miércoles 28 de junio de 2017
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CAP
La nutrición es sin duda uno de los factores clave a tener en cuenta por el apicultor que pretende llevar adelante una explotación moderna de sus colmenas. Los nutrientes son requeridos para el normal crecimiento y desarrollo de la colonia, en caso de que falten, se producen desequilibrios que en última instancia repercuten negativamente en el área de cría, longevidad de las abejas o susceptibilidad a enfermedades.
Los cuerpos grasos de la abeja son órganos constituidos principalmente por lípidos. Tienen un rol especial en el almacenamiento y utilización de la energía. Son el depósito final de nutrientes almacenamientos en la abeja. Las células del tejido graso no solo controlan la síntesis y utilización de dichas reservas, sino que en ellas se sintetizan la mayor parte de proteínas de hemolinfa y los metabolitos circulantes. El nivel de reservas acumuladas en los cuerpos grasos modula varios aspectos importantes en la vida de las abejas, tales como la tasa de crecimiento, el momento de la metamorfosis y el desarrollo de los huevos.
Los ácidos grasos contenidos en el polen tienen un rol importante como antagonista de bacterias que afectan al normal desarrollo de la cría. Se ha encontrado que los ácidos grasos (principalmente el ácido linóleico) inhibe el crecimiento de dos bacterias, Melissococcus pluton y Paenibacillus larvae, responsables de provocar la loque europea y americana, respectivamente.
Los cuerpos grasos de la abeja son órganos constituidos principalmente por lípidos. Tienen un rol especial en el almacenamiento y utilización de la energía. Son el depósito final de nutrientes almacenamientos en la abeja. Las células del tejido graso no solo controlan la síntesis y utilización de dichas reservas, sino que en ellas se sintetizan la mayor parte de proteínas de hemolinfa y los metabolitos circulantes. El nivel de reservas acumuladas en los cuerpos grasos modula varios aspectos importantes en la vida de las abejas, tales como la tasa de crecimiento, el momento de la metamorfosis y el desarrollo de los huevos.
Los ácidos grasos contenidos en el polen tienen un rol importante como antagonista de bacterias que afectan al normal desarrollo de la cría. Se ha encontrado que los ácidos grasos (principalmente el ácido linóleico) inhibe el crecimiento de dos bacterias, Melissococcus pluton y Paenibacillus larvae, responsables de provocar la loque europea y americana, respectivamente.
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