jueves 25 de mayo de 2017
Los monitoreos sanitarios son fundamentales en el desarrollo de una colmena pensando en la próxima temporada de cosecha, y en consecuencia es clave que los productores apícolas los realicen correctamente y en el momento indicado.
La carga de ácaros presente en las colmenas nos indica la gravedad de la parasitosis. A su vez, a través de la carga parasitaria podremos evaluar el éxito de los tratamientos aplicados y decidir en qué momento y con qué productos nos conviene curar.
Esta práctica toma todavía más relevancia en los últimos años por la creciente resistencia que el ácaro Varroa ha generado a varios principios activos, fundamentalmente al Cumafos y en algunos casos al Amitraz, pero además frente a los largos períodos de inundaciones y/o sequía que sacuden desde hace varios años distintas zonas del país y que obviamente ocasionan un déficit nutricional y un estrés que debilita y deja susceptible a las abejas de contraer diferentes enfermedades, sobre todo de tipo parasitarias.
Los especialistas recomiendan, al menos, cuatro monitoreos anuales. Antes y después de la cura de otoño, antes y después de la cura pre primaveral.
Sin embargo, hay muchos apicultores que por errores técnicos o exceso de confianza muchas veces no monitorean tras el tratamiento antes de ingresar a la invernada y luego al abrir las colmenas pensando en la próxima zafra se encuentran con colmenas muy deterioradas, con un déficit poblacional importante y que en varias ocasiones prácticamente no podrán ser recuperadas para aprovechar la floración de la zona.
http://api-cultura.com/la-importancia-de-los-monitoreos/
La importancia de los monitoreos
La carga de ácaros presente en las colmenas nos indica la gravedad de la parasitosis. A su vez, a través de la carga parasitaria podremos evaluar el éxito de los tratamientos aplicados y decidir en qué momento y con qué productos nos conviene curar.
Esta práctica toma todavía más relevancia en los últimos años por la creciente resistencia que el ácaro Varroa ha generado a varios principios activos, fundamentalmente al Cumafos y en algunos casos al Amitraz, pero además frente a los largos períodos de inundaciones y/o sequía que sacuden desde hace varios años distintas zonas del país y que obviamente ocasionan un déficit nutricional y un estrés que debilita y deja susceptible a las abejas de contraer diferentes enfermedades, sobre todo de tipo parasitarias.
Los especialistas recomiendan, al menos, cuatro monitoreos anuales. Antes y después de la cura de otoño, antes y después de la cura pre primaveral.
Sin embargo, hay muchos apicultores que por errores técnicos o exceso de confianza muchas veces no monitorean tras el tratamiento antes de ingresar a la invernada y luego al abrir las colmenas pensando en la próxima zafra se encuentran con colmenas muy deterioradas, con un déficit poblacional importante y que en varias ocasiones prácticamente no podrán ser recuperadas para aprovechar la floración de la zona.
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