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Apícola Patagonia Sur es un establecimiento de Gaiman, en la zona de La Angostura, que se hizo conocido porque será el primero en exportar miel desde Chubut. En los hechos, sólo falta que se embarque el producto y que salga la primera partida hacia Europa. Jornada quiso saber la historia de Valeria Williams, quien junto con su esposo, Eric Plust, montó la empresa pegada a la posada que posee la familia Plust (posada Los Mimbres), donde además se realizan paseos turísticos.
Si bien ellos son pioneros en Chubut en la exportación, Valeria prefiere rescatar el haber cumplido con la meta de que se sepa que en la provincia también se produce miel. “Apuntábamos a poder registrar miel desde Chubut. Cuando mi marido estudiaba en la universidad la Tecnicatura Apícola, un profesor de Buenos Aires le preguntó: ´¿Qué juntan las abejas en Chubut, leña para pasar el invierno?´. Había como un concepto a muchos niveles y gente que creía que Chubut no tenía miel. Era como medio raro”.
“Para nosotros era un sueño que compartíamos con mi marido –agrega-. Hoy lo logramos y eso nos hace felices. No ser los primeros, sino haber logrado nuestro objetivo: que se conozca que también hay miel acá”.
Los inicios
El negocio comenzó siendo artesanal, para lo que debieron recorrer toda la zona del valle, donde se sitúa la chacra donde producen. E incluso viajar por el país para ofrecer su miel en las ferias que se organizaban en otras provincias. En 2006 lograron obtener la autorización legal para comercializar su producto en todo el país. Allí nacería la marca para su miel: Miski Hue (Lugares dulces). Ante la gran producción que alcanzaban en la sala de extracción construida por ellos, decidieron ir más allá. Para 2010 presentaron los papeles ante el Senasa para poder exportar su producto. No sería fácil.
“Si bien somos una pequeña empresa privada, lo hemos hecho a pulmón y nunca hemos recibido apoyos económicos de ningún ente, ni de ninguna institución”, aclara Valeria. Pero este año “tuvimos la suerte de poder llegar a Yauhar, que él escuchara nuestra problemática y que nos apoyara en esta idea. Él junto a Pablo, encargado de la sucursal en Gaiman, lograron destrabar un expediente que estaba frenado hace 2 años y medio”. El trámite se reactivó y hoy están a las puertas de la primera exportación hacia Alemania.
Valeria y su esposo instalaron su propia sala de extracción. Allí brindan el servicio a otros productores que necesitan extraer la miel. La exportación es una nueva posibilidad para la comunidad de Gaiman, ya que el consumo y la demanda en el mercado zonal son muy bajos y quedan grandes excedentes sin vender.
Una oportunidad
Vender hoy en el mercado interno es más rentable si se miran los precios: el kilo de miel en el mercado doméstico se vende a 22 pesos, de los cuales a los productores le quedan unos 15 al descontar el packaging, la mano de obra y el proceso de elaboración.
El precio de exportación, por su parte, es de cerca de 10 pesos, de acuerdo con lo que comenta Valeria. Aún así, la falta de demanda interna complica el negocio. Durante las últimas dos campañas se acumularon cerca de 50 tambores de miel en el valle que no pudieron venderse.
“La miel que sale de la sala no nos corresponde toda a nosotros sino a un grupo de 8 productores. Nosotros le prestamos la sala, acopiamos los tambores y realizamos la negociación de la cantidad de miel que hay en la sala. Cuando le dimos la noticia a los productores que la miel se podía llegar a vender al exterior, fue toda una alegría. La mayoría pensaba que era imposible, pero hoy la felicidad es de todos. A nivel económico es generarle al productor y a la zona una salida económica que quizás no estaba contemplada. Los gastos de producción son elevados y esto te da el aliento para seguir adelante”, explica con alegría.
Valeria cuenta el sacrificio que implicó poder llegar a donde llegaron, por las trabas que hubo siempre en el camino. Eric, su esposo, formó una asociación de productores de la que con el tiempo tomó distancia. “Muchos nos conocían como los del otro lado del valle”, recuerda. Desde que surgió la empresa y se expandió, buscaron la posibilidad de comercializar sus productos al exterior. Incluso, estuvieron a punto de firmar con una cadena de supermercados para abastecerlos con miel, pero la oportunidad se frustró una vez más.
Por eso rescata el apoyo que les brindó el ministro de Agricultura de la Nación, Norberto Yauhar. Reconocen que cuando el funcionario se empapó en el tema y les prometió una solución, creyeron que nada iba a suceder, igual que otras promesas incumplidas del pasado.
El matrimonio accedió a un secretario del ministro por un conocido. “Cuando Yauhar nos logra destrabar el trámite y se logra la habilitación, me entero de que iba a estar en Trelew y voy a agradecerle la gestión que habían realizado. Le pareció un gesto muy noble que así como uno siempre le va a pedir, también le pueda agradecer”.
El referente del Ministerio en Gaiman es Pablo Muñoz. “Con él nos contactamos. Cuando le plantemos el tema a Yauhar nos dijo que se encargaría Pablo. Lo conocimos un sábado y el martes ya estaba en la chacra viendo las instalaciones. Lo reactiva y al mes ya teníamos la solución”. Valeria invitó a Yauhar a conocer la planta. Y el ministro le dijo: “¿Vamos a exportar la miel o no la vamos a exportar?”. Ella respondió: “Sí, la miel ya tiene precio y tiene destino”. Yauhar retrucó: “Y bueno, ¿cuándo se hace?”.
La gran repercusión
A partir de la repercusión pública que tuvo Valeria en los medios por su iniciativa, tomó la decisión de contar con una página web de la compañía, que hoy está en construcción. Si bien nunca tuvieron la intención de darse a conocer, el devenir de los hechos marcó su suerte.
“Estamos con esa idea a partir de toda esta revolución. Es muy importante lo que sucedió. A nivel familia y a nivel ideales es muy importante. La idea ahora es, si bien no nos habíamos hecho conocer nunca, y la mayoría ignoraba que existíamos, es darle un vuelco a esto para que la gente se entere dónde estamos, qué actividades hacemos y quiénes somos, para que toda la sociedad se entere de que Chubut produce miel”.
De esta forma, lo que había comenzado como un simple atractivo turístico dentro del recorrido que brinda a sus visitantes la Posada Los Mimbres se consolidó como un emprendimiento autónomo que contribuye con los productores del valle y que actualmente se codea con los comerciantes de todo el mundo. #
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