viernes, 15 de agosto de 2014

España. Niños en la Feira do Mel

viernes 15 de agosto de 2014
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Bandera de España

Miel de primera para los aprendices de apicultor

La Voz de GaliciaLa CoruñaGaliciaEspaña

Quién quiere darle a la manivela?», pregunta Raúl Meijeiro, un apicultor de Cotobade. «¡Yo, yo, yo!». Xavier, un pequeño de 8 años que vino de A Coruña con su familia de vacaciones, es el primero en probar. Tras él, otro niño y, después, su hermana, Antía, de 5. «Despacio, despacio», le recuerdan sus padres desde el público. Entre el miedo y la fascinación por una naturaleza conocida solo de lejos, varios niños permanecen anclados frente a uno de los puestos de la Feira do Mel, junto a la Praza de Abastos de Pontevedra. No pierden ningún detalle de cada uno de los movimientos que Raúl realiza. En esta ocasión, el último obradoiro de extracción, incluido en la programación de la Feira do Mel, le toca a él mostrar a los pequeños y adultos de dónde sale el dulce producto que muchos de ellos desayunan cada día en casa, pero durante el resto de la semana fueron rotando los demás apicultores participantes en el evento.

Ocho kilos de dulce

Primero, se practican sendos cortes en las dos «tapitas» de cera que cubren ambos lados del cuadro para limpiarlo y dejar, así, al descubierto la miel. De cada cuadro se extraen alrededor de dos kilos de miel, y en cada demostración se limpian cuatro cuadros; es decir, que los pequeños asisten, atónitos a la extracción de ocho kilos de dulce. Un niño de unos 10 años, rubio, se convierte en ayudante del apicultor. Y entonces llega la parte más divertida, aquella que casi provoca alguna riña entre los pequeños cuando llega la hora de elegir un voluntario.

El proceso

Los cuadros han de meterse en un extractor para que la miel se escurra hasta un depósito que acaba en un dosificador. Y el apicultor se ofrece a ceder tan curiosa labor a alguno de los jóvenes apicultores en práctica que lo rodean. Su misión consistirá en girar una manivela que hará que la propia fuerza centrífuga despegue la miel de los cuadros. Y entonces se produce el pequeño milagro, el que logra que de esos rectángulos de madera salga dulce espeso. Primero, se dispersa dentro de la cubeta y, a continuación, se abre un grifo situado en la parte inferior del cilindro, y la miel resbala hasta un cubo situado en el suelo.

Mejor con yogur

Por si fuera poca semejante experiencia, tras el obradoiro de extracción de miel solo queda un último paso: degustarla. Este año, como novedad, incluyeron yogures en el reparto gratuito. Si había miradas de soslayo para ver quién es el más rápido ofreciéndose como ayudante del «profe», imaginen cuando se trata de una buena merienda para refrescar la tarde.


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