Las altas temperaturas y la sequía también afecta a las abejas. Los apicultores están llamado la atención porque las colmenas no tiene miel lo que repercute en una caída de la producción cercana al 50%.
Ángel Díaz, apicultor y responsable del sector apícola de COAG advierte de que se trata de un tema “que nos debe preocupar a todos ya que "las abejas son el primer escalón de la comunicación de la naturaleza con nosotros”, ha advertido.
Recuerda este apicultor que las abejas “son insectos sensibles a la incidencia del clima”. “Lo normal es que el frío ralentice la colmena y que no llegue a extremos de hiperfuncionamiento como el actual, lo que provoca que su rendimiento esté siendo bajisimo”.
Esto sumado a plagas como la del abejaruco, hace que la producción haya pasado en un año de las 32 mil toneladas a las 18 mil.
Ante esta bajada, denuncia Ángel Díaz, se trae miel de fuera. “Tenemos un desembarco bestial y dañino de miel procedente de China inexplicablemente a unos precios irrisorios. No podemos competir con este producto que no quiero llamar miel. Hay varias denuncias de que posiblemente el añadido de tipos diferentes de glucosa de maíz o arroz podría ser lo que está entrando en la Unión Europea”, ha advertido.
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