La carpintería Libertad, de Las Tunas, intensifica el ritmo de sus labores para responder a las necesidades del país en módulos para la actividad apícola
Se ha incrementado el ritmo de trabajo para responder a necesidades del país. Foto: del autor
LAS TUNAS.— Tras asegurar los primeros 1 000 módulos de las llamadas cajas langstroth y media alza, los trabajadores de la carpintería Libertad, en esta ciudad, intensifican el ritmo de sus labores para seguir entregando nuevos volúmenes de elementos vitales para la actividad apícola en Cuba.
Aunque el colectivo ha incursionado durante años en surtidos así, solicitudes de instancia nacional conllevan a un incremento en los niveles productivos, de acuerdo con necesidades concretas del país.
A pesar de que el compromiso fundamental se sustenta en esos dos prototipos de cajas, según explica María del Carmen Bueno, jefa de brigada, “estamos aprovechando la madera que no tiene las dimensiones establecidas por la norma ramal, para hacer tapas y fondos, cuadros, núcleos y otros elementos”.
Enfrentar esas producciones, con el rigor que demandan en cuanto a calidad, es vital para que la apicultura cubana pueda garantizar la inocuidad establecida internacionalmente en el ciclo de producción, extracción y procesamiento de la miel.
Hasta la fecha no ha sido rechazado ningún elemento de colmena, afirma el carpintero y jefe de turno Ángel Núñez Tamayo, quien le atribuye ese resultado a la experiencia, cuidado y motivación con que transcurren las labores en las diez fases del proceso productivo, a cargo de hombres que suplen a golpe de voluntad las limitaciones del equipamiento con que cuenta esa entidad, perteneciente a la unidad empresarial de base Comercial, de la Empresa Forestal Integral Las Tunas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario