viernes 11  de diciembre de 2015
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España. El único apicultor de Balears con miel ecológica certificada explica sus secretos

El mallorquín Martí Mascaró produce tres mieles que cumplen los estrictos requisitos de la certificación

08.12.2015 | 19:44

El único apicultor de Balears con miel ecológica certificada explica sus secretos

CRISTINA MARTÍN EIVISSA 

El apicultor Martí Mascaró tiene las tres únicas mieles certificadas ecológicas de Balears, todo un logro en unas islas donde cumplir las condiciones para obtener esta marca de calidad es casi imposible. Mascaró compartió el martes en el Club Diario su experiencia con el público, en la conferencia ´Apicultura ecològica a Mallorca´, la segunda de las jornadas organizadas por la Associació d´Apicultors d´Eivissa.
No es fácil lograr una finca de tres kilómetros de radio en las islas para que las abejas vivan en ella: si en Mallorca es difícil, en las Pitiüses es una fantasía. Este tamaño de la finca es el requisito principal para lograr certificar una miel ecológica, ya que es la distancia que recorren las abejas para ir a buscar el polen, según explica Mascaró. Además este terreno debe estar inscrito en el Consell Balear de Producción Agraria Ecológica.

«En Mallorca también es difícil encontrar una finca, se ha convertido en una gran urbanización», lamenta el conferenciante, que se muestra también crítico con la situación en Eivissa para la apicultura: «En la isla con la especulación urbanística se han destruido muchas fincas. La apicultura tiene muchas dificultades después del incendio de Morna». Mascaró se refiere a las normas que el Govern impuso a los apicultores tras el devastador fuego de 2011 con el fin de evitar posibles incendios forestales, que ellos consideran excesivas y perjudiciales para su actividad.

Además, otra de las exigencias es que toda la cera tiene que ser ecológica después de un año. Esto significa que «no se puede luchar contra las enfermedades con productos químicos, porque dejan residuos en la cera, tienen que ser orgánicos», explica Mascaró.

Alimentación natural
Otro de los requisitos es que la alimentación de las abejas debe ser natural: «No las puedes alimentar con jarabe de azúcar y no puedes estimularlas para que produzcan más miel; hay que seguir el ritmo de la naturaleza», advierte este apicultor aficionado que trabaja como fijo discontinuo en el sector turístico durante nueve meses al año y que lleva 14 años inmerso en el mundo de las abejas. El reto de este mallorquín por lograr miel ecológica certificada es más reciente, ya que comenzó a trabajar en ello hace tres o cuatro años. ¿Por qué? «Porque nadie lo ha hecho. Era un reto», contesta. Otros apicultores de Balears, en el pasado, habían tenido mieles con esta categoría, pero no en la actualidad.
Mascaró produce sus tres mieles ecológicas certificadas en sendas fincas de Mallorca, dos privadas (ses Cabanasses, en Petra, y Planícia, en Banyalbufar) y otra pública, Son Real (Santa Margalida). Este apicultor tiene tres millones de abejas en una finca: «En primavera puede haber 60.000 abejas por colmena, y en una finca hay 50 colmenas... en total, tres millones de abejas», explica.

El Consell Balear de Producción Agraria Ecológica del Govern hace un estudio y otorga, o no, la certificación ecológica, si se cumplen los requisitos. Mascaró también produce miel según los usos tradicionales en otras fincas.

El apicultor señala que es difícil llegar a un acuerdo con el dueño de una finca, ya que no todo el mundo quiere tener abejas cerca, por el temor a las picaduras, y además se requiere confianza con esa persona que va a frecuentar la propiedad para cuidar de las colmenas.

La marca de las mieles ecológicas de Mascaró es Caramel Ecológica de Mallorca (cada finca tiene un sello distintivo), y reconoce que es cara, 14 euros el medio kilo. No puede ser de otra forma, dada su calidad, que la producción es limitada y los condicionantes que tiene su producción por su carácter ecológico certificado. El año pasado Mascaró produjo 600 kilos de esta miel que lleva de feria en feria (la última, la de Llubí). Una de sus fincas tiene tres millones de abejas, aunque en verano la población se reduce ya que la reina deja de poner huevos, explica.

Aunque en Eivissa es difícil lograr una miel ecológica certificada, Mascaró explica que sí es posible que los apicultores opten por un «manejo ecológico de la miel, que repercute en la salud de las abejas». No obstante, aclara que tanto la apicultura tradicional como la ecológica tienen pros y contras. «La apicultura tradicional también tiene ventajas, porque si las colmenas están cerca de una urbanización con jardín pasan el verano mucho mejor, en cambio en una finca de radio tres kilómetros solo hay bosque y no hay nada florecido».

El presidente de la Associació d´Apicultors, Antoni Escandell, presentó la conferencia de Mascaró, que concluyó, como cada charla de las jornadas, con una degustación de miel de los apicultores ibicencos.

La doctora en Botánica Marcia Boi cerrará el ciclo el viernes con la conferencia ´Desarrollo rural a través de la apicultura´.