El número de colonias de abejas se redujo en un 16 por % en el invierno de 2017-2018, según un estudio
internacional dirigido por la Universidad de Strathclyde, en Inglaterra.
El estudio, en el que participaron 25.363 apicultores de 36 países encontró que de las 544.879 colonias
que se registraban al comienzo del invierno, se perdieron 89.124, debido a una combinación de
circunstancias, entre ellas las condiciones climáticas, problemas con la reina de una colonia y un desastre
 natural.
Portugal, Irlanda del Norte, Italia e Inglaterra experimentaron pérdidas por encima del 25 %, mientras que
 Bielorrusia, Israel y Serbia tuvieron tasas de pérdida por debajo del 10 %. También hubo variaciones
regionales significativas dentro de algunos países, como Alemania, Suecia y Grecia.
La tasa de pérdida fue menor que la reportada en 2016-17, del 20’9 % pero más alta que la cifra de
2015-16, del 12 %. En el caso de Escocia, la tasa aumentó durante estos tres años pasando del 18 al casi
28 %.
En este sentido, los apicultores que movieron sus colonias en la temporada de alimentación, para
acceder a otros forrajes o para la polinización, enfrentaron menos pérdidas que aquellos que
 mantuvieron a sus abejas en el mismo lugar. Los pequeños apicultores también tuvieron mayores
pérdidas que las empresas más grandes.
El estudio, basado en información voluntaria, cubrió 33 países de Europa junto con Argelia, Israel y
 México.
Alison Gray, profesora en Strathclyde, fue quien dirigió el estudio e indicó. “La pérdida de colonias de
abejas es un tema altamente complejo. Tiende a estar influido menos por el clima general que por
patrones climáticos específicos o por un desastre natural que afecta a la colonia. Observamos colonias
en invierno, pero lo que sucede con las abejas puede determinarse, en parte, por las condiciones del
verano anterior. Muchas también se pierden cuando hay problemas con la reina de una colonia, por
ejemplo, si desaparece o no pone los huevos fecundados que se convierten en abejas obreras. La
 mayoría de las colonias también sufren el ataque de un ácaro parásito.”