El experto en Apicultura afirma que productores y apicultores deben sumar esfuerzos y hacer mayor conciencia para proteger a las abejas en México
Los Mochis, Sinaloa.- Tan sólo durante el último año se perdieron a nivel nacional alrededor de 600 mil colmenas de abejas por daños por plaguicidas. De ahí la urgencia de que se emprendan medidas de fondo para proteger a las abejas, afirmó José Luis Reyes Carrillo.
El investigador de la Universidad Antonio Narro impartió ayer la conferencia “Polinización con abejas melíferas en cultivos a cielo abierto y en áreas protegidas” en el ciclo de conferencias de la AARFS.
¿Cuál es la importancia de la polinización que realizan las abejas?
Para algunas especies, como el caso de las cucurbitáceas, llámense melón, sandía, calabacita, entre otros, la polinización por abejas es de tal importancia que si no son polinizadas por abejas no producen nada, pues estarían a expensas solamente de polinización por especies silvestres que cada día son menos y por eso es necesario que se lleven las colmenas a los cultivos.
¿Cuáles son las claves para una polinización?
Primero que nada llevar las abejas en el momento óptimo, que es cuando el cultivo empieza a florecer, para que en cuanto se comience a aparecer la flor las abejas se encarguen de polinizarlo. Para ello el productor tiene que pagar una cuota, porque el servicio no es gratuito, pues cuesta llevarlas y hay que tener cuidado con ellas para cuidarlas, no aplicando insecticidas, que esta es la etapa más crítica porque los agricultores quieren proteger a sus cultivos de las plagas.
(Foto: EL DEBATE)
¿Entonces qué se requiere hacer?
Tenemos que entrar a una dinámica de protección de los cultivos de otra manera, muy posiblemente con insectos benéficos, probablemente con insecticidas de muy poco poder residual, aplicaciones nocturnas y una serie de requerimientos que lo único que tratan es respetar el trabajo de las abejas.
¿Entonces sería encaminarnos, ahora sí, a una agricultura sustentable?
Con esto estamos hablando de una agricultura económicamente diferente, que sería mejor para el agricultor, porque los in-secticidas que se utilizan actualmente son de muy alto costo y de un alto poder residual que obviamente tiene un fuerte impacto sobre la fauna benéfica y esta ayuda también a controlar los insectos plaga en una forma natural, y con ello también los estamos matando.
¿Cómo estamos en México en el rubro de control biológico?
La verdad es que se tiene muy poco. En realidad, nosotros hemos copiado el modelo americano de producción y creo que deberíamos ver a modelos, como en Europa, que son mucho más conscientes de los daños que se hacen al medio ambiente, usando no nada más insectos benéficos, sino también hongos benéficos y usando insecticidas tan naturales, como el agua con jabón que existe agrícolamente.
(Foto: EL DEBATE)
¿Qué tal importante es que esa cultura ya prenda entre los productores?
Tiene que ser lo más pronto que se pueda, porque así como a México le está pasando que estamos disminuyendo en un gran número de colmenas por pérdidas causadas por daños de los insecticidas, ese es un fenómeno que está ocurriendo también a nivel mundial y ya Europa está poniéndole remedio y nosotros deberíamos de tratar de ver lo que hacen otros países en este rubro y llevarlo a la práctica.
¿Cuáles son las zonas con mayor muerte de abejas?
Es un problema que se da a nivel nacional, pero, por citar un ejemplo, del año pasado a la fecha, Chihuahua perdió el 50 % de sus colmenas; La Laguna, que es de donde yo vengo, el 60 %; San Luis Potosí, el 40 %, o sea hemos venido desplomando nuestra apicultura y no le hemos puesto remedio.
¿Entonces es hora de actuar?
Definitivamente debemos avanzar en este tema porque urge una mayor conciencia y cultura para evitar seguir perdiendo nuestras abejas, ya que son vitales para la agricultura.
EL PERFIL Nombre: Dr. José Luis Reyes Carrillo Formación académica: Investigador de apicultura de la Universidad Antonio Narro, Unidad Laguna de Torreón, Coahuila Profesión: Experto en la polinización de abejas melíferas en México.
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