General Pico - Cooperativas y asociaciones de distintos lugares de La Pampa, se reunieron el miércoles último en Miguel Riglos y acordaron designar a un representante por cada zona del territorio provincial para solicitar una reunión con autoridades del Ministerio de la Producción y de la Subsecretaría de Asuntos Agrarios, durante la cual, entre otras medidas, plantearán la necesidad de declarar en emergencia la actividad apícola en la provincia.
Alberto Aníbal Marchesi, integrante de la Asociación de Productores Apícolas del Norte de La Pampa, dialogó ayer con LA REFORMA, y recordó que la actividad “viene castigada desde hace cuatro o cinco años, pero ahora se ha llegado a una situación límite y muy preocupante, ya que algunos productores están afrontando importantes pérdidas”.
“Veníamos con promedios que andaban en el orden de los 20 kg (por colmena), en algunos casos salvando los gastos y en otros más o menos, pero este año hay apicultores con rindes de 3 kg, incluso ya están alimentando, y otros que en la primera vuelta han sacado 6 o 7 kg, de modo que en la segunda podrán sacar 5 o 6, de modo que no alcanza para cubrir los gastos”, explicó.
Marchesi admitió que la situación era medianamente alentadora hasta noviembre, entre otras cosas porque las lluvias habían acompañado, “pero en diciembre las temperaturas empezaron a elevarse y llegaron los vientos calientes y todo cambió. En diciembre y enero prácticamente no llovió, que es la época en que en esta zona cosechamos”, graficó.
El productor reconoció que no sólo los factores climáticos han complicado la situación del sector apícola. “Antes había alrededor de un lote yuyos que ofrecían otra variedad de néctar, había más alfalfa. En cambio ahora, donde siembran soja no se encuentra otra cosa que la planta y tierra. La fumigación ha achicado mucho las superficies. Además, hay tipos de girasol a los que la abeja ni se acerca, porque son producto de semillas que ya vienen tratadas químicamente y directamente los pasan por arriba. Se encuentra algo de pasturas donde hacen ganadería, pero esta vez la alfalfa no funcionó como otros años; en diciembre ya estaba amarillenta y a fin de año estaba seca. Se ha achicado mucho la oferta de néctar para colmenas”, agregó.
La situación climática complicó la actividad no sólo en esta zona. “Fue año muy particular, se notó desde el principio, cuando a los grandes apicultores que van al Norte les falló. Ha sido un año muy seco en todas partes, es como que si esa condición climática se fuera corriendo a distintas zonas. De todos modos, por septiembre u octubre pensábamos que nos íbamos a salvar, porque pintaba bien. El monte estaba bien y mucha gente trasladó las colmenas a esa zona, pero resulta que esta vez el caldén no floreció en noviembre y cuando lo hizo ya era tarde”, describió.
Marchesi estimó que en La Pampa “actualmente debe haber no más de 900 productores apícolas. No lo sé con exactitud, pero calculo que no hay más que esa cantidad. Llegó a haber más de 1.100, pero de vez en cuando uno se entera de alguien que vende las colmenas, y a algunos ya les van quedando muy pocas”, señaló.
La situación puede ser de distinta gravedad si se trata de alguien que se dedica exclusivamente a la apicultura o la tiene como actividad anexa. “El que vive de otra cosa, a veces puede sobrellevar mejor este tipo de situaciones, más allá de que tenga que afrontar los costos y no siempre pueda cubrirlos. Para el que vive de la apicultura ya es otra cosa, el problema es más serio. Incluso a los productores más grandes se les complica, porque, por ejemplo, alguien que tiene 4 mil colmenas tiene que sacar más de 300 tambores, y resulta que está sacando alrededor de 150, y tiene personas trabajando, vehículos, gasta 50 mil pesos en azúcar para alimentar, así que no es fácil que le cierren los números”, abundó.
Por si fuera poco, el mercado también ha aportado su cuota de complicación. “La cosecha 2009/2010 tenía un precio de 8,80 o 9 pesos. La 2010/2011 se llegó a vender a 9,80 o 10 pesos, y en algunos casos algo más. Pero la cosecha 2011/2012 se está vendiendo a 8,50 u 8,70 pesos si es una miel de monte muy clara. No hace falta ser economista para darse cuenta de que las cosas aumentaron en un año no menos del 25 por ciento, y uno vende la miel a un 15 por ciento menos. Parece ser que Europa no paga más que éso, y es el mercado principal. China está vendiendo miel muy barata, incluso sin que sea íntegramente producida por abejas. Los exportadores, que son tres o cuatro, dicen que históricamente la miel nunca ha llegado a valer más de 2 dólares como ahora, pero resulta que históricamente el gasoil tampoco costó lo que cuesta ahora, ni las cubiertas, por mencionar sólo dos insumos. Ahora resulta que la causa de casi todos los problemas del mercado pareciera ser China, que está vendiendo a 5 pesos una miel que es en parte artificial”, amplió Marchesi.
No obstante, el productor tiene claro que “no podemos bajar los brazos. En algún momento esto se tendrá que cortar. En el mundo no hay mucha miel y es lo que nosotros producimos, más allá de que el consumo interno no sea tan importante. Tenemos que encontrar la forma de seguir adelante, y así como hay producciones que en determinadas circunstancias reciben un tratamiento especial, la apicultura deberá ser considerada del mismo modo. Es impensable que corra el riesgo de desaparecer como actividad, por lo que cada uno deberá aportar lo suyo para sostenerla y fortalecerla”, concluyó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario