Nuevo cargamento de miel orgánica chaqueña a Europa
Como resultado del trabajo articulado entre el sector público y el privado, en los dos últimos años el Chaco se convirtió en la provincia argentina que más miel orgánica produce.
Esto se logró luego de un minucioso proceso que permitió la certificación del producto
que ya se exportó a Alemania y Francia, y del cual se está preparando un nuevo
cargamento que saldrá próximamente.
La labor se realizó de la mano de la Agencia de Cooperación para el Desarrollo Acerca,
en articulación con la red de organizaciones apícolas y el Ministerio de Producción y
el aval de la certificadora Organización Internacional Agropecuaria (OIA), teniendo
como aliado comercial para la exportación a ‘Mieles del Chaco’, de la firma Grúas
San Blas.
PROVINCIA LÍDER
La miel orgánica chaqueña se vende a la Unión Europea (aunque también está
certificada para exportar a Estados Unidos) y en la campaña 2019/20 (que es la que se
está acopiando ahora para ser vendida) ya se obtuvieron 192.500 kilogramos (641
tambores).
La mayor concentración de producción de este tipo (70%) proviene del departamento
General Güemes de las localidades de El Sauzalito (Paraje El Tartagal y Pozo del Gato),
Miraflores y Juan José Castelli, aunque también se encuentran bajo certificación
productores de Tres Isletas, Villa Ángela, General San Martín y Margarita Belén. En
esta ocasión, los tambores que se exportarán provienen de Miraflores, Tartagal, El
Sauzalito, Pozo del Gato, Juan José Castelli, Wichí El Pintado, Villa Ángela, San
Martín y Margarita Belén.
MIELES ORGÁNICAS
Las mieles orgánicas del Chaco son un producto 100% natural proveniente de apiarios,
donde las condiciones ambientales permiten producir esta variante del alimento en su
forma orgánica de calidad Premium. La mayor cantidad de producción proviene del
Impenetrable, que gracias a su gran variedad de vege
tación, ya que allí no se desarrollan actividades agrarias, por lo que no circulan
agroquímicos que afecten a la producción, permite cosechar miel naturalmente orgánica,
situación de la cual surge la posibilidad de certificar.
LA CERTIFICACIÓN
El proceso de certificación para la Unión Europea tiene un período de transición de 2
años durante el cual los productores deben cumplir con las normativas correspondientes
al protocolo de producción orgánica de dicho mercado. El dictamen de productor
orgánico es emitido por la certificadora, con la fiscalización de Senasa.
Para esto, el producto debe ser procesado en una sala de extracción de miel habilitada
por Senasa, con certificación para el procesamiento de productos orgánicos. Luego la
miel envasada es trasladada a la empresa para la consolidación de los contenedores o
para el homogeneizado y su posterior exportación, dependiendo de la demanda del
comprador.
El proceso de certificación se basa principalmente en un sistema minucioso de
trazabilidad que permite al consumidor conocer las características del ambiente en el
cual se encuentran las colmenas, las prácticas del productor y cualquier otro
procesamiento que se haya realizado al producto.
LA PROYECCIÓN
Para los próximos meses se espera que el número de kilogramos de miel certificada
orgánica se incremente, lo que permitirá a la provincia continuar posicionándose en el
mapa mundial de proveedores de productos ‘verdes’ Premium, algo que los
consumidores demandan cada vez más.
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