martes 8 de octubre de 2013
http://madridiario.es/ciencia-tecnologia/noticias/ciencia-tecnologia/alimentos/miel/beneficios/404435
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Beneficios de la miel en los alimentos cocinados
Un grupo de investigación de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) ha demostrado que la miel, un alimento muy rico en compuestos antioxidantes, puede reducir el efecto nocivo de los compuestos mutagénicos y/o cancerígenos que se originan durante el almacenamiento y cocinado de otros alimentos.
Numerosos estudios científicos indican que la dieta y los hábitos alimentarios pueden contribuir al riesgo de cáncer en la población humana. Una forma de que esto ocurra es a través de la ingestión de compuestos mutagénicos y/o cancerígenos presentes en los alimentos que pueden causar diferentes daños al ADN. Muchos de estos compuestos se forman durante el tratamiento térmico o cocinado de los mismos, como las aminas heterocíclicas, los hidrocarburos aromáticos policíclicos (benzo(a)pireno, BaP) y también durante su almacenamiento y maduración como las N-nitrosaminas volátiles. Uno de los objetivos prioritarios de la seguridad alimentaria consiste en reducir la presencia de estas sustancias en los alimentos.
En los últimos años se ha incrementado el consumo de miel en la Unión Europea. Un factor importante para este crecimiento ha sido la preocupación de los consumidores por un estilo de vida saludable y, consecuentemente, una alimentación natural. La miel es un producto que cuenta con importantes atributos naturales, que no necesita tratamientos para ser mejorada y que es, sin lugar a dudas, uno de los alimentos más completos con los que cuenta la sociedad actual para enriquecer la dieta diaria. La composición de la miel es variable dependiendo de su localización geográfica, origen botánico, especie de abeja, proceso de elaboración y condiciones de conservación, lo que puede producir cierta variabilidad en los beneficios saludables de cada tipo de miel. Aunque el consumo de miel es preferentemente de forma directa, también se incorpora en la preparación de alimentos dulces (caramelos, turrones, tartas, etc), en la elaboración de salsas (agridulces o salsas para ensalada), en preparaciones de jamones y carnes y, en bebidas (Drambui, hidromiel, etc.). La miel además es uno de los ingredientes que se añade con éxito en alimentos para desayuno (cereales, lácteos) y bebidas energéticas, dando lugar a productos enriquecidos con un mayor valor añadido para la salud.
Por ello, el grupo de investigación de la UCM "Estrategias Quimiopreventivas frente a compuestos carcinogénicos de la dieta (Departamento de Nutrición, Bromatología y Tecnología de los Alimentos de la Facultad de Veterinaria) ha evaluado el efecto protector de 3 tipos de mieles comerciales (de distinto origen floral: miel de brezo, miel de romero y miel multifloral) de la Comunidad de Madrid, frente a los compuestos originados durante el almacenamiento y cocinado de los alimentos. Asimismo, también se ha utilizado una miel artificial (solución azucarada) realizada en nuestro laboratorio, para compararla con las mieles naturales elaboradas por abejas y así poder descartar que las posibles actividades encontradas se deban únicamente a la presencia de azúcares. Este estudio se realizó in vitro, utilizando células de hepatoma humano y un ensayo denominado Cometa, ya que las células con su ADN dañado muestran colas de cometas.
Las 3 mieles de la Comunidad de Madrid mostraron efectos beneficiosos frente a las aminas heterocíclicas, los hidrocarburos aromáticos policíclicos (BaP) y la N-nitrosopirrolidina (NPYR). Sin embargo, ninguna de ellas protegió frente al daño al DNA causado por la N-nitrosodimetilamina (NDMA). La miel multifloral fue más beneficiosa frente a la NPYR y el BaP, mientras que la miel de brezo lo fue frente a las aminas heterocíclicas. Como era de esperar, la miel artificial no tuvo efecto protector.
Las mieles multifloral y de brezo con mayor contenido antioxidante fueron las más protectoras frente a los compuestos mutagénicos y/o cancerígenos originados durante el almacenamiento y cocinado de los alimentos. Por tanto, los resultados obtenidos sugieren que los efectos beneficiosos de la miel pueden atribuirse a su contenido en compuestos antioxidantes.
Estas mieles serían las candidatas a incorporarse a nuestra dieta de forma directa o bien como aditivo natural en los alimentos. En este punto es importante recordar que el efecto de la dieta en la salud no tiene lugar mediante la acción de un alimento aislado, sino a través de la combinación de varios alimentos que interaccionan entre ellos.
Los resultados de esta investigación han sido publicados recientemente en las revistas Journal of the Science of Food and Agriculture y Pharmacognosy Magazine.
Autoras: Paloma Morales Gómez y Ana I. Haza DuasoDepartamento de Nutrición, Bromatología y Tecnología de los Alimentos
Facultad de Veterinaria- Universidad Complutense de Madrid-
Referencias bibliográficas:Haza, A.I and Morales, P. 2013. Spanish honeys protect against food mutagen-induced DNA damage. J Sci Food Agric, 93: 2995-3000.
Morales, P. and Haza A.I. 2013. Antiproliferative and Apoptotic Effects of Spanish Honeys. Pharmacognosy Magazine. 9:231-237.
En los últimos años se ha incrementado el consumo de miel en la Unión Europea. Un factor importante para este crecimiento ha sido la preocupación de los consumidores por un estilo de vida saludable y, consecuentemente, una alimentación natural. La miel es un producto que cuenta con importantes atributos naturales, que no necesita tratamientos para ser mejorada y que es, sin lugar a dudas, uno de los alimentos más completos con los que cuenta la sociedad actual para enriquecer la dieta diaria. La composición de la miel es variable dependiendo de su localización geográfica, origen botánico, especie de abeja, proceso de elaboración y condiciones de conservación, lo que puede producir cierta variabilidad en los beneficios saludables de cada tipo de miel. Aunque el consumo de miel es preferentemente de forma directa, también se incorpora en la preparación de alimentos dulces (caramelos, turrones, tartas, etc), en la elaboración de salsas (agridulces o salsas para ensalada), en preparaciones de jamones y carnes y, en bebidas (Drambui, hidromiel, etc.). La miel además es uno de los ingredientes que se añade con éxito en alimentos para desayuno (cereales, lácteos) y bebidas energéticas, dando lugar a productos enriquecidos con un mayor valor añadido para la salud.
Por ello, el grupo de investigación de la UCM "Estrategias Quimiopreventivas frente a compuestos carcinogénicos de la dieta (Departamento de Nutrición, Bromatología y Tecnología de los Alimentos de la Facultad de Veterinaria) ha evaluado el efecto protector de 3 tipos de mieles comerciales (de distinto origen floral: miel de brezo, miel de romero y miel multifloral) de la Comunidad de Madrid, frente a los compuestos originados durante el almacenamiento y cocinado de los alimentos. Asimismo, también se ha utilizado una miel artificial (solución azucarada) realizada en nuestro laboratorio, para compararla con las mieles naturales elaboradas por abejas y así poder descartar que las posibles actividades encontradas se deban únicamente a la presencia de azúcares. Este estudio se realizó in vitro, utilizando células de hepatoma humano y un ensayo denominado Cometa, ya que las células con su ADN dañado muestran colas de cometas.
Las 3 mieles de la Comunidad de Madrid mostraron efectos beneficiosos frente a las aminas heterocíclicas, los hidrocarburos aromáticos policíclicos (BaP) y la N-nitrosopirrolidina (NPYR). Sin embargo, ninguna de ellas protegió frente al daño al DNA causado por la N-nitrosodimetilamina (NDMA). La miel multifloral fue más beneficiosa frente a la NPYR y el BaP, mientras que la miel de brezo lo fue frente a las aminas heterocíclicas. Como era de esperar, la miel artificial no tuvo efecto protector.
Las mieles multifloral y de brezo con mayor contenido antioxidante fueron las más protectoras frente a los compuestos mutagénicos y/o cancerígenos originados durante el almacenamiento y cocinado de los alimentos. Por tanto, los resultados obtenidos sugieren que los efectos beneficiosos de la miel pueden atribuirse a su contenido en compuestos antioxidantes.
Estas mieles serían las candidatas a incorporarse a nuestra dieta de forma directa o bien como aditivo natural en los alimentos. En este punto es importante recordar que el efecto de la dieta en la salud no tiene lugar mediante la acción de un alimento aislado, sino a través de la combinación de varios alimentos que interaccionan entre ellos.
Los resultados de esta investigación han sido publicados recientemente en las revistas Journal of the Science of Food and Agriculture y Pharmacognosy Magazine.
Autoras: Paloma Morales Gómez y Ana I. Haza DuasoDepartamento de Nutrición, Bromatología y Tecnología de los Alimentos
Facultad de Veterinaria- Universidad Complutense de Madrid-
Referencias bibliográficas:Haza, A.I and Morales, P. 2013. Spanish honeys protect against food mutagen-induced DNA damage. J Sci Food Agric, 93: 2995-3000.
Morales, P. and Haza A.I. 2013. Antiproliferative and Apoptotic Effects of Spanish Honeys. Pharmacognosy Magazine. 9:231-237.
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