miércoles 14 de diciembre de 2011
http://ntrzacatecas.com/noticias/zacatecas/2011/12/12/afecta-la-inseguridad-su-venta-de-bunuelos-de-miel/

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Afecta la inseguridad su venta de buñuelos de miel
NTRzacatecas.com
Alejandra alonzo / ntrzacatecas.com
Alejandra alonzo / ntrzacatecas.com
Zacatecas.- En pleno Cerro de la Bufa, locales y visitantes pueden encontrar una golosina que remonta sus orígenes a las sociedades moriscas, luego pasó a España y finalmente en México ha desarrollado sus propias variedades: los buñuelos de miel, como los que vende don José Carmelo González.
Originario de Guadalajara Jalisco, don José lleva 17 años viviendo en el municipio de Pánuco, desde donde diariamente se traslada al centro turístico para ofrecer a los visitantes esta delicia que aprendió a fabricar en su tierra natal, y que trajo consigo al mudarse del vecino estado.
Con cinco kilos de buñuelos diarios y 51 años de edad, don José y su esposa Raquel Gómez López, sortean la vida y gracias a esta actividad comercial han logrado sacar adelante y dar estudios a sus cuatro hijos.
Don José asegura que de ahí sale para comer, sin embargo, él también es uno más de aquellos que resienten los efectos de la inseguridad, pues debido a ello “ya no hay turismo”, y las ventas han bajado mucho.
Pero eso no le impide seguir trabajando en la elaboración de este producto que según José Carmelo es originario del Estado de México, pues recordó que a los seis años en que empezó a vender los buñuelos, llegaron unos señores de quienes no recordó el apellido, pero provenientes del lugar antes citado.
Por el año 60 fue que se empezaron a vender en Guadalajara, y él se los trajo para Zacatecas, donde han tenido muy buena aceptación, lo que el comerciante más disfruta de su trabajo es que no tiene patrón que lo ande “regañando a cada rato”.
Mediante la venta de buñuelos ha conocido mucha gente, se ha hecho de gran cantidad de amigos, otro beneficio es que tampoco tiene que sujetarse a horarios, pues él es su propio patrón, sin embargo todos los días llega al cerro de la Bufa a las diez de la mañana y se va entre cinco y seis de la tarde.
La elaboración del producto le lleva tiempo, pues tiene que dejar unas tres horas reposando la harina, luego los tiene que dorar y posteriormente los enmiela, a la gente le gustan y durante la época navideña surte pedidos para cenas.
Se siente satisfecho de la vida que ha llevado, de que sus padres lo hayan enseñado a trabajar desde niño, la necesidad y las ganas de salir adelante es lo que a diario lo impulsan a levantarse y trasladarse de Pánuco al Cerro de la Bufa para vender sus buñuelos.
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