domingo 29 de abril de 2012
Enviado por Carlos Lorenzola
Enviado por Carlos Lorenzola
Algunas
experiencias alternativas en el manejo de colmenas
Introducción:
Este
texto tiene como fin compartir algunas experiencias de varios años, con un
sistema de manejo de apiarios diferente al convencional, sin pretender alcanzar
ningún rango científico, ni sentar una teoría irrefutable sobre el tema, ni
esbozar critica alguna al sistema convencional que tantos esfuerzos implica a
los apicultores, sino mas bien, compartir estas experiencias, que en este caso
han sido satisfactorias, con el resto de los productores, y entidades del mundo
apícola, a fin de que pueda ser utilizado por aquellos que lo consideren
conveniente para su tipología de abeja y zona geográfica, pero también para
recibir comentarios al respecto que pudieran enriquecerlo, mejorarlo, o
refutarlo.
El que
escribe este texto, tiene experiencia especialmente en el manejo de los mal
llamados sub-productos (1) de la colmena, con lo cual la visión de este sistema
ha sido desde un ángulo un poco más amplio que el de la producción de miel.
La
redacción será para explicar de manera general, y no especifica, este tipo de
manejo alternativo, en un lenguaje no científico con el fin de facilitar la
lectura de cualquier apicultor interesado, y de cualquier persona no idónea en
el tema, por ello es probable que algunos queden con la expectativa de un mayor
detalle de números específicos, los cuales podrán ser ampliados puntualmente a
quien así lo desee, para lo cual, se adjuntan datos de contacto al final del
texto.
Es
imposible que la experiencia de un apicultor o de unos pocos, pueda sentar
algún precedente, pero en el intercambio generoso, es posible quizás, el avance
y mejoramiento de todos.
Un tipo de manejo diferente:
Las
experiencias y trabajos en campo, fueron realizadas en la zona sur de la
provincia de Corrientes, con un clima denominado subtropical, castigado durante
el año 2009 con la terrible sequia, que en años posteriores castigo a otras
zonas argentinas, y con dos épocas bien marcadas de entrada intensa de néctar,
en un periodo corto en ambos casos, como lo son la temporada de citrus, y
posteriormente la temporada de eucalipto, que en este caso es complementada con
floración de monte natural, principalmente ñandubay y otros en menor medida.
Se
utilizo todo el material disponible convencional, y en los casos que fue
necesario se utilizo otro material no convencional, como en el caso de pisos y
techos faltantes, donde se utilizo machimbre grueso previamente bañado en
aceite de lino hirviendo, incluso en algunos casos se utilizo este mismo
material para algunos techos faltantes.
Por
observaciones y experiencias de años anteriores, comentadas también por otros
apicultores, y por alguna bibliografía que lo menciona adjuntamente, parecía (y
parece) notable la diferencia de desarrollo de colmenas silvestres, cajones
abandonados o sin atención por bastante tiempo de buena genética, como también
de su sanidad, en relación a colmenas instaladas en la misma zona rural, razón
por la cual se pensó en experimentar con un manejo que intente simular esto; al
mismo tiempo, se sabe que el tamaño de celdas más pequeñas, produce abejas más
pequeñas, y que estas no son sensibles a la varroasis, principal (y único)
problema sanitario en la provincia de Corrientes, y el principal en todo el
mundo. En este sentido, al disponer de genética con hibridez de scutellata (2),
entre cuyas características se encuentra la construcción de celdas de un tamaño
menor al acostumbrado en manejos tradicionales, se decidió no utilizar laminas
de cera estampadas, colocando únicamente una tirita de cera de 1cm de largo en
los cabezales superiores, y en otros casos no se coloco nada de cera. En las
colmenas que ya estaban en el apiario, se cambiaron cuadros desde afuera hacia
adentro, teniendo los que ingresaban, solo una tirita de cera o nada, mientras
que en ambos casos se efectuó el trabajo de una pequeña tirita de un centímetro
en todas las alzas melarias.
Al
mismo tiempo, se decidió reemplazar los alimentadores por uno y hasta dos
cuadros más, dependiendo de la posibilidad de cada colmena, puesto que en
muchos casos caben once cuadros y en otro solo diez, con la intención de no
brindar más alimentación con jarabe de azúcar en ningún momento del año. Con un
conocimiento básico de radiestesia (3), cosa que también realizan otros
apicultores con resultados muy satisfactorios, se empleo esta técnica buscando
cruces telúricos, donde tanto las abejas como la mayoría de los insectos
parecen sentirse en mejores condiciones, ubicándose allí los nuevos cajones y
trasladando los existentes hacia dichos lugares. Las piqueras fueron ubicadas
de norte a sur (magnéticos). En muchas colmenas se amplió un poco más el tamaño
del nido quitando listones inferiores, y en otros casos armando cuadros más
largos (ver imagen), agregando un alza estándar más al nido, y en otros se
mantuvo un tamaño Oskman, y en otras colmenas tamaño Langstroth. Se realizo la
prueba de ampliación, teniendo en cuenta que la lógica natural que se ve en
colmenas silvestres es que teniendo espacio disponible hacia abajo, suelen
estirar bastante más que el tamaño de un cuadro estándar convencional. Se
utilizaron colmenas seleccionadas naturalmente, luego de algunos años de no
curarlas utilizando solo una solución de propóleos preparada especialmente a
tal fin, persistiendo así las que
mostraron resistencia a varroasis, y por otro lado, se utilizaron enjambres de
la zona. Por otro lado se descarto la posibilidad de realizar trashumancia. No
se realizaron cambios de lugar de cuadros en los nidos durante la etapa de
ingreso a la primavera, ni se realizo incentivo luego del invierno.
Se
decidió dejar miel de reserva en invierno, en reemplazo del jarabe de azúcar, y
tampoco se dio tratamiento con medicamentos convencionales de ningún tipo.
Luego
de más de tres años, se observaron los siguientes resultados:
-Cantidades
de varroas ínfimas o casi nulas, muy inferiores a los límites de tolerancia,
observándose un grooming muy interesante
-Ningún
otro tipo de enfermedad
-Comportamiento
defensivo muy importante
-Panales
del nido estirados casi hasta su totalidad, del espacio disponible hacia abajo,
en todas las dimensiones presentadas.
-Altísima
cantidad de población.
-Todas
las colmenas estiraron las celdas desde cero en los casos donde no se coloco tirita de cera, y de igual forma
en los casos donde se colocaron tiritas de 1 cm.
-El
tamaño de la celda en los nidos fue para la cría, menor a los 5mm.
-La
obtención de sub-productos fue superior a la obtenida en manejos
convencionales.
-La
producción de miel fue diversa, de acuerdo a las zonas, en muchos lugares
superior a lo convencional, y en otros igual, y en los lugares donde no había
citrus menor.
-Se
trabajo en horarios diurnos y nocturnos (ver imagen).
Algunas conclusiones:
La
principal conclusión que se pudo obtener, y la que mas motivo a escribir este
artículo, es la notable reducción de los
costos fijos, debido a que no se invirtió más en azúcar en jarabe, con la
consecuente reducción por ende del costo de traslado en esos momentos para
alimentación. Por otro lado, el hecho de no realizar trashumancia redujo aun
más el costo fijo anual, pudiéndose efectuarse este procedimiento por haber
tenido la posibilidad de instalar los apiarios en zonas con citrus y eucalipto,
y en otros con eucalipto y mucho monte natural. Por otra parte, también se
prescindió del gasto en medicamentos convencionales, y de cera estampada cada año,
puesto que no se realizo reemplazo de panales del nido en ningún momento, y en
el caso de las alzas melarias, luego de cada cosecha se reutilizo la cera, o se
volvió a realizar la colocación de una tirita de cera. En segundo lugar, y no
de menor importancia, es que la calidad de los productos obtenidos es de
altísima pureza, debido justamente a las condiciones en que se trabaja, y al
mismo tiempo, las cantidades obtenidas fueron superiores en la mayoría de los
casos. Es conveniente que para la zona donde se realiza este manejo, se opte
por utilizar cámaras de un tamaño únicamente de alza estándar, o como máximo
cámara Oskman, fundamentalmente si se piensa en la producción de miel, teniendo
en cuenta que el espacio de recolección en la zona es corto. Hay otros
apicultores que han tenido muy buenos resultados en otras zonas del país, con
abejas y clima diferentes, pudiendo allí trabajar en la producción de miel con
nidos de más de dos alzas estándares de tamaño. En el año 2009 de una enorme
sequia en la zona, tuvieron una excelente resistencia.
Otra
gran ventaja es la sanidad conseguida, la cual se confirma año tras año,
permitiéndonos aquí la sugerencia de al menos hacer alguna prueba piloto en
este sentido, a los interesados en este tipo de manejo.
El hecho
de trabajar también en horarios nocturnos, facilito mucho la tarea debido a las
altas temperaturas de la zona, como así también la reducción en picaduras, y
mayor tranquilidad del apiario, a pesar de tratarse de abejas muy defensivas.
En los
casos en que se utilizo material no convencional, como machimbre para algunos
techos faltantes y pisos, el funcionamiento de la colmena se mantuvo de igual
forma, observándose en algunos casos un aumento de la propolización en los
casos necesarios.
Claro
está que esto no es un protocolo de trabajo, ni mucho menos un descubrimiento
personal, se trata solo de una experiencia en la búsqueda de el aumento en los
rindes, o mejor dicho en el mejoramiento económico apícola en busca de un
negocio mucho más rentable que el actual, lo cual con esta forma de trabajo
hemos logrado reducir en más de un cincuenta por ciento los costos
fijos, razón por la cual consideramos que al menos, es una experiencia para
tener en cuenta. Algunos apicultores de España vienen trabajando también con
colmenas resistentes a varroa con algunos caracteres similares a las descriptas
aquí, y también en el país hay experiencias similares en diversas zonas del
pais, por lo cual ya son experiencias compartidas dentro de esta búsqueda. Tal
vez esta experiencia no sea adecuada para otras zonas, donde quizás solo pueda
realizarse un manejo convencional, de allí nuestra intención de compartir estas
líneas a fin del sano intercambio apícola.
Carlos Lorenzola (39)
Abril de 2012, en Curuzu Cuatiá, sur de
Corrientes.
Contactos: carloslorenzola@yahoo.com.ar
Tel: 03774 422002
Muy buena experiencia Carlos, muy interesante a la hora de reducir los costos fijos que el apicultor debe afrontar. Agradezco que hayas compartido tu experiencia. Saludos.
ResponderEliminarFelicitaciones Carlos! Cada vez somos más. En Misiones hacemos exactamente este tipo de manejos con idénticos resultados. No lo mencionas, pero seguramente tampoco haces cambios (inútiles) de reinas. Por más que digan lo que digan, la scutellata es a prueba de balas. No me imagino haciendo otro tipo de apicultura. Gracias por la nota.
ResponderEliminarLuis Velazquez. Mnes.