lunes 11 de junio de 2018
https://mobile.lemonde.fr/planete/article/2018/06/07/effondrement-des-colonies-d-abeilles-en-france_5311012_3244.html
Manuel Corona ha compartido un enlace.
Movilización nacional de apicultores contra la hecatombe de abejas
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Fue al final del invierno. Loïc Leray, apicultor profesional en Puceul (Loire-Atlantique), estaba ansioso por descubrir el fruto de su trabajo conjunto con las abejas, que ha estado cocinando durante cuatro décadas. Recuerda sus rodillas temblorosas y su pelo erizado cuando abrió sus primeras colmenas: un silencio ensordecedor, colonias enteras de abejas muertas. Él contó, en total, 180 apiarios sin vida, contra 300 vivos el otoño pasado.
"Me sentí como un campesino que, una mañana, empuja la puerta de su establo y encuentra todas sus vacas muertas , se desliza el vicepresidente de la Unión Nacional de la apicultura francesa (UNAF) . Frente a las presiones impuestas por los agroquímicos en nuestro territorio, la vida de las abejas se cuelga por un hilo. Nuestra manada está goteando, y cada colmena muerta es una nueva puñalada que nos deja desorientados y enojados. "
Este año no probará miel para este apicultor, como muchos en Francia, que cosecharon solo amargura y confusión. Mientras esperan una estadística nacional, los profesionales evocan tasas de pérdida que superan el 80% en ciertos territorios.
Dada la magnitud del desastre, los apicultores se reunieron el jueves 7 de junio para un gran día de movilización nacional. En París, Place des Invalides, pero también en Lyon, Rennes, Quimper, Tours, Perigueux, La Rochelle, Estrasburgo o Laon. Apelan al estado y al presidente Emmanuel Macron, para asignar "un plan de apoyo excepcional para los apicultores" y establecer las condiciones para un "ambiente viable para las colonias de abejas y los polinizadores" . "Esta reunión , dice Loïc Leray , no es el entierro de la apicultura. Estamos decididos y alentamos a nuestros gobernantes a tener valor político. "
"Detrás de los números, vidas arruinadas"
Si duda del compromiso del Ministro de Agricultura, Stéphane Travert, "fuera de sintonía, acusa, con la realidad sobre el terreno, de poner en el arranque de la FNSEA [Federación Nacional de Sindicatos de Agricultores] ] y bajo la apariencia de agroquímica ", el apicultor promete " acciones más musculosas si el presidente no nos da una respuesta " .
"Lo que está en juego es demasiado alto y va más allá de las abejas y los apicultores . Lo mismo ocurre con la degradación general del medio ambiente y la salud de todos. Pagaremos mucho si no se mueve rápidamente. ¿Qué les vamos a dejar a nuestros hijos? "
Loïc Leray cita el ejemplo de Cuba. Una isla embargada, donde los agricultores no tenían acceso a productos fitosanitarios. "Un mal por un bien ", respira . Los apicultores y las abejas florecen allí. "
En el visor de los apicultores franceses, los neonicotinoides, en el origen del colapso de las abejas y polinizadores. Estas moléculas muy persistentes atacan el sistema nervioso de los insectos. "Antes de la introducción de los neonicotinoides en la década de 1990, la tasa de mortalidad de las colonias rondaba el 5%", recuerda José Nadan, apicultor de Faouët (Morbihan). En Bretaña, más de 20,000 colonias de abejas murieron este invierno, un tercio de su número total.
"Detrás de los números ", dice José Nadan , "tenemos que ver las vidas arruinadas, las personas obligadas a detener su actividad, los jóvenes que intentan calmarse de alguna manera". Es simple: alguien que ha perdido todas sus colonias no puede sacar la cabeza del agua. Se encuentra sin miel, sin ingresos. Los cargos, siguen cayendo, seguidos de avisos. Estos apicultores en apuros necesitan ayuda. " Región de Bretaña anunció el lanzamiento de un paquete para ayudar a los agricultores a renovar su ganado.
"El Ministerio de Agricultura ha permanecido insensible a nuestra petición de ayuda , lamenta el sexagenario . Se contenta con contar las mortalidades, buscar patógenos, pero no hace nada, río arriba, para evitar que estas cifras se inflen. El Ministerio de Transición Ecológica y Solidaria no lo ha hecho mejor. Él nunca respondió nuestras peticiones. Es hora de ser escuchado en los círculos más altos de este país. Ya sea que la puerta esté abierta o no, iremos al Elysee. "
"De un año a otro, podemos perder todo"
Un avanzado, sin embargo: la validación por el Tribunal de la Unión Europea, las restricciones a tres neonicotinoides en territorio europeo y la prohibición, en septiembre, de todas las moléculas de esta familia en Francia - con excepciones hasta 2020. Insuficiente para Michel Kerneis, presidente de la Confederación Regional de Apicultores de Alsacia, que cuestiona:
"¿Por qué no prohibir otras moléculas químicas todavía en el mercado? Han pasado veinticinco años desde que luchamos contra estos productos que envenenan masivamente a las poblaciones. ¡Ya es suficiente! "
En la primavera, dice que sintió alivio: el invierno fue relativamente suave para los apicultores alsacianos, cuyas tasas de pérdida promedio en los últimos años fueron de alrededor del 30%. "De un año a otro, podemos perder todo ", le preocupa . El modelo agrícola intensivo actual genera condiciones que ya no son propicias para la apicultura. No es soportable. Arrancamos los setos, retrocedemos los prados, eliminamos los árboles del campo, contaminamos el agua, el aire, la tierra ... "
Como resultado, "El cuenco de comida se derrite como la nieve en el sol, y las abejas se debilitan. " Sus reinas no son una excepción. En una colonia, sin embargo, son capitales. Las reinas son las únicas hembras que se reproducen completamente y viven más tiempo que otras abejas: hasta 5 años. " Ahora, a los 3 años, son biques viejos, más capaces de producir suficiente cría para la colmena para producir miel y proporcionar reservas para la colonia", dice Michel Kerneis. Estamos tintineando. "
Francia ya no brinda las necesidades de sus consumidores. Entre 1995 y 2017, la producción de miel colapsó, aumentando, según la UNAF, de aproximadamente 32,000 toneladas a 10,000 toneladas. Apertura de las válvulas con mieles importadas, a veces adulteradas o cortadas con jarabe de azúcar.
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