miercoles 28 de diciembre de 2016
http://www.diariojunio.com.ar/noticia.php?noticia=80541
Durante 2016, el gobierno provincial trabajó en la
elaboración de un plan de mejora competitiva para el sector y en la
promoción del consumo de miel en todo el territorio nacional, además de
gestionar los aportes económicos para ayudar a los productores
damnificados por la emergencia agropecuaria, según información enviada a
DIARIOJUNIO.
Las inclemencias del tiempo complicaron el panorama económico
para todas las actividades productivas entrerrianas, siendo algunas
regiones más afectadas que otras, pero en general perjudicó las
economías regionales en su conjunto.
Desde el gobierno provincial se trabajó desde un primer momento para que distintas actividades se declaren en emergencia, como así también en la solicitud de aportes no reintegrables (ANR) para aquellos productores que habían perdido entre el 80 y 100 por ciento de su producción total.
Para el caso específico de la actividad apícola, y dentro de lo reglamentado por el gobierno nacional, se trabajó en forma conjunta con los municipios y las áreas de producción de las mismas en lo que fue la recepción de las correspondientes declaraciones juradas y la recopilación de la documentación exigida según lo determinaba el Decreto Nº411/15 hasta el 31 de marzo de este año.
Si bien es sabido que se sucedieron consecutivamente otros fenómenos climáticos y desde el gobierno provincial se trabajó también para conseguir más ayuda del Estado nacional, la realidad es que se concretó sólo la ayuda para la primera etapa.
En este sentido, la directora de Producciones Pecuarias Alternativas, Noemí Altamirano, aclaró que “en la primera etapa fueron 352 los productores apícolas afectados que presentaron su correspondiente documentación para recibir el aporte, de los cuales quedan algunos pendientes por faltarle documentación, pero que se resolverán en los próximos días”.
En tanto que para los productores afectados en la segunda etapa, que fueron aproximadamente 1.000, la funcionaria recalcó que seguirán gestionando "como lo hemos hecho hasta el momento, para conseguir alguna herramienta de financiamiento, la creación de un fondo rotativo o la solicitud de crédito que pueda al menos aliviar un poco el estado de los pequeños y medianos productores damnificados”.
“Esta semana y por decreto Nº 411/15 MP se entregaron aportes no reintegrables a ocho productores del departamento Paraná, por la suma total de 123.480 pesos, y aún queda un grupo de productores afectados de la zona de Ibicuy, y un grupo más a quienes se presenta recién ahora, por la falta de documentación”, comentó Altamirano.
Paralelamente se estuvo trabajando con el Ministerio de Producción de la Nación, en un Plan de Competitividad para la Cadena de Valor Apícola, donde participaron todos los actores involucrados, realizando un análisis FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades, Amenazas) tanto interno como externo del sector, a la vez que diagramaron cuál es la visión y misión de la cadena. También se definieron nueve ideas-proyectos cuyo objetivo fue que sirva no sólo para mejorar la competitividad de la actividad sino además conseguir nuevas herramientas de financiamiento a nivel nacional.
Como la producción se resuelve mayoritariamente a través de la comercialización en el mercado externo se ha venido trabajando con las cooperativas apícolas de la provincia. Ante esta situación, la referente del área apícola sostuvo: “Estamos participando en un trabajo de investigación con la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Entre Ríos, que nos permitirá indagar cuáles son las debilidades que tienen nuestras cooperativas recientemente armadas. Actualmente existen más de 30 cooperativas apícolas funcionando en la provincia representando una gran fortaleza para el sector. Y la etapa próxima es fortalecerlas. Estamos convencido que como herramienta asociativa son indispensables para la comercialización y gestión de las mismas como verdaderas empresas”.
“Queremos acompañar y capacitar a los socios de los Consejos de Administración de las cooperativas como a sus contadores para que se especialicen en lo que respecta a la gestión de las cooperativas como empresas”, señaló Altamirano y agregó que “Entre Ríos es una provincia que tiene mucha historia y experiencia en la economía social, pero aún falta la conciencia del productor de saber que tiene en sus manos una herramienta indispensable para crecer en su actividad, sabiendo además de que las condiciones en el mercado para la comercialización adolecen de muchas dificultades”.
Si bien fue una medida importante para el sector, Altamirano indicó que “no benefició directamente al pequeño productor, sino más bien al exportador directo que corresponden a una mínima cifra dentro de la cadena de valor”.
Y agregó: “La única manera en que llegue este beneficio a los productores es adoptando las cooperativas la comercialización en forma directa. Que los productores empiecen a entregar su producción a su cooperativa y empezar a vender directamente desde su estructura organizativa y así empezar a establecer las condiciones de mercado. Sabemos que no sólo no se vio beneficiado en este 10% de quita a los derechos de exportación, sino que tampoco mejoró el precio de la miel (ha sido el precio más bajo de los últimos años). Seis meses después de la medida, el precio se ha movido pero no como resultado de la normativa implementada, sino por falta de producción de miel”.
El agregado de valor debe ser visto como una alternativa para los medianos y pequeños productores para poder defender mejor su producción. Hay un área de productores que va a seguir exportando y entregando su miel, pero también va ir asumiendo los roles de comercializadores para el mercado externo.
En Entre Ríos, el agregado de valor puede darse por el fraccionamiento de la miel pero también por su caracterización. Es decir, vender la miel a partir de su origen botánico es una oportunidad que no debemos desperdiciar en la provincia, que se destaca por la rica variedad existente.
“Para esto estamos trabajando en un proyecto en el marco del Plan de Competitividad Apícola, donde en relación a la comercialización se trabajó sobre la capacidad de analizar estas mieles. En Entre Ríos hay una historia de análisis y estudios sobre caracterización de los tipos de miel a partir de su origen botánico realizados tanto por el Conicet como en las universidades. Lo que queremos lograr desde el Ministerio de Producción, es poner en condiciones también nuestro laboratorio para poder hacer este tipo de trabajo también. Es decir, que se puedan realizar análisis no sólo sanitarios sino también de caracterización, y así brindar un servicio más a los productores. Las fortalezas están dadas, y sólo resta seguir gestionando para poner a punto toda la infraestructura y que esté a disposición de los productores”.
Con el objetivo también de que los productos apícolas puedan venderse en su lugar de origen, se trabaja conjuntamente con el Instituto de Control de Alimentación y Bromatología (ICAB) y la delegación provincial de la Secretaría de Agricultura Familiar, para realizar las habilitaciones correspondientes para que los productores puedan vender sus mieles en el ámbito de su municipio, provincia; o bien obtener los registros de producto y establecimiento para poder ofrecerlas en todo el territorio nacional.
“La idea es que cada productor elija qué es lo que quiere hacer con su producto, se involucre más allá de lo productivo, se concientice sobre las normas existentes para la producción en sí, y se anime a proporcionar un valor agregado a la miel desde su casa, adoptando todas medidas de seguridad alimentaria, cuya información pone a disposición el gobierno provincial, a través del Instituto de Control de Alimentación y Bromatología (ICAB)”, concluyó Altamirano.
http://www.diariojunio.com.ar/noticia.php?noticia=80541
Balance de gestión
El gobierno provincial trabaja en el fortalecimiento de la cadena apícola
Durante 2016, el gobierno provincial trabajó en la
elaboración de un plan de mejora competitiva para el sector y en la
promoción del consumo de miel en todo el territorio nacional, además de
gestionar los aportes económicos para ayudar a los productores
damnificados por la emergencia agropecuaria, según información enviada a
DIARIOJUNIO.
Desde el gobierno provincial se trabajó desde un primer momento para que distintas actividades se declaren en emergencia, como así también en la solicitud de aportes no reintegrables (ANR) para aquellos productores que habían perdido entre el 80 y 100 por ciento de su producción total.
Para el caso específico de la actividad apícola, y dentro de lo reglamentado por el gobierno nacional, se trabajó en forma conjunta con los municipios y las áreas de producción de las mismas en lo que fue la recepción de las correspondientes declaraciones juradas y la recopilación de la documentación exigida según lo determinaba el Decreto Nº411/15 hasta el 31 de marzo de este año.
Si bien es sabido que se sucedieron consecutivamente otros fenómenos climáticos y desde el gobierno provincial se trabajó también para conseguir más ayuda del Estado nacional, la realidad es que se concretó sólo la ayuda para la primera etapa.
En este sentido, la directora de Producciones Pecuarias Alternativas, Noemí Altamirano, aclaró que “en la primera etapa fueron 352 los productores apícolas afectados que presentaron su correspondiente documentación para recibir el aporte, de los cuales quedan algunos pendientes por faltarle documentación, pero que se resolverán en los próximos días”.
En tanto que para los productores afectados en la segunda etapa, que fueron aproximadamente 1.000, la funcionaria recalcó que seguirán gestionando "como lo hemos hecho hasta el momento, para conseguir alguna herramienta de financiamiento, la creación de un fondo rotativo o la solicitud de crédito que pueda al menos aliviar un poco el estado de los pequeños y medianos productores damnificados”.
“Esta semana y por decreto Nº 411/15 MP se entregaron aportes no reintegrables a ocho productores del departamento Paraná, por la suma total de 123.480 pesos, y aún queda un grupo de productores afectados de la zona de Ibicuy, y un grupo más a quienes se presenta recién ahora, por la falta de documentación”, comentó Altamirano.
Paralelamente se estuvo trabajando con el Ministerio de Producción de la Nación, en un Plan de Competitividad para la Cadena de Valor Apícola, donde participaron todos los actores involucrados, realizando un análisis FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades, Amenazas) tanto interno como externo del sector, a la vez que diagramaron cuál es la visión y misión de la cadena. También se definieron nueve ideas-proyectos cuyo objetivo fue que sirva no sólo para mejorar la competitividad de la actividad sino además conseguir nuevas herramientas de financiamiento a nivel nacional.
Como la producción se resuelve mayoritariamente a través de la comercialización en el mercado externo se ha venido trabajando con las cooperativas apícolas de la provincia. Ante esta situación, la referente del área apícola sostuvo: “Estamos participando en un trabajo de investigación con la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Entre Ríos, que nos permitirá indagar cuáles son las debilidades que tienen nuestras cooperativas recientemente armadas. Actualmente existen más de 30 cooperativas apícolas funcionando en la provincia representando una gran fortaleza para el sector. Y la etapa próxima es fortalecerlas. Estamos convencido que como herramienta asociativa son indispensables para la comercialización y gestión de las mismas como verdaderas empresas”.
“Queremos acompañar y capacitar a los socios de los Consejos de Administración de las cooperativas como a sus contadores para que se especialicen en lo que respecta a la gestión de las cooperativas como empresas”, señaló Altamirano y agregó que “Entre Ríos es una provincia que tiene mucha historia y experiencia en la economía social, pero aún falta la conciencia del productor de saber que tiene en sus manos una herramienta indispensable para crecer en su actividad, sabiendo además de que las condiciones en el mercado para la comercialización adolecen de muchas dificultades”.
Si bien fue una medida importante para el sector, Altamirano indicó que “no benefició directamente al pequeño productor, sino más bien al exportador directo que corresponden a una mínima cifra dentro de la cadena de valor”.
Y agregó: “La única manera en que llegue este beneficio a los productores es adoptando las cooperativas la comercialización en forma directa. Que los productores empiecen a entregar su producción a su cooperativa y empezar a vender directamente desde su estructura organizativa y así empezar a establecer las condiciones de mercado. Sabemos que no sólo no se vio beneficiado en este 10% de quita a los derechos de exportación, sino que tampoco mejoró el precio de la miel (ha sido el precio más bajo de los últimos años). Seis meses después de la medida, el precio se ha movido pero no como resultado de la normativa implementada, sino por falta de producción de miel”.
El agregado de valor debe ser visto como una alternativa para los medianos y pequeños productores para poder defender mejor su producción. Hay un área de productores que va a seguir exportando y entregando su miel, pero también va ir asumiendo los roles de comercializadores para el mercado externo.
En Entre Ríos, el agregado de valor puede darse por el fraccionamiento de la miel pero también por su caracterización. Es decir, vender la miel a partir de su origen botánico es una oportunidad que no debemos desperdiciar en la provincia, que se destaca por la rica variedad existente.
“Para esto estamos trabajando en un proyecto en el marco del Plan de Competitividad Apícola, donde en relación a la comercialización se trabajó sobre la capacidad de analizar estas mieles. En Entre Ríos hay una historia de análisis y estudios sobre caracterización de los tipos de miel a partir de su origen botánico realizados tanto por el Conicet como en las universidades. Lo que queremos lograr desde el Ministerio de Producción, es poner en condiciones también nuestro laboratorio para poder hacer este tipo de trabajo también. Es decir, que se puedan realizar análisis no sólo sanitarios sino también de caracterización, y así brindar un servicio más a los productores. Las fortalezas están dadas, y sólo resta seguir gestionando para poner a punto toda la infraestructura y que esté a disposición de los productores”.
Con el objetivo también de que los productos apícolas puedan venderse en su lugar de origen, se trabaja conjuntamente con el Instituto de Control de Alimentación y Bromatología (ICAB) y la delegación provincial de la Secretaría de Agricultura Familiar, para realizar las habilitaciones correspondientes para que los productores puedan vender sus mieles en el ámbito de su municipio, provincia; o bien obtener los registros de producto y establecimiento para poder ofrecerlas en todo el territorio nacional.
“La idea es que cada productor elija qué es lo que quiere hacer con su producto, se involucre más allá de lo productivo, se concientice sobre las normas existentes para la producción en sí, y se anime a proporcionar un valor agregado a la miel desde su casa, adoptando todas medidas de seguridad alimentaria, cuya información pone a disposición el gobierno provincial, a través del Instituto de Control de Alimentación y Bromatología (ICAB)”, concluyó Altamirano.
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