultura, que a su vez las envía al Registro Nacional de Producción Apícola (Renapa). Paralelamente, también se produjo una disminución en la cantidad de apicultores. Estimativamente bajaron de 1.300 a 900. "Quedaron los apicultores de pedigreé, los que siempre se dedicaron a esto y no los que sólo buscaron un beneficio cuando se produjo una expansión de la actividad en los 80 y 90", agregaron. Y destacaron que también influyó en la merma los controles más estrictos que empezaron a aplicarse en el sector.
A la hora de desmenuzar cada una de las causales, en Agricultura expresaron que históricamente los apicultores, al concluir una temporada, siempre dejaban miel para que se alimenten las abejas, pero que por la sobreexplotación esa miel fue sustituida por jarabes y azúcares y que ello no es lo mismo. Esa alimentación deficiente -o no natural- provoca un debilitamiento de las colmenas y así los insectos quedan expuestos a nuevas enfermedades y terminan muriendo.
- ¿Cómo es la cuestión de la frontera agrícola?, se preguntó.
- En los 80, cuando se produjeron las inundaciones en Buenos Aires, hubo apicultores que se vinieron a La Pampa y después, con el avance de la soja, se terminaron quedando. Hoy, con el avance de la soja y el maní en La Pampa, esos productores buscan otros lugares. Por eso eligen el jarillal en el monte pampeano.
Los técnicos detallaron que existe un circuito interprovincial en crecimiento que abarca Río Negro, Mendoza y La Pampa. A comienzos de la primavera arranca el traslado de las colmenas a las dos primeras provincias para aprovechar los pólenes de diversos frutos y en diciembre el regreso a la provincia.
Una contra para la miel pampeana es que la Unión Europea prohíbe la presencia de transgénicos en la miel y el polen para consumo humano y que Alemania no acepta los pólenes de maíz y trigo. "Por eso La Pampa está haciendo hincapié en que la miel del monte es un producto natural. Además, acá el polen es de girasol más que de trigo y maíz", indicaron en Agricultura.
Las expectativas oficiales son buenas para esta temporada y con precios convenientes. Un dato interesante es que los apicultores mantienen en la provincia 85 salas extractoras en buenas condiciones.
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