Cortar cada cebolla por la mitad en sentido horizontal.
Precalentar el horno a 180 grados centígrados.
Preparar una fuente para hornear y cubrir con mantequilla. Es importante utilizar una mantequilla de calidad, porque eso condicionará el resultado.
Colocar las cebollas en la fuente con la cara del corte hacia arriba.
Salpimentar las cebollas al gusto.
Añadir una cucharada de miel en cada una de las cebollas que reposan en la fuente. No hay que pasarse con un exceso de miel.
Añadir un poco de mantequilla encima de la miel de cada mitad de cebolla.
Hornear las cebollas durante unos 30 minutos aproximadamente.
Sacar y dejar reposar solo por cinco minutos.
Esta propuesta constituye un excelente acompañamiento para distintas propuestas culinarias. Estas cebollas suelen combinar muy bien con diversas preparaciones de carne de vacuno y hasta pollo. Por su textura, pueden colocarse dentro de una hamburguesa o servirse en una parrillada.
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