sábado 10 de julio de 2021
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Pablo Maessen ha compartido una publicación.
APICULTORIS DIVERSIFICATUS
BRAGGOT: “Una bebida sin límites … Atrévete a innovar” pabloamaessen@gmail.com
Aquellos que incursionamos en la elaboración de “hidro” y “Birra” de miel hemos tenido la posibilidad de experimentar en el laboratorio el “poder de elegir”. Al igual que un fotógrafo que elimina imágenes que nadie jamás verá. El fabricante de bebidas, prueba y descarta, deja de lado cientos de obras de arte que solo él conocerá, todo el trabajo queda resumido a un instante almacenado en la intimidad de una copa de degustación. Algunas muestras terminan como un triste recuerdo, en cambio otras son demasiado buenas para ser compartidas y terminan transformándose en “bebidas fantasmas” que esperan la oportunidad para materializarse nuevamente. Es el caso de los braggots que son bebidas condenadas al éxito, verdaderas “obras de arte” que esperan un público que se atreva para hacerse ver, para resurgir de las épocas de caballeros y doncellas como de una historia medieval …
Para los amigos de las definiciones técnicas, la hidromiel es una bebida que se origina de la combinación de agua y miel que se somete al proceso de fermentación alcohólica, y la cerveza de miel es el producto de la fermentación de la combinación de lúpulo, agua, miel y cebada. En cambio el braggot es una bebida que se elabora con un cereal o la combinación de ellos, agua y miel con la opción de incorporarle lúpulo o no. Aunque no crean el braggot está esperando su oportunidad para resurgir, a pesar que su origen remonta a miles de años atrás poco se sabe de él en nuestro país actualmente. Fue una bebida que tuvo su apogeo en la Europa medieval y en el renacimiento, su nombre deriva de la raíces irlandesas y galesas “branch” y “brag”, utilizadas para denominar al “brote” de los granos de cereales utilizados para su elaboración. En aquellos tiempos cuando el beber agua contaminada era símbolo de enfermedades en estas bebidas con alcohol levemente ácidas y con miel los hombres encontraron una forma de calmar su sed sin morir en el intento. Probablemente su secreto está en encontrar los ingredientes exactos de forma equilibrada para los diferentes paladares y momentos. Hoy el mayor desafío no está en repetir una receta medieval, el desafío está en la actualización de los sabores con ingredientes que encontremos a nuestro entorno, si miramos bien encontraremos mucho potencial creativo en cada lugar lo que nos diferenciará de nuestros elaboradores vecinos.
Hoy el braggot representan un verdadero punto de encuentro entre los cerveceros e hidromieleros, porque no el punto de equilibrio entre ambos sectores de elaboradores de bebidas artesanales, la fusión de tanta pasión solo puede generar una bebida especial, para paladares especiales al igual que hay gente en el mundo que busca la felicidad viajando por los más increíbles lugares, otros resumen todo en un instante frente a una copa de braggot rememorando las justas de caballeros con armaduras. El braggot es una bebida que no buscan llamar la atención solo buscan que miren en su interior, que miren su historia, su origen, su esencia. La voluntad le gana a veces a la técnica haciendo detonar nuestros sentidos
El braggot permite ser bebido con espuma abundante o tranquilo, claros u obscuros, frutales o astringentes, con alta o sutil graduación alcohólica hay verdaderamente para todos los gustos. Solo hay que atreverse a descubrir. Diferentes ensayos me llevaron a encontrar un delicado sabor de cereal con la miel, amalgamado a la frescura de la combinación equilibrada de moras negras, frambuesas y ciruelas logrando una bebida refrescante levemente ácida que permite presentarse como aperitivo previo a una picada que se puede beber puro con hielo y limón o porque no con menta y agua tónica, de todas las formas aquellos que hemos podido concentrar nuestra imaginación materializándola la magia de nuestro entorno en un braggot somos privilegiados al poder disfrutar esta bebida. La elaboración de “la hidro”; “la birra” y “el braggot” no son el resultado de una combinación casual de ingredientes que repite una receta, es un arte, más hoy me atrevería a decir que la ciencia nos permite producir productos de una calidad superior inimaginable en otros tiempos
Beber es una experiencia multisesorial, ciertas mezclas, sabores y aromas activan enzimas y estímulos, en rincones específicos de nuestro cerebro con lo que se evoca el placer y destacan recuerdos de experiencias placenteras como cuando cierto aroma te recuerda un lugar o un ser querido. La innovación es lo que le gusta al público de hoy, los consumidores se comportan como los dioses del Olimpo y en muchas oportunidades son crueles con las obras de los artistas, pero seguramente llegará el día en que los dioses busquen nuestras bebidas. Los braggots están esperando su oportunidad para salir al mundo y hoy por hoy las condiciones están dadas para transformarse en el símbolo de la alianza estratégica entre los hidromieleros y cerveceros artesanales.
Hasta la próxima. No se olviden de innovar!!!
Pablo A. Maessen
Enólogo- Técnico Superior en producción y comercialización apícola. Información
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