lunes 11 de marzo de 2019
http://api-cultura.com/uruguay-entre-la-baja-produccion-y-los-problemas-con-el-glifosato/
Uruguay entre la baja producción y los problemas con el glifosato
La disminución productiva es del orden de los 10 kilos por colmena, pero además hay dificultades para colocar la miel en el exterior.
Como anunció nuestro medio oportunamente en ediciones anteriores, las exportaciones de miel uruguaya se vieron reducidas significativamente en los últimos años como consecuencia de la contaminación de las mismas con trazas de glifosato.
Claro ejemplo de esto es que en Noviembre de 2017 quedaban unas 2.000 toneladas sin comercializar de la zafra 16/17 y en Noviembre de 2018 la situación se agravó ya que restaban comercializar unas 3.500 toneladas de unas 9.000 toneladas producidas en la zafra 17/18 (39%), y al respecto desde la Asociación de Exportadores de Miel (ADEXMI) se reconoce que no se pudo exportar la miel en el momento oportuno y a valores más razonables por su alto contenido de precisamente de glifosato.
Otra arista que preocupa sustancialmente a la Sociedad Apícola Uruguaya (SAU), la cual aportó todos estos datos en un informe que nuestro medio presenta en versión periodística, es la vinculada a la disminución en los volúmenes de producción, ya que se pasó en pocos años de producir 25 a 30 kilos por colmena a solamente 16.
Desde el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pezca (MGAyP) a se ha argumentado que el cambio climático es el responsable del deterioro, sin embargo el modelo agroproductivo basado en extensas áreas monoflorales con uso y abuso de insecticidas y herbicidas, como causa principal del daño que sufren las colonias de abejas, no ha sido encarado efectivamente por parte de las autoridades desde que los apicultores lograran la abolición del uso foliar del fipronil en 2009.
A pesar de las adversidades antedichas, los apicultores de todo el país transmitían al inicio de la zafra actual un moderado optimismo ya que las colmenas habían atravesado la invernada sin mayores problemas sanitarios y/o nutricionales, arrancando con un desarrollo temprano y buenas expectativas de alta producción de miel por colmena. La esperanza de que un buen rendimiento por colmena permitiera paliar los bajos precios que se pagan actualmente por la miel, comenzó a desvanecerse avanzada la primavera. Desde fines de noviembre hasta mediados de enero las condiciones del tiempo se tornaron desfavorables: temperaturas bajas, abundantes días nublados, abundantes lluvias y vientos primaverales, frenaron el desarrollo de las colmenas en varias regiones del país y en algunos casos, comenzaron a consumir las reservas de alimentos.
En tanto que con respecto al usos de insecticidas y/o herbicidas, lo hecho hasta ahora ha sido amparar la situación, disimular la gravedad de los hechos e intentar medidas para que los apicultores emigren con sus colmenas y un porcentaje bajo de ellos pueda comercializar la miel. ¿Cuánto se investigó y sancionó en el caso de las mortandades masivas de colonias de abejas ocurrido en agosto de 2017 en Salto?
Desde 2011, el Ministerio le promete al sector y lo manifiesta reiteradamente ante la opinión pública, la puesta en marcha del Sistema de alerta frente a aplicaciones de agrotóxicos, algo que todavía no está en ejercicio.
Como anunció nuestro medio oportunamente en ediciones anteriores, las exportaciones de miel uruguaya se vieron reducidas significativamente en los últimos años como consecuencia de la contaminación de las mismas con trazas de glifosato.
Claro ejemplo de esto es que en Noviembre de 2017 quedaban unas 2.000 toneladas sin comercializar de la zafra 16/17 y en Noviembre de 2018 la situación se agravó ya que restaban comercializar unas 3.500 toneladas de unas 9.000 toneladas producidas en la zafra 17/18 (39%), y al respecto desde la Asociación de Exportadores de Miel (ADEXMI) se reconoce que no se pudo exportar la miel en el momento oportuno y a valores más razonables por su alto contenido de precisamente de glifosato.
Otra arista que preocupa sustancialmente a la Sociedad Apícola Uruguaya (SAU), la cual aportó todos estos datos en un informe que nuestro medio presenta en versión periodística, es la vinculada a la disminución en los volúmenes de producción, ya que se pasó en pocos años de producir 25 a 30 kilos por colmena a solamente 16.
Desde el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pezca (MGAyP) a se ha argumentado que el cambio climático es el responsable del deterioro, sin embargo el modelo agroproductivo basado en extensas áreas monoflorales con uso y abuso de insecticidas y herbicidas, como causa principal del daño que sufren las colonias de abejas, no ha sido encarado efectivamente por parte de las autoridades desde que los apicultores lograran la abolición del uso foliar del fipronil en 2009.
A pesar de las adversidades antedichas, los apicultores de todo el país transmitían al inicio de la zafra actual un moderado optimismo ya que las colmenas habían atravesado la invernada sin mayores problemas sanitarios y/o nutricionales, arrancando con un desarrollo temprano y buenas expectativas de alta producción de miel por colmena. La esperanza de que un buen rendimiento por colmena permitiera paliar los bajos precios que se pagan actualmente por la miel, comenzó a desvanecerse avanzada la primavera. Desde fines de noviembre hasta mediados de enero las condiciones del tiempo se tornaron desfavorables: temperaturas bajas, abundantes días nublados, abundantes lluvias y vientos primaverales, frenaron el desarrollo de las colmenas en varias regiones del país y en algunos casos, comenzaron a consumir las reservas de alimentos.
En dos informes no oficiales más del 70% de las muestras estuvieron por encima de 50ppb.
El costo de producción por colmena sigue en aumento año a año, superando ampliamente los 40 dólares (incluyendo la mano de obra). ¿Qué ganancia tiene un apicultor que produce 30 kg de miel sin glifosato por colmena y la vende a 1,60 U$D/kg? ¿Qué ganancia le queda a un apicultor que produce 16 kg de miel con más de 50 ppb de glifosato y sólo puede vender el 60% de lo producido a un valor de 1,20 U$D/kg? ¿Cuántos apicultores podrán continuar en los próximos años si considerásemos que la inmensa mayoría de los casi 2.500 que quedan de los 4.000 del registro 2008, producen mieles con contenido de glifosato muy superior a 50 ppb?, todas preguntas que el contundente informe de la SAU se realiza pero que por el momento nadie le responde, y además hace referencia a los aportes o no aportes realizados desde el Ministerio en los últimos años. “Hasta ahora ningún aporte ha sido significativo; pasado, presente y expectativas lo atestiguan. Fueron aprobados tres planes de emergencia por disturbios climáticos: 2015, 2016 y 2018. A los dos últimos sólo pudieron acceder los productores familiares. De unos 1000 apicultores familiares, ¡menos de 100 aspiraron al plan de emergencia 2018! El exiguo monto por colmena y el gran riesgo de no poder pagarlo, desestimuló a los potenciales beneficiarios. También hubo a partir de este año una rebaja del gas oíl (al alcance de no todos los apicultores) de baja cuantía y con un tope que no cambia la realidad económica de los productores”, enfatiza.En tanto que con respecto al usos de insecticidas y/o herbicidas, lo hecho hasta ahora ha sido amparar la situación, disimular la gravedad de los hechos e intentar medidas para que los apicultores emigren con sus colmenas y un porcentaje bajo de ellos pueda comercializar la miel. ¿Cuánto se investigó y sancionó en el caso de las mortandades masivas de colonias de abejas ocurrido en agosto de 2017 en Salto?
Desde 2011, el Ministerio le promete al sector y lo manifiesta reiteradamente ante la opinión pública, la puesta en marcha del Sistema de alerta frente a aplicaciones de agrotóxicos, algo que todavía no está en ejercicio.
1,60 U$D/kg miel con hasta 50 ppb de glifosato y de 1,20 U$D/kg por encima de 50 pp. La diferencia se reduce a 0,28 USD para quienes tengan que pagar el proceso de mezclado.
Para cerrar, el informe resalta que los neonicotinoides y el clorpirifósnos intoxican y matan miles de colonias de abejas. Sin embargo, es muy probable que en corto plazo el daño que le causen a la apicultura sea insalvable. En 2019 quedarán abolidos los neonicotinoides en la agricultura a cielo abierto en la Unión Europea y, probablemente, quede abolido el clorpirifós en Estados Unidos por su toxicidad en niños. Desde hace años que en el extranjero se ha detectado neonicotinoides en muestras de miel uruguaya. ¿A quién le venderemos la miel?¿La apicultura nacional volverá a minimizar el problema ante la opinión pública, ante los consumidores de estos insecticidas? Ante este panorama de cuatro años de retroceso, permanente y progresivo, hemos sido sinceros, realistas y proactivos, sin generar falsas expectativas. En este sentido hemos tomado decisiones que impresionan no ser compartidas por la mayoría de los apicultores nacionales, por el MGAP y otros rubros agroproductivos. No preocupan las diferencias. Lo que nos debilita como sector, es la desacreditación de opiniones, de personas, de grupos de personas, institucionalizadas o no; sobretodo, cuando no se demuestran las decisiones eventualmente equivocadas que haya tomado la SAU, ni se aporta ningún plan de trabajo o se involucran en la vida gremial organizada.
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