Es un verdadero quebradero de cabeza para los apicultores portugueses desde hace ya tiempo, y un temor para los gallegos. Un temor que cada vez está más cerca, puesto que desde noviembre ya han sido tres los avisperos de avispas asiáticas detectados en Galicia. Burela, Baiona y Vigo son los municipios en los que se localizaron este tipo de insectos. Se las conoce por el sobrenombre de avispas asesinas por ser una especie mortífera para las abejas autóctonas.
De físico similar a la avispa crabo (que también es una amenaza para las abejas), su potencial mortífero es inigualable. La primera puede atacar a una abeja, la segunda actúa en grupo, es capaz de destruir una colmena entera de una pasada, diseñar una estrategia para actuar y, en sus avisperos hay hasta 3.000 insectos por cada 30 de uno habitual; informa Mónica Torres desde Vigo, donde ha sido localizado un avispero de estas características en días pasados. No es el último. Un vecino de Avión asegura que la avispa asesina ha llegado a la provincia.
«Ya hace dos años o así, tuvimos un avispero en la persiana de la casa de mis padres. Fumigamos y se acabó, nunca más volvieron, o se murieron o marcharon, pero no hay ya. Pero ahora, desde hace dos meses, hay un avispero de esos debajo del balcón de una casa, y es de esa avispa, la que llaman asesina, seguro», explica Ricardo Lorenzo Doval. Está en el pueblo de Beresmo. Doval explica que se trata de «una verdadera obra de arquitectura» el enjambre que han realizado las avispas.
No le consta que su presencia haya sido apuntada por los apicultores locales como un problema para su producción.
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