lunes 4 de febrero de 2018
https://www.elnuevodia.com/noticias/locales/nota/lapoblaciondeabejasnoresistioelazotedemaria-2395498/
Tras el huracán María, un grupo de apicultores intenta salvar estos insectos y destaca su importancia
Giray, quien es doctor en entomología y se especializa en evolución, comportamiento y genética de las abejas de miel, contó que el Departamento de Agricultura hizo un informe de pérdidas basado en visitas a las fincas de los apicultores matriculados en la agencia. El profesor también recopiló “evidencia adicional” mediante cuestionarios que repartió a apicultores beneficiados por la iniciativa de recaudación de fondos y equipo llamada “Caribbean Bee Rescue Campaign”.El huracán cambió las cifras drásticamente. Las colmenas domésticas, que son las abejas que los apicultores mantienen en sus fincas para producción de miel o servicios de polinización, se perdieron en 80%. De las 4,000 colmenas domésticas que había, quedaron menos de mil.
La población de abejas no resistió el azote de María
El gobierno, apicultores y entidades sin fines de lucro lideran esfuerzos para aumentar las colonias y evitar una escasez de alimentos locales
Entre el 80% y 90% de la población de abejas en la isla no resistió el embate del huracán María, lo que supone un severo impacto para la industria apícola y un retraso en la producción agrícola debido a la baja en polinizadores.
Después del 20 de septiembre, cuando el ciclón tocó suelo boricua, el gobierno, apicultores y entidades sin fines de lucro iniciaron esfuerzos de recuperación con miras a evitar una escasez de alimentos locales. Por eso, el éxito de esos esfuerzos no es opcional, coincidieron expertos.
Tugrul Giray, profesor de Biología en el recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR), indicó que, antes de María, el país tenía una población “saludable” de abejas domésticas y silvestres. Se estimaba que había 150,000 colonias, a razón de 16 o 17 por kilómetro cuadrado.
Giray, quien es doctor en entomología y se especializa en evolución, comportamiento y genética de las abejas de miel, contó que el Departamento de Agricultura hizo un informe de pérdidas basado en visitas a las fincas de los apicultores matriculados en la agencia. El profesor también recopiló “evidencia adicional” mediante cuestionarios que repartió a apicultores beneficiados por la iniciativa de recaudación de fondos y equipo llamada “Caribbean Bee Rescue Campaign”.El huracán cambió las cifras drásticamente. Las colmenas domésticas, que son las abejas que los apicultores mantienen en sus fincas para producción de miel o servicios de polinización, se perdieron en 80%. De las 4,000 colmenas domésticas que había, quedaron menos de mil.
“La situación de las colmenas silvestres –abejas que viven por su cuenta en bosques u otras áreas fuera de actividad apícola– es incierta, pero posiblemente peor que las domésticas. Mi estimado es que, inmediatamente después del huracán María, se afectó el 50% de las colonias por inundación, pérdida de sitios de anidación o impacto por objetos como troncos. Luego, la falta de flores, polen y néctar por más o menos un mes y medio resultó con mayores pérdidas… un 80% de lo que había quedado”, sostuvo, e informó que, junto a su equipo, está utilizando “medidas genéticas” para cuantificar las pérdidas de colonias silvestres.
Giray estimó que recobrar la pérdida poblacional de abejas demoraría tres o cuatro años.
"Mitigar el impacto"
El secretario de Agricultura, Carlos Flores Ortega, repasó las actividades realizadas para “mitigar el impacto” de María en la industria apícola, siendo la primera de ellas una reunión, el 20 de octubre, para conocer los daños ocasionados por el huracán y ofrecer “ayuda técnica” a los apicultores. Giray fue a esa reunión.
“Como es notable, la flora de Puerto Rico sufrió enormemente teniendo un efecto directo en la disponibilidad de alimento para las abejas”, dijo.
Para contrarrestar la falta de néctar y polen, Flores Ortega indicó que la compañía Able Sales, en Cataño, donó cerca de 5,000 libras de azúcar. Esa azúcar se está distribuyendo semanalmente, a razón de cuatro libras por colmena, siguiendo la recomendación de Giray. Las ocho “Súper Regiones Agrícolas” de la agencia se están utilizando como centro de acopio y distribución.
Añadió que, mediante una colaboración entre la UPR y The Pollinator Partnership, se han distribuido más de mil libras de proteína como sustituto de polen. Giray y su equipo ayudan en su reempaque y distribución, que también se hace a través de las “Súper Regiones Agrícolas”.
The Pollinator Partnership y el National Honey Board lideran la iniciativa “Caribbean Bee Rescue Campaign”.
Las próximas acciones de Agricultura incluyen distribuir “cajas de abejas” y crear centros de acopio de colmenas.
Flores Ortega precisó que hay 500 cajas disponibles, que fueron hechas por los reos del complejo correccional de Guayama. Se costearon con una subvención federal y en colaboración con el Fondo de Innovación para el Desarrollo Agrícola. Las cajas tienen como fin “rescatar” colmenas de zonas urbanas para llevarlas a centros de acopio, donde serían recogidas por apicultores una vez la agencia les notifique. Agricultura ya identificó cuatro estaciones experimentales y una finca para servir como centros de acopio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario