jueves 25 de agosto de 2016
http://api-cultura.com/consejos-para-un-buen-manejo-pensando-en-la-cosecha-de-miel/
Nota. No se menciona la fuente
La apicultura de nuestros tiempos, ya no es una actividad que permita fallas, y día a día debemos extremar los controles y precauciones en todos aquellos aspectos que sí están a nuestro alcance prever. En la apicultura, ya tenemos suficiente azar e incertidumbre con el clima como para permitir que factores que dependen de nosotros, y que son manejables, nos hagan perder kilos de miel. Una explotación apícola racional exige una planificación y organización completa, considerando hasta los detalles más insignificantes, para así obtener de la naturaleza lo máximo que ella estaba dispuesta a darnos en esa zafra, señala un artículo técnico elaborado por el Ingeniero Agrónomo Daniel Bazurro que nuestro medio presenta en versión periodística.
La invernada de las colmenas
Debemos resaltar en este aspecto, la importancia que tiene el hecho de invernar correctamente las colmenas. No debemos olvidar que el período invernal no separa dos zafras, sino que las une, de que es el período más crítico de las colmenas, y por lo tanto del apicultor. No podemos pretender tener buenas cosechas de colmenas que pasaron una mala invernada, y recordemos; que buenas cosechas nacen de buenas invernadas.
Reducir el espacio, controlar las reservas y la fortaleza de las colonias a invernar, son tan o más importantes como mantener reinas jóvenes y vigorosas en la colonia durante el invierno.
Llegada la primavera
Llegada la primavera y de acuerdo al plan de manejo preestablecido para cada apiario, debemos resaltar la importancia que tiene el realizar un “manejo oportuno” de nuestras colmenas.
De nada sirve adelantar nuestro trabajo en la temporada. Solo aquel realizado “en el momento que había que hacerlo”, será el que nos signifique más kilos de miel. Evidentemente, para esto, debemos de conocer el comportamiento de la flora de la zona.
Otro aspecto que tenemos que tener presente en momentos en que nuestro trabajo se multiplica; es el de dedicar todos nuestros esfuerzos a aquellas colmenas potencialmente productivas en esa temporada, y no a las colmenas que no tienen posibilidad de serlo. Dicho en otras palabras; “más vale una colmena fuerte y no dos problemáticas”.
Normalmente conocemos las soluciones de los problemas que encontramos en nuestros apiarios; pero lo que pocas veces realizamos, es una evaluación de si nos conviene solucionar un problema o no. No nos olvidemos que nuestro objetivo es el de “llegar al inicio de la mielada con la mayor cantidad de pecoreadoras”. Mucho le cuesta al apicultor eliminar una colmena o fusionarla con otra; sin tener en cuenta que esa colmena problemática, le da igual o más trabajo que una buena, y le ocupa una cantidad de material que es muy necesario en esta época.
Llegado el caso incentivar
El desarrollo de la población de la colonia de abejas es un fiel reflejo del ingreso de néctar y polen del campo. Es así, que cuando comienza el flujo de néctar, la reina es incentivada por las abejas en su postura y la población crece.
Hay zonas cuyas floraciones son muy intensas y por períodos cortos de tiempo (15 – 20 días). Otras no son tan concentradas y van dándose en forma paulatina.
En las primeras habrá que estimular o incentivar el desarrollo de la población con jarabes y manejo con la debida antelación; ya que de lo contrario las abejas que nazcan de la estimulación que produzca el propio cultivo, nacerán y/o serán pecoreadoras para cuando la floración principal ya haya finalizado.
En caso de incentivar con jarabes artificiales, no debemos olvidar que los mismos deben suministrarse previo al flujo, y de que éstos, deben de ser totalmente consumidos por las abejas y transformados en cría.
Esto merece especial atención en el caso de los jarabes de azúcar refinada o jarabes de fructosa.
Los jarabes estimulantes no deben ser acumulados por las abejas en los panales.
Habrá que buscar los mecanismos para que las abejas no utilicen más de 200 – 300 centímetros cúbicos por día. De tener más de esta cantidad, ellas lo acopiarán con el consiguiente peligro.
No olvidemos que para tener el máximo de cosecha de miel de cualquier floración, la reina deberá alcanzar su máxima postura
Cuarenta días antes del inicio de la floración y mantenerse en tal condición hasta 40 días antes de que finalice la misma.
Recordemos que toda incentivación artificial con jarabes tiene un costo para el apicultor, y que no siempre es necesaria. Muchas veces a través de una incentivación con manejo de la colmena, es suficiente para lograr el objetivo buscado. Al hablar de este tipo de incentivación nos estamos refiriendo al marceo (desoperculado de miel), ampliación del nido de cría, agregado de panales nuevos, etc.
Las necesidades para el desarrollo de la colonia de abejas son tanto de néctar como de polen y, el suministro de uno sin la presencia del otro, no producirá el efecto buscado. Corroboremos entonces, la necesidad o no, de realizar una alimentación proteica a la hora de estimular la colmena.
Manejo de la cámara de cría
Ya mencionamos que la ampliación del nido de cría actúa como un incentivo en la postura de la reina. También sabemos que este momento al principio de la temporada, es el que normalmente utilizamos para realizar la renovación de panales. Independientemente del número de panales que renovemos, tengamos presente que la cantidad de abejas cereras al momento de ampliar el nido es poca y que habrá una más rápida postura de la reina en panales obrados que en láminas de cera estampada. Tratemos entonces, que la primera ampliación sea con panales obrados, y, una vez que el nido de cría y la temperatura ambiente aumenten, agregar cuadros con cera estampada.
Otra cosa que debemos recordar en este aspecto, es que el manejo de la cámara de cría hay que realizarlo previo al flujo de néctar.
En plena mielada no podemos estar solucionando problemas que no atendimos en su momento; ya que aquí las cosechas, serán la tarea principal. Nuevamente resaltamos aquello de realizar los manejos en su momento oportuno.
El agregado de alzas o medias alzas
El conocimiento de la zona y la propia evolución de la colmena será quién nos indique el momento oportuno de agregar las alzas o melarios. El agregar material antes de lo necesario retrasará el desarrollo y, el agregarlo después motivará el bloqueo de la cámara de cría con el consiguiente trabajo extra que esto demanda. Debemos entonces tener bien presente este momento, para no llegar tarde y perder muchos kilos de miel por bloqueo y enjambrazón de nuestras colmenas.
Al renovar los panales de la cámara de cría, coloquemos aquellos con cría en el centro del alza y aquellos con miel hacia los costados. Si los cuadros del alza son con cera estampada, tratemos de intercalarlos con cuadros obrados; ya que el estirado de cera se da más rápido en la medida que a los lados de una cera estampada haya panales con miel o néctar.
No olvidemos que uno de los grandes tesoros del apicultor son los panales obrados.
Si bien, la tendencia de los apicultores es a estirar toda la cera al principio de la temporada, no olvidemos que el agregado de un alza completa con láminas de cera actúa como un “balde de agua fría” sobre la colmena y resiente notablemente el acopio de miel. Tratemos de ir introduciendo en la colmena la cera estampada, en forma escalonada y a lo largo del flujo. De esta forma estaremos aprovechando la producción de cera de una forma más racional y al finalizar la temporada nuestra cosecha será mayor.
Con respecto a la cantidad de material a agregar, el mismo estará supeditado a una cantidad de pautas de manejo del productor. Lo ideal en este aspecto es el agregado de un alza por vez y, en la medida que se encuentre llena, cosechar y agregar otra en el mismo momento. Evidentemente la cantidad de material disponible, la distancia a los apiarios, la cantidad de colmenas por apiario, la capacidad del vehículo, la intensidad del flujo, etc., son solo algunos de los factores que harán variar mi manejo. No existe en este aspecto una receta. Dos apicultores en una zona de iguales características podrán manejar este tema totalmente distinto.
Algo que si merece resaltar, es el hecho de introducir siempre las alzas vacías sobre la cámara de cría.
De esta forma la abeja lo trabajará antes y habrá una mayor eficiencia en el acopio de néctar.
Recordemos que no es aconsejable desde el punto de vista de la producción de miel el de que la colmena tenga varias alzas completas de miel.
Hay mayor predisposición de la abeja a la pecorea cuando sus reservas son escasas.
Nuestra cosecha final se verá incrementada si realizamos varias cosechas pequeñas, y no una sola al final de la temporada.
http://api-cultura.com/consejos-para-un-buen-manejo-pensando-en-la-cosecha-de-miel/
Nota. No se menciona la fuente
Consejos para un buen manejo pensando en la cosecha de miel
La invernada de las colmenas
Debemos resaltar en este aspecto, la importancia que tiene el hecho de invernar correctamente las colmenas. No debemos olvidar que el período invernal no separa dos zafras, sino que las une, de que es el período más crítico de las colmenas, y por lo tanto del apicultor. No podemos pretender tener buenas cosechas de colmenas que pasaron una mala invernada, y recordemos; que buenas cosechas nacen de buenas invernadas.
Reducir el espacio, controlar las reservas y la fortaleza de las colonias a invernar, son tan o más importantes como mantener reinas jóvenes y vigorosas en la colonia durante el invierno.
Llegada la primavera
Llegada la primavera y de acuerdo al plan de manejo preestablecido para cada apiario, debemos resaltar la importancia que tiene el realizar un “manejo oportuno” de nuestras colmenas.
De nada sirve adelantar nuestro trabajo en la temporada. Solo aquel realizado “en el momento que había que hacerlo”, será el que nos signifique más kilos de miel. Evidentemente, para esto, debemos de conocer el comportamiento de la flora de la zona.
Otro aspecto que tenemos que tener presente en momentos en que nuestro trabajo se multiplica; es el de dedicar todos nuestros esfuerzos a aquellas colmenas potencialmente productivas en esa temporada, y no a las colmenas que no tienen posibilidad de serlo. Dicho en otras palabras; “más vale una colmena fuerte y no dos problemáticas”.
Normalmente conocemos las soluciones de los problemas que encontramos en nuestros apiarios; pero lo que pocas veces realizamos, es una evaluación de si nos conviene solucionar un problema o no. No nos olvidemos que nuestro objetivo es el de “llegar al inicio de la mielada con la mayor cantidad de pecoreadoras”. Mucho le cuesta al apicultor eliminar una colmena o fusionarla con otra; sin tener en cuenta que esa colmena problemática, le da igual o más trabajo que una buena, y le ocupa una cantidad de material que es muy necesario en esta época.
Llegado el caso incentivar
El desarrollo de la población de la colonia de abejas es un fiel reflejo del ingreso de néctar y polen del campo. Es así, que cuando comienza el flujo de néctar, la reina es incentivada por las abejas en su postura y la población crece.
Hay zonas cuyas floraciones son muy intensas y por períodos cortos de tiempo (15 – 20 días). Otras no son tan concentradas y van dándose en forma paulatina.
En las primeras habrá que estimular o incentivar el desarrollo de la población con jarabes y manejo con la debida antelación; ya que de lo contrario las abejas que nazcan de la estimulación que produzca el propio cultivo, nacerán y/o serán pecoreadoras para cuando la floración principal ya haya finalizado.
En caso de incentivar con jarabes artificiales, no debemos olvidar que los mismos deben suministrarse previo al flujo, y de que éstos, deben de ser totalmente consumidos por las abejas y transformados en cría.
Esto merece especial atención en el caso de los jarabes de azúcar refinada o jarabes de fructosa.
Los jarabes estimulantes no deben ser acumulados por las abejas en los panales.
Habrá que buscar los mecanismos para que las abejas no utilicen más de 200 – 300 centímetros cúbicos por día. De tener más de esta cantidad, ellas lo acopiarán con el consiguiente peligro.
No olvidemos que para tener el máximo de cosecha de miel de cualquier floración, la reina deberá alcanzar su máxima postura
Cuarenta días antes del inicio de la floración y mantenerse en tal condición hasta 40 días antes de que finalice la misma.
Recordemos que toda incentivación artificial con jarabes tiene un costo para el apicultor, y que no siempre es necesaria. Muchas veces a través de una incentivación con manejo de la colmena, es suficiente para lograr el objetivo buscado. Al hablar de este tipo de incentivación nos estamos refiriendo al marceo (desoperculado de miel), ampliación del nido de cría, agregado de panales nuevos, etc.
Las necesidades para el desarrollo de la colonia de abejas son tanto de néctar como de polen y, el suministro de uno sin la presencia del otro, no producirá el efecto buscado. Corroboremos entonces, la necesidad o no, de realizar una alimentación proteica a la hora de estimular la colmena.
Manejo de la cámara de cría
Ya mencionamos que la ampliación del nido de cría actúa como un incentivo en la postura de la reina. También sabemos que este momento al principio de la temporada, es el que normalmente utilizamos para realizar la renovación de panales. Independientemente del número de panales que renovemos, tengamos presente que la cantidad de abejas cereras al momento de ampliar el nido es poca y que habrá una más rápida postura de la reina en panales obrados que en láminas de cera estampada. Tratemos entonces, que la primera ampliación sea con panales obrados, y, una vez que el nido de cría y la temperatura ambiente aumenten, agregar cuadros con cera estampada.
Otra cosa que debemos recordar en este aspecto, es que el manejo de la cámara de cría hay que realizarlo previo al flujo de néctar.
En plena mielada no podemos estar solucionando problemas que no atendimos en su momento; ya que aquí las cosechas, serán la tarea principal. Nuevamente resaltamos aquello de realizar los manejos en su momento oportuno.
El agregado de alzas o medias alzas
El conocimiento de la zona y la propia evolución de la colmena será quién nos indique el momento oportuno de agregar las alzas o melarios. El agregar material antes de lo necesario retrasará el desarrollo y, el agregarlo después motivará el bloqueo de la cámara de cría con el consiguiente trabajo extra que esto demanda. Debemos entonces tener bien presente este momento, para no llegar tarde y perder muchos kilos de miel por bloqueo y enjambrazón de nuestras colmenas.
Al renovar los panales de la cámara de cría, coloquemos aquellos con cría en el centro del alza y aquellos con miel hacia los costados. Si los cuadros del alza son con cera estampada, tratemos de intercalarlos con cuadros obrados; ya que el estirado de cera se da más rápido en la medida que a los lados de una cera estampada haya panales con miel o néctar.
No olvidemos que uno de los grandes tesoros del apicultor son los panales obrados.
Si bien, la tendencia de los apicultores es a estirar toda la cera al principio de la temporada, no olvidemos que el agregado de un alza completa con láminas de cera actúa como un “balde de agua fría” sobre la colmena y resiente notablemente el acopio de miel. Tratemos de ir introduciendo en la colmena la cera estampada, en forma escalonada y a lo largo del flujo. De esta forma estaremos aprovechando la producción de cera de una forma más racional y al finalizar la temporada nuestra cosecha será mayor.
Con respecto a la cantidad de material a agregar, el mismo estará supeditado a una cantidad de pautas de manejo del productor. Lo ideal en este aspecto es el agregado de un alza por vez y, en la medida que se encuentre llena, cosechar y agregar otra en el mismo momento. Evidentemente la cantidad de material disponible, la distancia a los apiarios, la cantidad de colmenas por apiario, la capacidad del vehículo, la intensidad del flujo, etc., son solo algunos de los factores que harán variar mi manejo. No existe en este aspecto una receta. Dos apicultores en una zona de iguales características podrán manejar este tema totalmente distinto.
Algo que si merece resaltar, es el hecho de introducir siempre las alzas vacías sobre la cámara de cría.
De esta forma la abeja lo trabajará antes y habrá una mayor eficiencia en el acopio de néctar.
Recordemos que no es aconsejable desde el punto de vista de la producción de miel el de que la colmena tenga varias alzas completas de miel.
Hay mayor predisposición de la abeja a la pecorea cuando sus reservas son escasas.
Nuestra cosecha final se verá incrementada si realizamos varias cosechas pequeñas, y no una sola al final de la temporada.
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