sábado, 3 de febrero de 2018

Aluen CAP, la solución argentina contra la varroasis



sábado 3 de febrero de 2018
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Bandera de Argentina

Aluen CAP, la solución argentina contra la varroasis

Aluen CAP, la solución argentina contra la varroasis,
martes 17 de mayo de 2016
La varroasis es un mal que afecta la producción de miel alrededor del mundo, es por esto que hace más de cinco años, un grupo de apicultores del sudoeste de Buenos Aires con el apoyo de expertos, comenzó a buscar una solución para el mal que causaba en la producción. La varroasis es provocada por un ácaro que parasita a las abejas y afecta su vida en las colmenas, impactando en la calidad de la miel.
Tras varios ensayos, investigaciones y dificultades económicas, encontraron la solución que hoy se conoce con el nombre comercial de Aluen CAP. Se trata de un acaricida orgánico que se logró con el esfuerzo consumado de apicultores, técnicos apícolas, agrónomos, biólogos y bioquímicos, veterinarios y contadores. “Es un gran equipo de trabajo, donde resulta muy difícil diferenciar de dónde viene cada uno” explica Elián Tourn, presidente de la Cooperativa Apícola Pampero.
Los primeros pasos en busca de la solución a la varroasis comenzaron en 2010 junto a agentes del programa Cambio Rural del INTA, productores y profesionales de la Universidad Nacional del Sur. Para 2011 ya se había obtenido una primera prueba eficaz de un método de aplicación que los laboratorios más importantes buscaban desde hace años. “Nuestro objetivo era solucionar un problema, nunca quisimos hacer un negocio”, explica Tourn en relación a la negativa de varias ofertas recibidas cuando el producto era una formula sin patentar. La posibilidad de vender la fórmula nunca fue evaluada ya que el camino a seguir era otro. “La propuesta nos potenció, valoramos lo que teníamos en mano y que valía la pena invertir tiempo y esfuerzo”, revela.
Con esta decisión se activó la llegada de fondos institucionales. El Ministerio de Industria aportó el 50% para las maquinarias de la línea de producción, el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social costeó la primera etapa del patentamiento del producto y el resto lo aportaron los apicultores que integran la cámara.
Los apicultores son los que proponen a la cooperativa el valor al que debe venderse el producto y la utilización que se harán de los excedentes de las ventas, que generalmente se invierten en investigación e industrialización del sector.
Llegan ofertas de países de América, Europa, Asia y África para comprar el producto y con Uruguay ya hay un importante canal de venta cerrada. Sin embargo, su objetivo actual en esta reciente etapa de expansión es mantener los principios cooperativos, como el precio justo para el productor.

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