En un panorama actual donde la venta a granel es insuficiente desde el punto de vista de la 
rentabilidad, los productores se inclinan por producir, entre otras, hidromieles.
Matías Jones, oriundo de la Provincia de Chubut, hace ya varios años que radica en la ciudad mendocina de Guaymallén, donde pudo coordinar sus dos actividades: Ingeniero Agrónomo y Apicultor. 
Con el objetivo de poder obtener una mayor rentabilidad apícola y atendiendo a las dificultades de rentabilidad que supone en el último tiempo la venta a granel, Jones desde hace un tiempo se dedica a la producción de hidromieles. «Tengo 200 colmenas y con esa cantidad la apicultura no funciona vendiendo solamente a granel».
No está todavía interiorizado en el consumo popular como si puede ocurrir en otros países, por lo cual se trata de un trabajo arduo en el día a día buscando que la bebida pueda conocerse e ir ganando adeptos. «Aunque la realidad es que no la veo reemplazando al fernet en el futuro», destacó con un toque de humor Jones. 
La dificultad de consolidación
Arrancaron junto a un colega gracias a un crédito que le brindaron desde el municipio, y 
ahora el sueño es lograr introducirlo en mercados para poder consolidarse. Anualmente 
producen 200 litros, los cuales se comercializan en envases de medio litro que se venden a 
$150 pesos. 
Un dato importante es que se pueden hacer muchas combinaciones y producir distintos tipos
 de hidromieles, los cuales maridan de mejor o peor manera con otros productos según el tipo
 de hidromieles del que se trate. Un dato importante es que para producir un litro del producto
 se necesita tanta miel como se quiere, considerando además cuestiones referidas por ejemplo
 a la graduación alcohólica que se le quiera dar. 
«Cada uno tiene su librito de trabajo y su manera de hacer las cosas que le dan su impronta 
propia», y agregó «Algunos productores hierven la mezcla de agua y miel y otros no o por 
ejemplo se pueden saborizar con hiervas o frutas». 
La hidromiel se puede consumir bien fría como una cerveza en nuestro país. Se adopta 
también como complemento de un postre en una sobremesa. 
Jones agregó que las personas lo prueban en las ferias y realmente les gusta, pero la realidad
 es que es complicado que vuelvan a comprar, por lo cual es difícil armar una cadena de 
clientes, que sería muy importante para poder consolidarse en el mercado. 
Es importante indicar que el productor además se dedica a la producción de propóleos, 
también trabajan cosechando polen, siempre buscando lograr una rentabilidad que hoy es 
realmente difícil de lograr, aunque Jones indudablemente está seguro que el camino de la 
diversificación es el que deben seguir para continuar viviendo de la apicultura. 
¿Qué es la hidromiel?
Se considera que es la primera de las bebidas alcohólicas que consumió el ser humano y se 
cree es precursora de la cerveza. El hidromiel es una bebida histórica cuya preparación se
 fundamenta en la fermentación de una mezcla de agua y miel, que alcanza cierta graduación 
alcohólica cercana a los 13°.
En Europa, lo hicieron y lo bebieron los griegos, romanos, celtas, normandos, sajones y 

vikingos. En América, los mayas producían un tipo de hidromiel llamado «balché» elaborado
 con base en agua, miel y trozos de corteza de árbol de balché.

Preparación

Se utilizan levaduras Saccharomyces si se quiere una fermentación más rápida (entre un mes
 y medio y dos meses). Si no se agrega ninguna levadura a la preparación, la fermentación 
tardará mucho más tiempo. Se debe calentar varias veces para que las impurezas se alojen en
 la parte superior del preparado y se puedan retirar los restos de cera y otras partículas
 impuras de la miel, tras lo que se añade más agua con el objetivo de ajustar la graduación 
alcohólica y el contenido de otras sustancias como el polen para aclarar la mezcla. La calidad
 de la misma depende de las mieles que se utilicen para su preparación, lo que también influye en su sabor y contenido de alcohol. El envejecimiento de la mezcla se realiza en toneles de roble a temperatura constante.