Nicaragua está llena de sabores y colores, eso nos hace únicos y originales, como los sabrosos productos que se elaboran en Dulcería La Miel, que desde 1945 viene dando sabor a las festividades religiosas de La Purísima Concepción de María.
Ubicada en Granada, esta dulcería es un negocio familiar que ha sido administrado por tres generaciones; iniciado por la señora Francisca Mendoza, luego lo retomó doña Juana Mendoza Rodríguez y desde hace 40 años por Rosa Leonor Rodríguez, que a sus 82 años se va al mercado a buscar las frutas con la que produce sus deliciosos manjares.
Dulcería La Miel es una de las más conocidas del departamento de Granada, su clientela llega de casi todos los departamentos del país, incluso muchos nicaragüenses que celebran La Purísima en Miami, buscan las cajetas, caramelos y gofios, que tienen gran demanda en estos días.
Mi madre es la que hace las compra en los mercados, ella se encarga de escoger las frutas, la papaya, el coco, muchos nos dicen que no parece que tuviera 80 años con tan activa que es, anda su bastoncito, pero eso no le impide estar pendiente”, cuenta doña Daysi Fuertes Rodríguez.
Elaborando la base para la Leche Burra
Al momento de nuestra visita, tres fogones estaban encendidos, en cada uno de ellos tres jóvenes mueven un enorme cucharon en la que se hierve leche mezclada con atado de dulce, están preparando la masa para elaborar la Leche Burra, uno de los productos de mayor venta en Dulcería La Miel.
Esta escena es de todos los días, mientras unos mueven la leche con el dulce en las enormes ollas, las mujeres cortan papaya verde y pelan el coco. Es un momento en la que no es ajeno al olfato, la combinación de olores que invaden toda el área de la cocina, en donde se elaboran las cajetas de zapoyol, de leche, manjar, cajeta de coco negro, cajeta rosada, cajeta de coyolito, leche burra, piñonate de coco, piñonate de papaya, semilla de marañón, alfeñique, rosquillas, miel de abeja, jocote en miel, mango en miel, marañón en miel, limones en miel, icacos en miel, nancites encurtidos y cereales de pinol, pinolillo, tiste y semilla de jícaro.
Cada una de los hijos de doña Rosa Leonor ha aprendido el arte de elaborar estos manjares, que se reparten en las festividades marianas. Los varones se encargan de poner el fogón y cocer la leche con los atados de dulces, mientras las mujeres elaboran cada cajeta o caramelo y administran el negocio.
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