miércoles 21 de mayo de 2014
http://www.primerahora.com/noticias/puerto-rico/nota/semuerennuestrasabejas-1010120/
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Se mueren nuestras abejas
Por Rosita Marrero05/17/2014 | 00:00 a.m.
Puerto Rico participará de una investigación que se realizará en 30 estados y territorios sobre el colapso en las poblaciones de este insecto.
El colapso de las poblaciones de abejas ha sembrado alarma a nivel mundial y aunque en Puerto Rico no hay datos que evidencien la merma de la abeja africanizada, la Isla participará de un estudio a llevarse en 30 estados y territorios estadounidenses para determinar qué está afectando la salud de estos insectos, tan importantes para la polinización y la sobrevivencia de la humanidad.
“Hay científicos que teorizan que el colapso de las colmenas puede ser causado por un virus. Nos aprobaron una propuesta para estudiar todas las enfermedades, plagas y virus que atacan a la apicultura, para saber si tenemos esos virus que hay en Europa y en Estados Unidos”, expuso la entomóloga Aixa Ramírez.
Ramírez, quien es coordinadora de muestreo del Departamento de Agricultura, indicó que ya tienen cotizaciones para escoger 15 apicultores este año y otros 15 el próximo año. Agregó que ya hay unas enfermedades identificadas en Estados Unidos, donde sí se está experimentando una reducción de estas poblaciones.
“Es una iniciativa a nivel de Estados Unidos. Es el primer año que se están evaluando enfermedades en los apiarios para determinar lo que está afectando la salud de las abejas con unas guías establecidas. La idea es inspeccionar 24 apiarios en toda la Isla, colectar abejas y enviarlas a Maryland”, dijo.
“Se va a evaluar el ADN y unas enfermedades, unas detectadas en Estados Unidos y unas especies invasivas que aún no se han detectado. Persigue una detección temprana. Por eso se hacen en diferentes estados, para ver la incidencia”, puntualizó Ramírez.
De las abejas, indicó, dependen las florecidas y de ahí los frutos.
“Las necesitamos para su efecto polinizador”, acotó.
Comeríamos yerba y animales
Se le atribuye a Albert Einstein una dramática predicción: “Cuando se muera la última abeja, cuatro años después desaparecerá la especie humana”.
Aunque la expresión es exagerada, no dista mucho de la realidad, en el sentido de que la abeja es la responsable de la polinización de al menos un tercio de los alimentos que consumimos los humanos. Se perdería el equilibrio de la cadena alimentaria.
Jorge Quiñones, presidente de la Federación de Apicultores Puertorriqueños Sustentable y director de la Academia Apicultura Tropical Inc., indicó que la abeja poliniza un 78 por ciento a un 90 por ciento de los productos que ingerimos.
Hay varias formas de polinizar, dijo, mencionando a la mariposa, el murciélago, las plantas polinizadas por el viento y de una planta a otra, como es la yerba.
“Si nosotros no cuidamos a nuestros polinizadores, las abejas principalmente, el hombre estaría forzándose a comer yerba como el ganado, que sería lo único que podría tener alguna proteína o mineral que provea la tierra”, dramatizó.
Aparte de las plagas y los virus que atacan a las abejas, Quiñones apuntó su artillería al uso de plaguicidas , mal manejo de algunos apicultores y hasta a la quema y destrucción de colmenas.
“Aquí en Puerto Rico, en la zona cafetalera, toda la vida se ha usado yerbicidas para talar los cafetales. Puede ser round up”, sostuvo.
“En Puerto Rico está sucediendo que las oficinas para el manejo de emergencias están siendo notificadas de enjambres silvestres en algunas residencias y están siendo exterminados”, apuntó.
Desde el año pasado, señaló, lleva un registro de las personas que llaman a la Federación para remover estas colmenas.
“Tengo una batería de apicultores en Puerto Rico que se le asigna remover estas colmenas. Hasta este momento pudimos salvar el año pasado 98 enjambres. Lo que va de este año ya van 13 que se han podido salvar por los apicultores”, señaló.
De acuerdo con Quiñones, la abeja africanizada, que es un híbrido, es productiva y es manejable. Lo único, según este, es que hay que bregar con ella. Produce muy buena miel, pero no tan buena como la abeja italiana que teníamos antes.
“Aquí había una miel muy buena, pero una vez se creó la situación de la American Foulbrood, un hongo que se regó por todas las colmenas y entonces un genio político, en 1900, decidió quemarlas todas. Casi cuatro millones de colmenas, aun cuando en Estados Unidos tenían el medicamento para erradicar la epidemia”, afirmó.
“En Puerto Rico se quemaron casi cuatro millones de colmenas con la promesa de que se les iba a restituir a los apicultores sus cajones y sus enjambres”, dijo.
Remoción de colmenas
En tanto, George L. Pacheco Santiago, director interino del área de respuesta de la Agencia Estatal para el Manejo de Emergencias, indicó que le llegan las querellas de ciudadanos, solicitando que les remuevan colmenas que se alojan en sus residencia o patios, a través del Sistema de Emergencias 9-1-1.
“Nosotros le notificamos a los municipios. Pero solo bregamos con eso, que una colmena se metió en una casa o está cerca de un área donde la persona o personas estén en peligro”, aclaró.
“No entienden que mientras más retirados estén de ellas, mejor, y que con el calor o el ruido se molestan. Si están en el patio y la persona está recortando la grama, el ruido de la máquina las alborota un poquito. A veces se ven en la situación, cuando la abeja ataca, o cuando la colmena se está moviendo de un punto a otro. La reina se mueve. Muchas veces, pasan por una casa. Se detienen. Se alojan en una esquina. Determina si se van a quedar ahí. Si encuentra un buen sitio se mueven”, describió Pacheco.
¿Cuántas llamadas de esta naturaleza reciben?
Ese detalle no lo puedo certificar así, porque únicamente respondemos a emergencias. Cuando entra la llamada, se coordina. ¿Qué hacen con ellas? Si las recogen, las matan o whatever, eso es muy de la persona que va a atender el caso. A vuelta de esa información, nos dicen si se resolvió el problema de la familia tal.
El agrónomo del Departamento de Agricultura, Arnaldo Astacio, rechazó que las poblaciones de abeja en Puerto Rico estén mermando y que se deba al uso de plaguicidas.
Indicó que la abeja africanizada tiende a moverse de un lugar a otro. A las abejas, dijo, las mata un ácaro, el cual las debilita.
“Acabo de dar el número a una señora que tiene una colmena en el balcón. Le di tres números de apicultores. Le piden $150 por llevarse la colmena. De ahí, llama a Manejo de Emergencia y se acabó el problema. Las personas quieren un favor de remover la colmena, pero el trabajo de remover una colmena, romper paredes, la gente no lo quiere ver como un trabajo. La tenía entre las paredes de su casa”, expuso Astacio.
“Tengo casi una llamada semanal de poblaciones que se mueven. Cuando le hablo de este proceso es en las áreas urbanas”, acotó.
Un enjambre puede tener entre 60 a 120 mil abejas.
En días recientes, los apicultores José Ramón y Margarita Olivares removieron un enjambre de abejas silvestres que se alojó en el clóset de los controles que bombean agua en la finca de Mariangely Núñez Fidalgo, una joven agricultora de Caguas.
“Es la tercera vez que me sucede. Sin agua y sin abejas no hay cosecha. Todo se muere. Nosotros inclusive”, dijo Núñez Fidalgo.
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